2008/04/23

Una rosa es una rosa

Paseaba por el sol, en un día flamante aunque no demasiado caluroso, sorteando turistas y demás transeúntes.
Respiraba profundamente e inclinaba de vez en cuando la cabeza para que le diera más el sol en la cara.
Su paso era firme, decidido. en una mano llevaba una rosa envuelta en celofán, la típica que se regala en un día como hoy, roja, aterciopelada y acompañada de una espiga y una cinta con la bandera catalana. Era una rosa hermosa, grande e, incluso, con algo de olor.
Pero aquella rosa no significaba nada, sólo un detalle del jefe en un buen día. Aquella no era la rosa que hubiera querido. Le hubiera gustado que aquella rosa se la hubiera regalado ese alguien especial, ése por quien suspira en sus silencios, ése al que mira sin ver más allá de sus ojos.
Mientras caminaba sola, entre riadas de personas , puestos de libros y rosas, escuchaba el taconeo de sus zapatos contra el pavimento. Se paró en un semáforo. Contemplaba a los que esperaban en el otro lado.
En el chaflán. frente a una joyería, un chico esperaba nervioso con una rosa en la mano. Era una rosa también de ésas típicas del día aunque parecía de menos calidad que la que ella sostenía en la mano.
Se movía inquieto de un lado al otro, consultaba el reloj.
El semáforo se puso en verde. Ella empezó a cruzar.
Entonces él miró hacia ella y abrió los ojos como platos.
Una adolescente cruzaba a toda velocidad la calle y la golpeaba ligeramente al pasar a su lado. Los dos jóvenes se besaron. La muchacha vio la rosa y volvió a besarlo, esta vez más dulcemente.
Entonces pensó en aquella rosa que llevaba en la mano, que no significaba nada, que la llevó a recuerdos de otras rosas, de una que, especialmente significó un adiós, un final.
Envidió con toda su alma a aquella quinceañera que miraba embelesada su rosa y a aquel muchacho imberbe de pantalones caídos que observaba a la joven como si también fuera una flor.
Una rosa es una rosa

3 comentarios:

emperatriz dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
emperatriz dijo...

Me has impresionado, salvo los pequeños detalles, eso fue lo que sentí ayer.
Me hubiese encantado que alguien me regalara algo.. o cómo mínimo que en su conversación la relación "dia de los enamorados en catalunya" pudiera haber sido, de alguna forma, algo entre los dos.
También me llevó a otros días de Sant Jordi, lejanos, muy lejanos...Hoy, he intentado acordarme qde qué hice el año pasado y no lo he conseguido. Me pasará igual el año que viene? Ich weisse nicht...

xnem dijo...

No, esa rosa no era una rosa, esa rosa era La ROSA.