2009/09/14

Hoy lloran todas las Baby del mundo

Corría el otoño del 88, todo el mundo me llamaba Margui sin que a mi se me pasara por la cabeza la idea de protestar.
Eso fue antes de la caída del Muro, de las Olimpiadas del 92, cuando quería ser broker y pensaba que existían los príncipes azules.
Ese año me regalaron la película de Dirty Dancing por mi cumpleaños.

Tenía doce años y me impactó, por el baile, por la historia, por los protagonistas, por todo.
Me impactó tanto, supongo que por la edad, que me pasé un año mirándola cada día, para fastidio de la familia. Aún hoy recuerdo los diálogos, conseguí que mi hermano me trajera un disco de EEUU de la gira de conciertos con los artistas de la banda sonora, bailé una y otra vez los bailes, y sí, como muchas de las chicas-niñas que éramos en aquella época, conseguí que un "caballero" accediera a hacer "el salto".
Y con Johnny descubrí a los "malotes" de cine, ésos duros, ésos distintos, esos que pueden pelearse y pegarse unos bailes, ésos que llevan pintas o un traje con el mismo estilazo, ésos que, por algo son los “de cine”, se quedaban con la chica en vez de ir de flor en flor.
También miré una y otra vez, con muchísima vergüenza, la escena de amor, el baile tórrido en la habitación de Johnny. Soñé con esa escena, al igual que suspiré por, algún día bailar así, con alguien así.

Pasaron los años y dejé aparcada mi obsesión, aunque siempre le he tenido especial cariño a esa película y a todo lo relacionado con ella, especialmente a los protagonistas.

Y es que Patrick fue, sin duda, el primer malote de película por el que suspiré, por sus pintas chulescas, por lo bien que bailaba, por su mirada dulce. Así que seguí su carrera cinematográfica y volví a suspirar por el en “Le llamaban Bodhi”, entre olas, y “en Ghost”, con las manos enfangadas abrazando a Demmy Moore, o siendo un heroico médico en la India de "La ciudad de la alegría". Lo vi bailar con su mujer en una de sus últimas películas.
Aunque, sin duda, para mí siempre será ese bailarín vestido de negro que seducía a todas y enseñaba a bailar a Baby, que cuidaba a su amiga y que se acababa enamorando de la niña patosa.

Hoy Patrick dejó de bailar, de actuar, de cantar.
Hoy Johnny dejó Kellerman’s, Bodhi fue a por esa gran ola y Sam se fue finalmente con los espíritus.

Os dejo esta canción, escrita e interpretada por él, que formaba parte de la banda sonora de Dirty Dancing.
Descanse en paz Mr Swayze. Gracias por habernos hecho soñar a tantas con malotes vestidos de negro en vez de con cursis príncipes azules.

6 comentarios:

el nom de la rosa dijo...

Dirty dancing... aunque nos sepamos los diálogos de memoria, siempre sorprende la magia de las escenas de baile, y gran parte de ello se debe a Mr. Swayze. Qué gran bailarín! Estos días he visto un vídeo en el que bailaba junto a su señora, y era un prodigio de elegancia y fuerza.
En el fondo, creo que era un malote más tierno que el pan.

la gata dijo...

Pues si...aix...me he de pedir uno para Reyes

xnem dijo...

Vi la noticia del fallecimiento en un pequeño bar de Cerdanyola y mire me acordé de usted y pensé que algo comentaría por aquí.
Nunca me dijo nada como actor pero algunos números musicales y sobre todo varias canciones de ese film están en mi disco duro mental.

la gata dijo...

Vaya...no es el primero que me dice que al saber la noticia se acordó de mi...Empiezo a pensar que soy demasiado transparente...

xnem dijo...

Per cert Moltes Felicitats

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la gata dijo...

Gràcies X! Molts petons