2010/05/27

La resistencia a irse a dormir

A veces me pasa que tengo la sensación que el hecho de irse a dormir supone que ese día se acaba, que se me escapa el tiempo y he dejado mil cosas por hacer. Es por eso que , entonces, me resisto a irme a dormir. Me pongo a leer, escribir, chatear, mirar una película,en general a hacer cualquier actividad “no útil” (porque en raras ocasiones me da por planchar, ni lavar ropa a mano, por ejemplo).
Pero las horas se van escapando y, finalmente el sueño gana la partida. Y a veces es tan contundente que me quedo dormida en el sofá, en una postura extraña, con la cara sobre la manta arrugada, el pelo enmarañado y el portátil sobre las piernas o a un lado.
Son de esas noches en que me despierto a las cinco de la mañana con una oreja dolorida porque me dormí sobre ella doblada, el cuello hecho polvo y una marca enorme en la cara de la arruga de la manta y pienso, Gata, te has de ir a dormir como las personas porque, al final, el tiempo, las horas, pasan igual y es lo mismo perderlas durmiendo mal en el sofá que en la cama como una persona.

2 comentarios:

blondie dijo...

Parece también, con toda la contradicción que supone, que más tardará a sonar el despertador, en ese momento en el que más te apetece seguir durmiendo. Cada vez estyo más convencida que a la noche el sofá tiene brazos que se pasan a la cama a la mañana, para retenrnos allí.

Gata dijo...

A mí eso me pasa miles de veces... También soy muy reacia a irme a dormir porque soy muy hiperactiva y siemmre creo que puedo hacer alguna cosa más (siempre cosas que me gusta hacer, igual que tú). Pero al final, me quedo dormida donde pillo... Y luego, que dolor de cuello!!

Me gustaría tener por la noche el sueño que tengo cuando por la mañana suena el despertador.... Bufff

Besos