2008/03/26

Levantando polvo sin necesidad

Lo que tienen las vacaciones con mal tiempo es que no puedes hacer casi nada y las sobremesas y las charlas se dilatan. Los temas llevan de un lado a otro, de una discusión a otra, intercambios de impresiones, etc, etc. También hay tiempo para chistes y risas pero por lo que sea, el mal tiempo lleva a hablar con mayor profundidad.
Y cuando profundizas en según que, cuando le das mil vueltas a un tema, por casualidad sale otra línea de debate así, de refilón que zas! te recuerda esto o aquello.
Eso me pasó estas vacaciones. Me acordé de una escena hermosa, de las más hermosas creo, aunque hoy me sea algo amarga. Es de esos momentos en la vida que se quedan a fuego, aunque se queden sólo almacenados con el tiempo. De esos en los que se recuerda hasta lo que se llevaba puesto.

Era un día de invierno por la tarde, bastante tarde. Yo salía de la facultad tras una clase. Él me esperaba en el coche. Llegamos a la clínica bastante justos de tiempo con un ramo de flores comprado en la esquina. En el pasillo de maternidad nos encontramos al flamante padre de la criatura, con cara de cansado y la mayor sonrisa de felicidad del mundo. Nos llevó hasta la habitación en la que descansaban su mujer y su hija recién nacida. Hicimos los cumplidos de rigor, las preguntas de rigor. En eso que me dicen que coja a la niña. Jamás había tenido en mis brazos a un recién nacido. Antes de que pudiera evitarlo con cualquier excusa, me encontré con la pequeña en mis brazos. Sentí pánico. No sabia cogerla, y si se me caía? y si no le aguantaba bien la cabeza? Me sentía patosa. En esas que empezó a emitir una mezcla de gemidos-lloros. No sabía que hacer. La mecí un poco, junto a mi pecho y la acuné como me dictó el instinto, supongo. Estaba segura que iba a notar mi pánico, mi falta de experiencia y todo y que iba a empezar a llorar a pleno pulmón. Pero no fue así. De hecho dejó de llorar, dibujó una sonrisa en sus labios y se puso a dormir. Roncaba un poco. Y lo sentí.
Mientras la seguía acunando levanté la cabeza. Los padres de la criatura me miraban con una sonrisa muy parecida a la que me dedicaba su hija. Giré la cabeza. Él me miraba. También sonreía y en los ojos adiviné un brillo vidrioso.
Al poco rato nos fuimos para dejar descansar tanto a los padres como a la criatura.
En la puerta de la clínica él me dio un beso de esos que quitan la respiración. Nos miramos y seguimos caminando por la calle abrazados. En un momento me paré y lo miré a los ojos, seria y le dije: "si alguna vegada tinc un fill vull que sigui teu" (si alguna vez tengo un hijo quiero que sea tuyo). Y nos abrazamos entre lágrimas.


Aquella tarde creía sin duda que a quien abrazaba era la pareja perfecta. Esa ha sido la única vez en mi vida que he sentido que el reloj biológico llamaba a mi puerta. A la vista de las vueltas que dio la vida desde entonces, por suerte sólo fue un momento de "enajenación mental transitoria" que no se ha vuelto a repetir. Me sabe a amargo ver, tras tantos años, aquellos momentos en que creía que todo era perfecto, sabiendo que no lo era.
Demasiadas horas hablando de lo mismo es lo que tienen.
Tendré que poner un poco de polvo sobre esos recuerdos de nuevo.

2008/03/25

Plegar velas

Dice Sun Tzu en El arte de la guerra que nada se consigue de insistir en un fracaso. También explica que la retirada debe realizarse con seguridad y antes de haber perdido todas las fuerzas que dejaran tan débil a nuestro ejército que no pudiera afrontar otra posible batalla.
Me tengo que comprar este libro un día de estos porque me encantan las citas que saco de él.

2008/03/16

El trofeo

Según la R.A.E:

TROFEO:

(Del lat. trophaeum, y este del gr. τρόπαιον).
1. m. Monumento, insignia o señal de una victoria.
2. m. Despojo obtenido en la guerra.
3. m. Conjunto de armas e insignias militares agrupadas con cierta simetría y visualidad.
4. m. Victoria o triunfo conseguido.

No sé si tenéis muchos trofeos: de algún deporte, de un concurso literario, de un concurso de pintura, de música, de tetris, de lo que sea. Yo tengo alguno que otro. Recuerdo que algunos costaron de conseguir, otros no tanto, o simplemente me los dieron por con cualquier excusa.
Recuerdo que me hicieron ilusión, por lo que costaba o por lo que significaba tenerlos en mi poder. Pero qué valor han tenido después? Qué valor tienen una vez conseguidos? Tal vez empezaron estando en un estante bien visible, luego pasaron a estar en un estante más apartado y, finalmente, en una caja.

El otro día alguien me decía que no había nada mejor que ver a su chica bailando en la pista con uno o con otro, ver que la deseaban, sabiendo que era "suya". "Es lo mejor, llevártela del brazo al final de la noche mientras los demás la miran". Entonces, no sé por qué, pensé en esas cabezas de toro colgadas de una pared de un bar taurino, o la de un jabalí en el salón de un cazador.
Me acordé de esos "trofeos" disecados que se llenan de polvo mientras su dueño, que antes los enseñaba orgulloso, ahora ni les presta atención.

Y tras esto, pensé que no quiero ser un trofeo al que exhiban.

2008/03/10

Distancia de marcha fondo

El tirador debe estar siempre con la guardia en alto, es decir, con el brazo en ángulo paralelo al suelo formando un ángulo de 90 grados. La distancia de seguridad o tanteo es equivalente a una marcha y un fondo, es decir, suficiente como para poder responder a un ataque. Una distancia superior implicaría estar fuera de distancia y, en caso de prolongarse podría ser sancionable esta actitud de pasividad. A una distancia menor se tiene más posibilidades de atacar al adversario pero el riesgo es mayor. Sea cual sea la distancia siempre se ha de mantener la guardia alta.
A ver si te lo recuerdas de vez en cuando , Gata, que estas cosas no deben olvidarse.

2008/03/08

Levantarse con una canción

llevo días con una canción en la cabeza. La tenía tan en la cabeza que hasta me he comprado el CD. Y como no paro de oírla pues la cuelgo aquí.
Espero que os guste. Es Amy Winehouse y su Rehab.

2008/03/05

Sensitiva

El otro día en una conversación salió la palabra sensitivo. Me tuve que oir que la palabra no existía, y yo venga a insistir que sí, que era una persona con agudeza sensitiva.
Total , que San Google me confirmó su existencia.

sensitivo,va
adj. De las sensaciones producidas en los sentidos,y especialmente en la piel,o relativo a ellas:
molestias sensitivas;
capacidad sensitiva.
Capaz de experimentar sensaciones:
órgano sensitivo.
Que estimula la sensibilidad:
ambiente sensitivo.
Que siente o se impresiona fácilmente:
persona sensitiva.

Hoy experimenté cómo de "sensitiva" puedo ser.
Hacía viento y tenía una reunión en la planta 12. Me he mareado como una sopa porque notaba como se movía el edificio.
También hace poco vi en la tele por qué nos mareamos. Es por exceso de información descompensada: lo que recibe del oído, de los ojos, está en planos distintos, más cuanto más agudos sean los sentidos del sujeto.

Seré "la dona biónica?"