2006/03/01

Insomnio

*Este post se lo dedico a quien comparte esa tortura conmigo, especialmente a alguien con quien además de muchas cosas también comparto últimamente, una taza de té con galleta tapa té incluida.
Desde que un buen día, tras uno de esos golpes que te da la vida, se me alterara el sueño, la dificultad para conciliar el sueño ha sido mi punto débil. Cualquier cosa que me afecte ataca directamente a mi capacidad para dormir. Es como si el insomnio tuviera memoria y que como el agua que, tras haber pasado por algún lugar, se acuerda para siempre y aunque pasen años, si ha de volver a pasar, recuerda el camino.
¿Y cómo es la vida del insomne? Pues así:
“Se acerca la hora de ir a dormir, esa en la que todos dicen buenas noches y tu, rendida, eres incapaz de mantener los ojos cerrados más de cinco minutos. Y mientras los demás se quedan en brazos de Morfeo, mientras oyes la respiración acompasada de los que ya descansan, tu miras la tele, lees un poco para ver si se te cierran los ojos porque pasan de la una y en pocas horas te has de levantar.
Parece que te entra sueño, cierras el libro, apagas la luz y te arropas en la cama. Y los ojos no quieren cerrarse y ves mil luces, mil sombras y oyes la respiración de los que duermen, el camión de la basura haciendo ronda por tu calle, y a alguien que pasa por la acera haciendo repicar los tacones. Suenan las dos. En eso que te sientes más nerviosa porque ahora además oyes el reloj, tic, tac, tic, tac, y como te aburres de estar dando vueltas, la cabeza decide que puede empezar a dar vueltas a las cosas: a lo que has de hacer a la mañana siguiente, al corte de pelo que te harás por la tarde, a por qué no llamó aún el chico que conociste el fin de semana. Y suenan las dos y media. Empiezas a desesperarte porque en cinco horas te has de levantar y no hay asomo de sueño. Entonces recuerdas todos esos consejos de, relajarse (facilísimo, sí, sí), respirar de forma pausada, pensar en algo placentero y tranquilo y respirar, respirar y...dong, dong, suenan las tres.
Finalmente, ya no sabes a qué hora, cuando ya has contado a todos los clones de Dolly, te has imaginado el prado verde con Dolly pastando, has decidido hasta el color exacto de las mechas que te harás, en un momento, sin saber por qué ni cómo, te duermes.Y a las siete, suena el despertador”.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí, uno de los males que está haciendo estragos en esta sociedad es el estrés...Ánimo guapa!

la gata dijo...

Gracias brujilla. Por desgracia el insomnio lo padezco antes que el estrés. Lo malo es que con este se ha intensificado.

hack de man dijo...

Aconsejan para los insomnes (y para todos) que en la cama solo se duerma o se consuma el deber marital, pero q la lectura se deje para el sofá del comedor o de otro sitio. O sea q no t lleves la lectura a la cama, si no el cuerpo se acostumbra y no coge el sueño... eso es lo q dicen los expertos... más o menos...

Cuidesemele!

H.

la gata dijo...

Gracias Hackman por el consejo. Generalmente leo en el sofá pero vaya, el resultado es el mismo: niente. Lo de dormir, de verdad que lo intento. Lo del deber marital...como no tengo "mario"...es estrictamente necesario haber pasado por la vicaría y/o juzgado? Aunque vaya, no me dirás que da sueño? O lo que da sueño es el "deber", porque mira que llega a sonar mal? Es igual, tampoco es un aspecto de decisión unilateral así que...
Total, que si no puedo leer en la cama, no puedo dormir y no hay "deber" que se ofrezca, la de tiempo que me voy a ahorrar al no tener que hacer la cama. Siempre se ha de buscar el lado positivo.

hack de man dijo...

Sólo pasan por los juzgados (o ni siquieran pasan) los asilvestrados, rojos, masones, ahora incluso lo llamados políticamente correctos homosexuales. En fin, todos esos descarriados.

Respecto a lo del sueño y la práctica sexual, en general, a los tíos les entra el sueño después de hacerlo, no durante... aunque supongo q alguno habrá q se duerma...

la gata dijo...

Priemr párrafo: sin comentarios.
Segundo: ah siiiií? Fíjate tu