2011/08/08

Para my Little Yellow

Hacía muuuucho tiempo que no le daba un puñetazo a una pared, ni una patada a una puerta. Hacía mucho que no llegaba a ese punto en que podría lanzarme al cuello de alguien y no precisamente para ser cariñosa. Pero hoy llegó ese día. Llegó un día en que volví a llorar de rabia, me salió un moretón por el puñetazo a la pared y decidí que hasta aquí había llegado. Hacía más o menos tres años y algo que no llegaba a ese límite. Bien, hoy llegué.
Llegó el día.
Ni tomarme unas cañas con las amigas ha conseguido calmar mi ira, mi rabia. No conseguía olvidar el cabreo.
Pero he llegado a casa y me he encontrado en el buzón un sobre grande. He sonreído porque sabía de quién era aunque no qué era. Adoro las sorpresas aunque también hace mucho que no recibía ninguna.
Lo he abierto antes de llegar al ascensor y me he encontrado un pedacito de Barcelona en su interior y un mensaje de alguien muy especial. Un “amarillo” como diría Albert Espinosa según descubrí hace poco.
Y tras un día durísimo he vuelto a llorar, aunque de emoción, como ahora mientras escribo.
Gràcies Little Yellow perquè en dies com avui una sorpresa tan maca m’ha salvat de l’infern i els dimonis.

1 comentario:

xnem dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=SrDx7uVyP38&feature=player_embedded

anim!