2007/11/26

22:22h, brillo y zapatos

Ayer de nuevo volvió a tocar ordenar zapatos:subir los de verano al altillo y bajar las botas. Como cada vez que hago esta "apasionante" actividad, me topé con un álbum de fotos, ése que me miro cada vez que hago el cambio de zapatos. Ese álbum es de otra época que ahora parece casi otra vida. hubo un tiempo en que ver aquellas fotos me hacía llorar, otras me daba rabia, otras algo de pena. Ayer las miraba, para no perder la costumbre, el ritual de la temporada y lo primero que vi es que era más joven. Era una niña! lo segundo que me llamó la atención fueron algunas miradas y mis ojos. Las miradas cómplices, las sonrisas eran otras y mis ojos brillaban como en ninguna otra foto. Miré otras fotos de otros momentos, incluso de algunas de locura salsera pero en ninguna me brillaban así, así no. Alguna había algo parecida pero la intensidad era otra. Supongo que ese brillo sólo lo da el primer amor combinado con la juventud y la ingenuidad, pero se me escapó una sonrisa algo amarga, no por aquella época a la que no querría volver sabiendo lo que sé, pero sí por ese brillo que se apagó un poco. Miré el reloj. Las 22:22h, cómo no. Por qué será que siempre miro el reloj a esa hora?

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Supongo que ese brillo sólo lo da el primer amor combinado con la juventud y la ingenuidad, pero se me escapó una sonrisa algo amarga, no por aquella época a la que no querría volver sabiendo lo que sé, pero sí por ese brillo que se apagó un poco

Oh!

:[

No pienses así mujer, el crecer comporta implícitamente una parte de dolor, pero esa es una parte que a la larga pesa poco.

Y como prueba el botón que significa tu blog, en él hay más aspectos positivos que negativos...

:]

Anónimo dijo...

No es que se haya apagado el brillo, es que ahora luce con otra intensidad... la intensidad que da haber vivido un poco más desde entonces...

marga dijo...

La diferencia entre el brillo de la adolescencia, sinónimo de "estoy empanada, aprovechate de mi ignorancia", y el brillo de la madurez, sinónimo de "a mi ya no me la das, que estoy de vuelta de todo".
Me quedo con el segundo, definitivo.

Anónimo dijo...

El brillo no se pierde... Nunca se pierde. Ni la madurez, ni el abrir los ojos a la cruda realidad, ni nuestras malas experiencias, ... nada, nada nos lo quita. Lo que ocurre es que se esconde, nuestro subconsciente (o lo que sea) lo atesora, se vuelve cobarde, se hace de rogar. Pero siempre habrá algo que lo haga aflorar, aunque cada vez será más difícil. Quizás..., se vuelve exigente. Pero está ahí. A mí madre, por ejemplo, sólo se le ve al mirar a sus nietos. No siempre habrá una instantánea que nos permita ver que aún existe. Unos pocos afortunados lo mantienen toda su vida, sin ser siquiera conscientes de ello; otros, nos la pasamos intentando encontrarlo; y, algunos, buscándolo en los ojos de los seres queridos.

Anónimo dijo...

A mí también me pasaba al mirarme al espejo por las noches... Pero un buen día me di cuenta de lo que me pasaba:

¡las putas lentillas, que te dejan los ojos secos cual bacalao cuando te las quitas!

Na... te esperas cinco minutitos y ya los tienes otra vez echando chispitas!

(ejem) :)

xnem dijo...

Si algo pueden ofrecer las fotografías que no da la simple realidad es información, sobre lo que hay, lo que no, el paso del tiempo y sobre detalles que no apreciamos hasta que se nos hacen visibles espontáneamente, por el paso del tiempo o porque ya quedaron atrás y no es posible volver. El brillo de los ojos es exactamente eso, ese tipo de detalles que a simple vista cuesta reconocer pero que una foto congela para siempre el buen observador sabe apreciarlo. La ingenuidad, la inexperiencia, la alegría de la juventud, el no pensar en el mañana, nos pueden proporcionar un brillo que aunque no sea real, trasluce lo que hay y lo que no.

Sobre el reloj; llevo unas semanas con las 22.10 y las 10.10 , yo le llamo la hora Dalí, y es una imagen muy positiva. En algunas películas y anuncios acostumbran a colocar así las manecillas.

Feliz felicidad y mucho brillo, aunque sea interior.

la gata dijo...

RENTON:
Bueno, es una realidad, tan tonta ya no me van a pillar.

REVEUSE:
Se te ha caido la U.

PERL:
Yo tb aunque añoro la felicidad del ignorante a veces.

TRASGU:
Lo sé lo sé...se me ha ido la mano con el listón. Y babeo, es cierto, con mis sobrinos.

ARDI:
Espera...joer pues es verdad...llevaba las gafas sucias...tanta comida de tarro para nada...aix...

XNEM:
El hombre de hora daliniana...muy bueno. Sí, las fotos enseñan hasta lo que no queremos que se vea.