2007/12/14

Un tomb per la vida

Llevo días sin postear ni un triste Youtube y de nuevo hoy me lo han recordado. No es que no quiera postear, es que estoy que no estoy. Demasiado trabajo, las navidades a la vuelta de la esquina, la búsqueda de piso y el agotamiento en general han podido conmigo. Así que hoy pasaba de escribir nada. Pero tampoco me apetecía leer, ni dormir, ni nada. y qué se hace en esa situación? Navegar por internet, claro. he intentado mirar páginas útiles, como las de las inmobiliarias o buscadores de empleo, pero no era una actividad apta para un viernes tarde. así que he hecho lo que , se supone que hace la gente cuando entra en google por primera vez: buscarse a sí mismo y a su entorno a ver qué encuentra.
Así que he escrito mi nombre esperando no encontrar nada pero sí, ahí estaba yo: en la revista, en la publicación de ese libro compartido, en una clasificación de esgrima del año de la tos. Me he sorprendido porque viendo lo que se asociaba a mi ombre cualquiera diría que soy yo...Parecía Adela de Otero!
Luego he seguido buscando. Ex compañeros y compañeras de clase, profesores, a mi ex, fantasmas del pasado y hasta a mi abuelo.
Hay gente de la que no he encontrado ni rastro. Ni una multa de tráfico, absolutamente nada, curiosamente los más grises. De otros encontré de todo, absolutamente de todo, webs, fotos, blogs, hasta entrevistas. ésos eran los que siempre fuern más inquietos. Me ha hecho gracia ver que en más de un caso se repetían pautas de comportamiento: mismos viajes, mismas experiencias.
Y por último los mega emprendedores,ésos que sólo encontré en una web de negocios y poco más. Sorprendentemente, en esta categoría encontré a los que ya apuntaban y a otros que no lo parecían.
Por desgracia de mi abuelo no encontré nada o, al menos, no lo entendí, es lo que tiene no saber alemán...

3 comentarios:

xnem dijo...

Si no estas en el red parece no solo que no existes sino que no has existido nunca.
Yo la primera vez que me busqué me asusté, ¿pero quien ha puesto eso? Todo el mundo pone, nadie quita. Luego están aquellos que se llaman igual que tu, así te sorprendes como práctico en el puerto de Valencia, científico, o que se yo.

Joan Fontcuberta realizó un trabajo artístico con este propósito adjudicándose metas conseguidas por otros, entre lo real y lo ficticio. La Vitrina del Fotógrafo en el Palau Robert. Creo que el lugar le suena.

xnem dijo...

Tu abuelo era alemán?

la gata dijo...

Interesante es tambien lo de los nombres iguales. Me pegué susto con una madre de quintillizos que se llamaba comon una compañera de colegio. No era ella. Destacaría que encontre mucho más de chicos que de chicas. No deja de ser curioso. Y sí uno de mis abuelos era alemán. Un día de estos contaré algo de él (me dio idea Mrs Pollito), aunque hace tiempo que quiero escribir su historia.