No era el trayecto habitual que hacía en metro, ni la hora habitual. No solía mirar hacia el andén sino ir leyendo o distraida.Per allí estaba, en aquel metro, a esa hora, mirando por la ventana. Lo vió. el iba a subir. parecía indeciso entre dos puertas. Ella rezó porque subiera por la otra. No quería verlo. Pero tras un amago, él entró en el metro por la puerta que estaba justo delante de ella.
La vió, se sorprendió. Dos besos, saludo tenso y conversación de compromiso. Una situación violenta.
El trayecto hasta la siguiente estación fue eterno. Se despidieron con un ya nos veremos, más falso que un duro sevillano, de puro formalismo.
Una casuallidad más, una de tantas, a añadir en el anecdotario.
4 comentarios:
Muchísimas veces los deseos no se cumplen, ni para bién ni para mal.
Odio lo del "ya nos veremos", lleva implícito un puede que no nos veamos. Prefiero el "nos vemos", siempre que realmente quieras ver a esa persona, claro.
Pues eso, para que darle más vueltas. Una anécdota más y a por otra cosa... como por ejemplo, I don't feel like dancing!!!!
Conciertaaaaaaaazo!!!!!!!!
Necesito otro pase para el summercase, pero ya!!!!
La tendencia a encontrarse a gente por la calle...
Que cabrón... postea del concierto al menos...hombre ya! Yo tb quiero un pase.
Bueno... si no conseguis pase... ya os explico yo que tal el summercase... ;-)
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