2006/07/17

El monasterio de los gatos saltarines


En uno de esos arranques de estrés de “ya no puedo más” solté algo así que me iría a un monasterio en lo alto de una montaña, un lugar en el que nadie me fuera a encontrar. Y como si el destino hubiera tomado nota, me ha ido llevando hacia allí.
Me explico. Este era uno de esos años en que no sabía a dónde ir a desintoxicarme de la rutina en eso que llaman vacaciones. Tras mucho mirar, finalmente el destino ha sido Myanmar. Y sí soy una ignorante qué pasa, porque no me había enterado que Birmania había cambiado de nombre y ahora se llama Myanmar y me tuve que poner a buscar dónde estaba exactamente en el mapa.
Sea como sea, ahora que he navegado por la red y buscado por ahí y comprado la guía, ahora sé que allí hay un monasterio en lo alto de una montaña en el que los monjes se entretienen enseñando a saltar a sus gatos. Estoy por ponerlo como autofirma en el asistente del correo electrónico. Sería algo así: Estaré fuera de la oficina hasta el día X para tal tema contacten con Z y para tal otro con W. Para otros temas pueden contactar conmigo vía paloma mensajera en el monasterio de los gatos saltarines del monte Popa en Myanmar.
Y debajo adjuntaría una foto del sitio.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso sería pelín cruel Gata ;-)

la gata dijo...

Cruel por qué? no les digo que vayan ellos volando...

hack de man dijo...

Q dura la vida del monje... q vida tan agitada deben llevar cuando se dedican a enseñar a saltar a los gatos. Es como pretender enseñar salsa a los sudamericanos... ;-)