2011/09/29

Caricias de piano

Me hicieron este magnífico regalo de cumpleaños y quería compartirlo. Magnífico, delicado, suave, como la caricia de un amante. Me encanta ver sus manos de dedos finos acariciar las teclas, como quien hace mimos a un gato.
Espero que os guste tanto como a mí.
Gràcies, ha estat un regal molt maco.

2011/09/28

Punzadas de google

A veces me da el punto masoquista y busco lo que no debo. A veces me la juego poniendo a prueba mi pericia buscando en google y, a veces, lo consigo, encuentro ese “tesoro de información”. Los momentos de insomnio, como este, son perfectos para ello. Y es justo entonces cuando gano y pierdo a la vez, cuando me doy cuenta que quería “no encontrar” y hallar a la vez. Y es entonces cuando una frase se me clava en el estómago o una foto tierna me parte el corazón. No aprendo. No aprendo que es peligroso buscar lo que no se quiere encontrar.

Este post va dedicado a todos aquéllos, especialmente a todas aquéllas que han encontrado en google, facebook , etc la herramienta perfecta para autolesionarse el corazón.

2011/09/21

Cinco para Cinco

En cinco días me caen treinta y cinco. Cada año las sensaciones son distintas. He repasado los posts de años anteriores por estas fechas y me he dado cuenta de cómo ha cambiado mi vida desde ese 2006, el primero que aparece en este blog. Años de la mayor actividad social, los mayores cambios, más personas, más experiencias. Los años más intensos. Desde la primera gran fiesta, la de los treinta, a la que estoy preparando para el sábado en Barcelona.
Aún así este año tengo la sensación que es un cambio de etapa. ¿Serán los efectos pre-35-añeros? Quién sabe.
Sea como sea, este cumple se presenta algo extraño, de marejadas laborales y tormentas tropicales más personales, previo a un gran viaje y con el run-run novelero. Quizás será también efecto de lo alterado que está el mundo a mi alrededor, quién sabe.
Tocará repasar objetivos y hacer la nueva lista. El principal de ellos será escribir, rectifico, el principal ES escribir.

2011/09/16

El juguete

Cerró la puerta tras él, tras despedirlo con un beso suave, mañanero, mientras el sueño todavía no le permitía abrir del todo los ojos.
Volvió a la cama acelerada por el frío de noviembre no apto para pasearse por la casa desnuda a las siete de la mañana.
Se acurrucó bajo el edredón y olisqueó las sábanas. Sonrió con los ojos casi cerrados.
Se sentía feliz mientras abrazaba la almohada que olía a él, como si aún estuviera estirado a su lado y se durmió de nuevo.
Sonó el despertador y se incorporó en la cama sobresaltada. Lo apagó de un golpe seco y se desperezó mientras un rayo de sol que se reflejaba en algo brillante la deslumbraba. Se tapó los ojos con una mano y cogió el reloj metálico que él había olvidado en la mesilla de noche. Volvió a sonreír.
Cuando se disponía a ponérselo vio algo gravado en el reverso.
“Que nuestro amor sea eterno. Por siempre, E. “.
Dejó el reloj y su sonrisa en la mesilla de noche. Se sintió vacía, sucia.
Se levantó y se metió bajo la ducha sin esperar a que el agua saliera caliente y se quedó allí, bajo el chorro varios minutos, con los ojos cerrados y el llanto contenido.
Y después se sentó en la bañera y rompió a llorar.
Cada vez se sentía más vacía.
Se estiró en la bañera y siguió llorando hasta que volvió a sonar el despertador en su habitación, que la devolvió a aquella mañana de martes.
Salió de la ducha, fue hacia la habitación sin secarse y apagó el despertador. Se sentó empapada en la cama. Su imagen se reflejaba en el espejo del tocador. Allí, con el pelo mojado y el gesto inexpresivo, parecía una muñeca que se ha caído al agua.
Tras meses de que aquello empezara, por primera vez, se sintió un juguete, un objeto al que dejar olvidado en la mesilla de noche, un “algo” en vez de un “alguien”.
Volvió a la ducha y se dispuso a empezar la rutina diaria que esperaba que le hiciera olvida que, en realidad, era un juguete.

2011/09/01

L'equip petit, l'equip gran

En primera fila Messi, tras él a la derecha Cesc y más atrás y más a la derecha aún Piqué
¿Quién no ha jugado en el colegio a fútbol, baloncesto, voley?¿Quién no ha vivido los partidos hasta dejarse las rodillas en la pista, los dedos por una pelota o las espinillas por parar a un delantero rival? Esa sensación de que el equipo es lo más importante, la responsabilidad por los colores, los gritos por un triple, por un punto, por un gol?
Creo que ésos son los colores que más se viven en toda la vida, porque salen del corazón, sin contaminación externa alguna. Son los tuyos y punto.
Si hace unos meses me emocionaba con aquel anuncio de Nike en que se veían desde las categorías inferiores hasta el primer equipo del Barça hablando de lo que pasa cuando el equipo es "tu" equipo, no hace mucho me pasaron un vídeo muy tierno de un equipo de fútbol de niños, el Margatania, un equipo de "peques" que no habían ganado ningún partido, ni marcado ningún gol pero que se dejaban la piel cada domingo y lo vivían con toda la ilusión. Me emocionó de nuevo.
Los chavales, risueños, explicaban cómo les ganaban por más de diez goles y lo felices que serían si algún día marcaban un gol. Pensé que si todos le pusiéramos la misma ilusión a todo, el mundo sería muy distinto.
Ahí dejo el vídeo.
L'equip petit
Al final de él, se plantean qué harían cuando marcaran ese gol y dicen que,si ganaran...volarían.
Pues bien, uno de esos equipos de "peques", se ha hecho mayor y siguen jugando juntos y siendo amigos. Siguen viviendo esos partidos con esa ilusión, esas ganas y transmiten esa sensación de pasárselo bien. Ese es el actual Barça. Estos primeros partidos he tenido la sensación de ser una de las niñas que va a ver jugar al equipo del colegio. El objetivo sigue siendo el mismo, disfrutar, ya no intentando marcar ese gol sino jugando y ganando con la maestría de esa generación del 87 que ya se está haciendo famosa.
Me gusta animar a un equipo al que mueven mis mismos sentimientos en vez de un talonario o el mero hecho de ganar. Me gusta ver un partido de un equipo de colegas. Es como volver a la escuela, donde las ilusiones las daban las cosas más pequeñas, a las gradas pequeñas, al frío de los patios escolares, a la bolsa de chuches tras el partido. O no hace más ilusión que gane un amigo. Quizás la LFP se debiera jugar en los patios de las escuelas de vez en cuando para que se recuperara el verdadero espíritu del deporte.
Al final, "l'equip petit és l'equip gran".