2008/08/30

Qué poco cuesta

Qué poco nos cuesta a un par de chicas volvernos unas consumistas y olvidarnos de los problemas y las injusticias. Qué poco cuesta admirar obras de arte en forma de zapatos y soñar con poder entrar un día en esa tienda y llevarse unos.
Qué poco cuesta arrancar sonrisas entre escaparates.
Claro que al entrar por la puerta de casa y ver una foto de Birmania en el pasillo recuerdo que en el mundo por mucho menos personas mueren, que con muchísimo menos són más felices que nosotros, que no les "hacen falta" esos zapatos. Entonces sé que a mi tampoco me hacen falta.
Ojalá algún día pueda entrar en una de esas tiendas y poderme comprar esos zapatos, para salir sin ellos, comprarme otros que valgan la mitad y poder destinar la otra mitad a quien realmente lo necesita para vivir.

3 comentarios:

Noemi Risco Mateo dijo...

Hay tantas cosas que no hacen falta y que la gente mata por ellas; y tantas cosas realmente necesarias que nadie se esfuerza por que todos las tengamos...
Este mundo es al revés.
Saludos,
Tanakil.

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con lo que dice Tanakil. De tod@s es sabido que la riqueza que atesoran unos pocos serviría para paliar el hambre del mundo.

la gata dijo...

Pues sí, la verdad. El mundo en elque estamos sólo nos incita a comprar y se olvida de lo que realmente importa, o tal vez es una manera de despistarnos.