2007/04/05

La animadora - gheisa

El otro día me llevaron a ver "Casa de muñecas" de Ibsen.
La obra me gustó, el espacio -la sala Muntaner- también me pareció adecuado, y los actores más que correctos.
Pero no dejé de removerme en la silla. No es que estuviera incómoda, bueno un poco sí, sino que me crispaba ver cómo trataba Helmer a su esposa Nora: la trataba como un animalito, como una mascota, una propiedad, daba por hecho que ella era menos que él en todos los aspectos. Y no paraba de llamarla "alosa" (alondra, en catalán) cada vez que la trataba con ea prepotencia (podria ha ber sustituido alosa por mema ya que en ese momento eran sinónimos). Lo que más me molestó fue darme cuenta que aquel trato no era más que el reflejo de la sociedad de la época, en que la mujer era eso, una criaturilla inferior, una carga, un lujo, un capricho, una mascota o propiedad más y que, como tal, debía estar agradecida a su amo, debía cuidarlo, reilre las gracias y estar a punto y perfecta para él en cada momento. Me tranquilicé pensando que esto ya no pasa. Luego me volví a poner nerviosa porque recordé que sí que pasa, y cómo, en países´musulmanes, en la India, donde mueren mujeres quemadas por sus maridos, en la China, donde tener una hija es tal desgracia que a veces las dejan morir en la calle.
Y me sentí afortunada por no vivir en ninguna de esas sociedades.
Pero, a medida que pasaba la obra , seguía pensando y me di cuenta que tampoco es la sociedad que vivimos las cosas están como debieran. Aquí en pleno siglo XXI se siguen dando mayor número de ascensos a los hombres, se les sigue pagando más, se considera que una mujer necesariamente ha de tener una vida plena si tiene hijos. Aquí, ahora, tener carácter y ser autosuficiente es muy bueno si se es hombre, y un defecto si se es mujer. Aquí, ahora, sigue triumfando el estilo "gheisa-animadora": chica inteligente pero que no me lleve la contraria, que coma pero que no se engorde, que trabaje pero que cuando llegue a casa sea unas castañuelas, segura de sí misma y desvalida a la vez, que lleve la casa, y por qué no, las zapatillas.
Vaya, el remanso del guerrero.
Por supuesto, no se lleva para todos, pero, en términos generales, así es.
Y qué pasa si ella es un guerrero? Qué pasa si se pasa el día a hostias en el trabajo? Qué pasa si, lo que menos le apetece al llegar a casa es ponerse a hacer coreografias con los pompones? Qué pasa si también necesita un remanso de paz y no una bronca por tomarse demasiado en serio su trabajo?
Cómo ser guerrero y damisela a la vez? Y más aún, quién quiere ser animadora-gheisa?
Mientras le daba vueltas a todo esto y me seguía moviendo en mi asiento (suerte que no tenía a nadie detrás) me identificaba con Nora y me daban ganas de pegarle cuatro gritos a Helmer.

Para saber algo más de la obra:

5 comentarios:

xnem dijo...

Y hay una cosa muy importante, se siguen copiando patrones, he visto escenas protagonizadas por jóvenes -muy jóvenes- donde el gallito es el amo del corral y las chicas lo consienten.

Venga a gritar!

no me lo invento han salido así

ameba

(las letras de verificación de palabra)

Armas dijo...

Ni que lo digas. Cuántos chavales adolescentes no consienten que sus novias lleven minifalda...o que se pinten...o todo lo contrario...que se pinten y vayan jamonas para lucirlas como trofeo....

Es uno de los grandes males de la sociedad actual. Nos dan el mundo para que participemos en él, ayudando a los hombres que siempre han trabajado para poder tener una vida mejor, y sobretodo para poder pagar la hipoteca. Pero por otro lado somos las que tenemos que compaginar la vida laboral, con la social y la familiar.

No sólo somos mujeres, sino también esposas, madres, hijas, jefas, empleadas y amigas....¿se me olvidó algo?. No puedes flaquear.

hack de man dijo...

No sé que hay que hacer para saber algo más de la obra... :-(

Armas dijo...

Jeje. Es verdad no está el link...

la gata dijo...

Vale sorry me he dejado el link...
Es este: http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/literatura/casa_munecas/presentacion.html

Dios! Definitivamente la amebización del mundo se acerca.

Aprofito panterita y te pido perdón por haber aguantado mi "mal de san vito" durante la obra