2006/04/18

Entre persas, cubistas y Diane Arbus

Fiesta + ciudad + todo cerrado = museo. Qué fantástico es tener un día libre y poderlo dedicar a pasear por alguna sala de exposiciones o un museo. Y ahora lo escribo y lo leo y me suena como repelente e intento ponerlo de otra forma pero no me sale así que, como ya me conoceis pues lo dejo así.
En fin, que siguinedo con ese ansia de cultura, el viernes pasado “comprimí” en una mañana la visita a tres exposiciones, muy distintas. Por supuesto, las sensaciones tampoco tuvieron nada que ver.
La primera en el MNAC, de la colección de Telefónia del Cubismo. Quizás fue la que más me gustó de las tres o, al menos, la que me dejó mejor sabor de boca. Tal vez porque los cuadros buscaban más esa manera de desmenuzar la imagen que de emocionar, de crear profundidades a partir de formas planas que de transmitir sentimientos, o porque no estaba tan repleta como las siguientes, no lo sé. Me gustó poder recordar lo que me explicaron en COU de este movimiento, distinguir las épocas más cercanas al fauvismo o a la abstracción. En cambio, la exposición de Persia en CaixaFórum me entristeció un poco. cómo me acordé también de las explicaciones de aquella profesora de la escuela que nos hablaba de la escritura cuneiforme, los bajo relieves,...cuánto tiempo ha pasado... A parte que estaba tan llena que era casi imposible detenerse ante alguna pieza (cómo se nota cuando una exposición es gratis), me dió mucha pena que no haya quedado nada de una cultura tan avanzada como aquella. Cómo una zona que antes fue imperio ahora está sumida en el subdesarrollo (no por falta de recursos, que todos sabemos que aquella zona concentra las mayores reservas de petróleo del planeta, sino por anclaje en el pasado). Y por si fuera poco, aún me pareció más triste que la mayoría de piezas n procedieran de la zona sino de “los museos del mundo”, de ésos que todos visitamos cuando vamos de viaje a las grandes capitales del mundo occidental. Y mientras pensaba esto, entraba en la sala donde se encontraban las fotos de Diane Arbus que producen de todo menos indiferencia. Seguramente tenía demasiado cansadas las neuronas y los pies para captarlas al 100% pero los personajes que captaba, las situaciones, me causaron un desasosiego absoluto. Pero no todo es tan intelectual, tan serio, tan súper. Siempre queda un microsegundo, un breve inciso entre pieza y pieza para un comentario jocoso, una risa, un critiqueo o algo tan profano como un “quedaría bien aquí”. Porque nadie dijo que todo tuviera que ser serio, verdad?
Aunque, desde luego, lo mejor para concluir una jornada cultural es un buen “tiberi” regado con vinito fresco, Bueno, ese siempre es un buen final al que seguro se habría apuntado cualquier pintor cubista de esos que vivían o malvivían en París en los años 20, o un persa en sus “buenos tiempos” o, incluso, alguno de los extraños personajes retratados por la Sra. Arbus.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

En relación a la exposición sobre los persas y el tema de la expoliación artística, (siempre tan controvertido), decir que es triste que estén en un museo fuera de su emplazamiento original, pero tampoco hay que olvidar que muchas de estas obras se han conservado precisamente por este motivo, fuera de bombas lanzadas por fanáticos, o saqueadores de tumbas pagados por coleccionistas -con cuentas bancarias de muchos ceros- para disfrute propio. En un museo al menos están "protegidas" y pueden ser estudiadas y admiradas por tod@s.

la gata dijo...

Ok, ok, mas vale un buda en un museo q bajo las bombas de un integrista islamico pero...uf...la "adquisicion" escandalosa me puede.

hack de man dijo...

¿Esto os lo enseñan en la programación de la cosmopolitan tv?

la gata dijo...

Quien te dijo, panterita, que se daba premio al que hiciera el comentario mas "simpatico"?

xnem dijo...

Hola! Soy nuevo por aquí, de las tres expos de las que hablas solo he visto la de Arbus, por cierto en pocos días se termina por si quieres volver. No creo que sus personajes fueran “extraños”, la extraña era ella, yo veo sus fotos como “autorretratos” busca lo diferente, lo especial; el enano, el gigante, el feo, el enfermo, el down, el que se cree algo, el que no tiene nada. No obstante ella terminó suicidándose muy joven, quizás le daba demasiadas vueltas a la cabeza, quizá ya no se soportaba ni a ella misma. Lo que mas me gusta de su obra, muy minoritario y desconocido son sus paisajes, hay unos cuantos; escenarios de películas, un árbol de Navidad solitario, Disneylandia, tramoyas y cartón piedra. Paisajes falsos, quizá veía la falsedad de el sociedad americana y sus injusticias y ella apostaba por los que no son tenidos en cuenta. Me gustó mucho cuando decide dejar la cámara de paso universal, que te tapa la cara al hacer un retrato y opta por la de 120, -la de 6 x 6-, que te permite enseñar el rostro al fotografíado, sin duda era una persona amable y con poder de convicción, sus retratos son pactados no robados.

la gata dijo...

Hola Xnem, bienvenido a este post. Qué bien has descrito la exposición de Diane Arbus. Para mí era desconocida hasta ese día. Lamenté saber tan poco de fotografía y no poder disfrutar y entenderla más. Además de sus fotografías me impactó especialmente el fragmento de su diario en que describía un sueño, ése en el que estaba en un incendio y no podía fotografiarlo. La fotografía era su pasión. La entendí en ese momento.