2009/12/18

Según se mire

Hay conversaciones que cambian el ángulo bajo el que se miran las cosas, que dan un giro a aquello que leemos, que vemos por televisión, que nos dicen. Hay conversaciones de esas, de quien vive en primera persona las cosas que se ven en los telediarios que zarandean las ideas preconcebidas, que nos llevan a ver las cosas con los ojos y los ideales de esos otros y no desde la visión siempre inevitablemente polarizada que nos llega por otros medios.
Hace tiempo leí que en Israel el servicio era obligatorio pata todos sus ciudadanos, tres años para los hombres y dos para las mujeres, sin excepción.
Desde mi perspectiva, de escaso sentimiento patriótico, pacifista y que cree que “regalarle tiempo” al estado era más que un regalo, un robo, me pareció indignante.
No seré yo quien se ponga de parte de unos u otros, pero lo cierto es que algunas imágenes vistas en los telediarios de niños palestinos lanzando piedras a los tanques israelíes me han estremecido más de una vez y me han hecho simpatizar con esos críos frágiles defendiéndose frente a las masas de hierro.
En su momento pensé en lo terrible que me parecía perder tres años de la vida y, más aún, en un ejército como ese, en un país que, lleva muchos años en conflictos bélicos demasiado largos, en los que hay demasiada sangre derramada que perdonar. Me pareció que fomentar ese militarismo de la población civil era una manera de seguir el conflicto.
Nunca me planteé qué pensaba un israelita del tema. Ni me pasó por la cabeza que la población viera ese servicio militar como parte de la enseñanza y la madurez personal, que se cumpliera con orgullo patriótico y con en convencimiento que aquella era una manera de estar protegido ante cualquier adversidad. De eso me enteré en esa conversación.
Y entonces vi una cicatriz en el brazo de quien me habla. Pregunté y resultó ser una cicatriz debida a una herida de bala y, combinado con ese sentimiento de protección de un pueblo y la naturalidad de semejantes lesiones, me di cuenta que es muy difícil entender cuando no se está en la situación, que los desvalidos no lo son tanto y que los fuertes también tiene debilidades.
Quizás porque, afortunadamente, estos conflictos sólo los veo en lugares en la televisión me sentía lejos de ellos, aquella cicatriz zarandeó mi mundo y me aproximó a una realidad de esas que veo tras la pantalla.
Entonces me pregunté cuántos ciudadanos de a pie había en aquel país que supieran disparar un arma, cuantos médicos, abogadas, arquitectos, peluqueras, economistas, ingenieros tenían algún recuerdo así de su servicio militar y lo explicarían, cual anécdota, como las historias de la mili de nuestros padres antaño. Me aterró que podría ser yo si la situación de mi tierra implicara que todos debiéramos pasar por el ejército y no precisamente para misiones humanitarias.
Quién era la víctima entonces? Quién era el que atacaba? Quién se defendía? Simplemente, todos y nadie.
En ese momento entendí que todo dependía de cómo se mirara.


2009/12/13

Media etiqueta contenida

Tocaba ponerse otro disfraz.
Otro año más tocaba vestirse "de media etiqueta": vestido de cóctel, zapatos de diez centímetros de tacón, bolso diminuto, maquillaje y peinado elaborado.
De nuevo tocaba estar un rato en un ambiente relajadamente contenido, sintiendo más de una mirada cual puñalada y devolviendo sonrisas de falsa cortesía. No le gustaba.
Mientras se pintaba la máscara para esa noche pensaba en qué pasaría si apareciera en chándal, o con un disfraz de oso de peluche. Entonces se planteó quién era ella. Se preguntó si estaba en todos o en ninguno de aquellos atuendos de sus distintas facetas.
Se puso la mascarilla de pestañas y miró el resultado de su obra en el espejo. Sonrió.
Quizás sí era cada una de aquellas caras que la vida le llevaba a tener. O al menos eso debía intentar: no perder la esencia aun cuando fuera en una velada de media etiqueta contenida.

2009/11/30

Notas sensuales

Llevo días escuchando una y otra vez esta canción. Me encanta el lado más sensual de Lenny. No me importaría conocer a quien es capaz de componer e interpretar, a viva voz, al piano, con una guitarra, batería y seguro que hasta con una pandereta, una canción así.
Hoy esta gata está demasiado cansada para escribir una linea más, de hecho, creo que las palabras sobran. Que ustedes lo disfruten.


2009/11/26

Máscara

Estaba acostumbrado a llevar máscaras, aunque de otro tipo, de ésas que se llevan a cara descubierta durante todo el día, de las que no sólo ocultan el rostro, sino también el alma. No le costaba disfrazarse de trabajador de cuello blanco cada mañana, de persona comedida, de persona impersonal. Ser otro formaba parte de su día a día.

Pero aquello era distinto. Aquella máscara tenía que transportarlo, liberarlo de sus prejuicios y miedos, dejarle libre o, al menos, eso le habían dicho.

Dudaba que, por el mero hecho de ser una persona anónima en un baile de máscaras, su actitud fuera a ser distinta. Así que llegó a la fiesta con su antifaz y su escepticismo. Al principio se sentía como siempre, como en cualquier otro evento. Por un momento sintió la decepción del que ha puesto demasiadas expectativas en humo, pero, a medida que pasaba el rato se iba sintiendo más cómodo, hasta que, de pronto, se dio cuenta que nadie lo conocía, que no conocía a nadie y que a nadie parecía importarle lo que pensaran aquellas personas anónimas.

Y por fin, se sintió libre. Por fin podía ser quien era, por fin podía bailar o no, flirtear o no, ser amable o desagradable, beber o no, reir o no, llorar o no. No había una cámara indiscreta, un qué dirán y, lo más importante, la autocensura que siempre le acompañaba se había quedado en la puerta.

Sonreía y hablaba sin ser nadie y siendo, por una vez, un todo auténtico, tal cuál, sin conservantes ni colorantes.

Pasaron las horas sin que se diera cuenta, entre música, miradas, besos, chistes, bailes y copas.

Y, de pronto, una de las cintas se rompió. La máscara cayó al suelo y se rompió en pedazos, como su libertad. Abrió los ojos como platos, aterrado.Miró a un lado y otro y salió corriendo, dejando con la palabra en la boca a aquéllos con los que conversaba y la incredulidad dibujada en los labios de la chica que lo abrazaba.

Unas calles más allá se paró ahogado. Miró a su alrededor y se dio cuenta de que era un cautivo de su propia vida.

Empezó a llover y las gotas se mezclaron con sus lágrimas de preso en su galera de cristal.

2009/11/11

Añoro

Te añoro. Te añoro, así de simple.
Será por eso que cuando vuelvo quiero verte, debo verte y no hay compromiso que pueda interponerse.
Añoro tenerte un rato frente a mí, junto a mí.
Añoro tu olor, tus caricias en mis pies, tu murmullo. Añoro verte tranquilo, hasta tus días de furia en los que podrías arrasarlo todo.
Añoro tu fuerza y tu calma.
Será por eso que, aunque sea por unos minutos tengo que verte cada vez que vuelvo a estar cerca de ti.
Esta vez sólo pude saludarte, poco más de un breve "hola". Fue suficiente, más o menos.
Me hiciste sonreír y llevarme tu recuerdo y añorarte de nuevo mientras me alejaba en el tren.
Cómo añoro ese mar, ese Mediterráneo.

2009/11/01

Un hogar en una acera

Cada vez que pasaba por aquella calle me preguntaba cómo se podía llegar a esa situación.
Descubrí aquella calle en uno de tantos paseos por la ciudad, uno de ésos sin rumbo, sin hora y sin tiempo que me llevan a perderme hasta, a veces, tener que echar mano del callejero que siempre me acompaña.
Era una de esas calles céntricas y estrechas,grises, algo oscura, con un edificio abandonado, funcional de los setenta, gris, envuelto en polvo gris, que en otros tiempos debió albergar montones de oficinas repletas de empleados grises.
La que fue la entrada formaba un porche de un metro de profundidad que parecía el lugar perfecto para que un vagabundo se instalara con sus cartones. Y allí estaba.
Pero aquél no era un vagabundo cualquiera.
Además de los cartones a modo de catre , aquél había montado una especie de salón junto a una de las paredes que había cubierto con una tela de saco de la que colgaban adornos e, incluso una flor de plástico.
También había una cocina de cámping gas y unas cacerolas ordenadas.
Aquellos metros de acera no eran un simple lugar donde descansar los huesos sino una casa completa.
Cada vez que pasaba por allí me sentía como una intrusa que se colaba en casa de alguien sin preguntar, sin pedir permiso. Me sentía incómoda, aunque seguía pasando por allí.
Afortunadamente nunca me había encontrado con el inquilino del lugar, así que al menos no era tan violento como si me colara en una intimidad a la nadie me había invitado.
Pero el otro día, al mediodía, me encontré la casa en plena actividad.
Había una silla, una mesa de cámping con un hule de flores, un vaso, dos botellas de cerveza de litro, una servilleta de tela a cuadros y unos cubiertos.
Me sorprendió que hubiera dos pares de cubiertos, de ensalada y de pescado, tan perfectamente dispuestos en aquella mesa en medio de la calle.
Entonces reparé en la lata de sardinas que esperaba abierta en la esquina superior derecha de la mesa.
Me dejó desconcertada la imagen de aquellos cubiertos que mantenían el sibaritismo en alguien que vivía en una acera y comía sardinas.
¿Quién debía ser aquella persona que no podía o no quería comer pescado sin el cubierto adecuado pero dormía entre cartones a la intemperie?
Dí un vistazo rápido por la calle para ver si podía descubrir a aquel inquilino de acera desconocido. Allí estaba en su "cocina" preparando su ensalada.
Era un hombre mayor, tal vez envejecido sin serlo, enjuto, menudo, de pelo cano, ni largo ni corto, barba recortada, cuidada, blanca.
Sus ropas no estaban demasiado nuevas aunque no parecían sucias: un pantalón gris, una camisa de rayas, un jersey, un pañuelo anudado al cuello.
Tenía aire de vagabundo, adquirido a la fuerza, al dormir entre cartones.
La sensación de intrusa me llevó a cambiar de acera antes de que me viera, para no molestar.
Descubrí, entonces, que no había caído que me faltaba una habitación de la casa por ver: el retrete.
El olor a orín,a rancio, a agrio, me llevó a apresurar el paso y a olvidar las preguntas que me hubiera gustado hacerle a aquel hombre.
Aún así, mientras me alejaba, una de ellas se repetía, una y otra vez: ¿quién es ese hombre?

2009/10/22

White-collar

Iba yo a tomar mi cafetillo fuera del súper-osea-edificio, para despejarme un poco por estar en mi zulo-cubículo recién estrenado (la modernez de perder espacio e intimidad no me gusta, llámenme anticuada) y me encontré una imagen que me pareció graciosa:
En el centre comercial, en una de las cafeterías había una mesa larga ocupada íntegramente por unos diez o doce white-collar employees.
Permítanme el anglicismo pero me pareció muy propio. Todos igualitos, con el mismo color de traje, el mismo tipo de camisa, de corbata, de peinado. Miré en las otras mesas, el patrón se repetía, con algún toque de color femenino, aunque, dicho sea de paso, hay pocas féminas e proporción trabajando por aquí.
Y es que el estilo de quienes trabajan por aquí tiene ciertos aires americanizados mezclados con un toque algo más clásico.
No había nadie con gafas de pasta, ni con camisa oscura, primaban las corbatas de colores vivos y, aunque no me fijé tanto, dudo que hubiera muchos que no llevaran gemelos.
Entonces me acordé de haber oído eso de los white-collar employees, que por lo que he podido averiguar se empezó a utilizar en los años veinte, para distinguir a los que trabajaban en la administración o en profesiones que no fueran la fábrica o el campo. Se ve que por entonces sólo eran un 10% de la población.
Mientras me tomaba mi café seguía observando. Tras las mesas plagadas de uniformados empleados, se veían los escaparates coloridos, repletos de ropa "casual" de esa reservada para el fin de semana o, si hay suerte, para el casual Friday, como si ir el viernes contejanos implicara no trabajar.
Me pregunté si no valdría la pena poner más ropa de trabajo en esos escaparates para los que, al parecer, visitaban el centro comercial. Luego decidí, que como yo, éstos preferían ver ropa informal y de colores, de esa con la que se es uno mismo, en vez de uniformes de trabajo, por muy white que sean los cuellos.

2009/10/16

Parando los platillos

Me gustan las cosas claras, decir lo que pienso, lo que siento. No soporto las ambigüedades, los “sí pero no”, los “no pero sí”. Me inestabilizan. Mi cabeza de Libra puede generar tantas hipótesis frente a una incerteza que puede llegar casi a la saturación.

Es por eso que, a veces, cuando mis pobres platillos se ven zarandeados, cuando van de un lado a otro, necesito clavar los talones en el suelo, plantarme y ordenar tanto alboroto.

Quizás por eso hay quien a veces se quede desconcertado, o se asuste o se sorprenda. Sé que hay quien lo valorará positivamente.

Estos días mis platillos dieron un par de vueltas, ya se sabe, de vez en cuando toca. Aún así, me alegro de haber podido controlarlos y volver a la estabilidad.

Ahí va una canción, que hacía mil que no oía pero que da paz.

2009/10/02

Barbudas tendencias

En el año de Darwin, uno de esos barbudos míticos de la historia, parece que los “machotes” del lugar pasan de poner sus barbas a remojar. Y es que a la vuelta del verano, allá por donde miro de la ciudad, en cada esquina, salen barbudos.
Yo, ilusa de mí, pensé en que quizás era una especie de homenaje colectivo y silencioso al autor de la teoría de la evolución. No acababa de entender por qué algunos se dejaban una barba rala, o dibujada, o perilla en vez de la poblada que “debiera” para dicho guiño evolucionista, pero no le daba más vueltas. Simplemente pensaba, “mira que son raros los tíos mira que es antiguo esto de llevar barbote a lo Darwin”.
Hasta que el otro día una compañera de trabajo me dijo que también se había fijado que nos habían crecido los barbudos, que no los enanos, con el fin del verano. Pero ella sabía el motivo real y me dio luz: “Desde que el Rey y el Príncipe se han dejado barba se ha puesto de moda”.
Aaaaaaah!!! Así que era eso…
Ahora lo entendía, bueno, al menos sabía el motivo más que entenderlo. La Casa Real marca tendencias, los Leti-tacones para ellas y las barbas-de-sangre-azul para ellos. Sería divertido que se cruzaran los papeles y ellos fueran los taconeados y ellas las mostacheadas.
Aún así, según que barba, me sigue pareciendo de otra época, poblada y sin arreglar, cual Edmundo Dantés recién huido. Me da también la sensación que es la excusa perfecta para no afeitarse, ésa de decir “cariño llevo barba como el príncipe, no es que no quiera afeitarme”.Eso o el mundo que me rodea es muuuuuucho más monárquico de lo que pensaba. Pero bueno, es una opinión.

2009/09/28

Llegó el cambio de año

De nuevo pasó el cumpleaños. Empieza un "curso", un año más. Llega el momento de plantearse los objetivos que deseo cumplir. Aún no hice la lista este año, aún tengo que pensar, tengo que centrarme un poquito.
De momento saborearé unos días aún los buenos momentos de este fin de semana de celebraciones, las felicitaciones, las sorpresas, los abrazos y las risas. Paladearé esos ratitos en compañía de mis tesoros, ese ratito que me han regalado, para felicitarme, ya fuera en persona, en papel, por teléfono, msn, sms o como fuera, en persona o a miles de kilómetros de distancia, en castellano, català, inglés o alemán. Los que no pudieron venir también estuvieron muy presentes.
En el viaje de regreso leía las dedicatorias que me pusieron en la libreta de "ideas" y sonreí como una tonta. Me hicieron feliz.
Pero, sin duda, la felicitación que más me tocó la fibra fue la que me hizo alguien que lucha por ganarle la partida a esa enfermedad cruel que la consume: "No pierdas ni un solo minuto en no ser feliz".
Pretendo intentarlo, al menos y compartir grandísimos minutos con aquéllos que quiero y no perder un sólo instante con quien no se lo merezca. Como primer objetivo del curso no esta mal, verdad?
Palabra de Gata.
Ahí os dejo una de esas escenas para el recuerdo.


2009/09/14

Hoy lloran todas las Baby del mundo

Corría el otoño del 88, todo el mundo me llamaba Margui sin que a mi se me pasara por la cabeza la idea de protestar.
Eso fue antes de la caída del Muro, de las Olimpiadas del 92, cuando quería ser broker y pensaba que existían los príncipes azules.
Ese año me regalaron la película de Dirty Dancing por mi cumpleaños.

Tenía doce años y me impactó, por el baile, por la historia, por los protagonistas, por todo.
Me impactó tanto, supongo que por la edad, que me pasé un año mirándola cada día, para fastidio de la familia. Aún hoy recuerdo los diálogos, conseguí que mi hermano me trajera un disco de EEUU de la gira de conciertos con los artistas de la banda sonora, bailé una y otra vez los bailes, y sí, como muchas de las chicas-niñas que éramos en aquella época, conseguí que un "caballero" accediera a hacer "el salto".
Y con Johnny descubrí a los "malotes" de cine, ésos duros, ésos distintos, esos que pueden pelearse y pegarse unos bailes, ésos que llevan pintas o un traje con el mismo estilazo, ésos que, por algo son los “de cine”, se quedaban con la chica en vez de ir de flor en flor.
También miré una y otra vez, con muchísima vergüenza, la escena de amor, el baile tórrido en la habitación de Johnny. Soñé con esa escena, al igual que suspiré por, algún día bailar así, con alguien así.

Pasaron los años y dejé aparcada mi obsesión, aunque siempre le he tenido especial cariño a esa película y a todo lo relacionado con ella, especialmente a los protagonistas.

Y es que Patrick fue, sin duda, el primer malote de película por el que suspiré, por sus pintas chulescas, por lo bien que bailaba, por su mirada dulce. Así que seguí su carrera cinematográfica y volví a suspirar por el en “Le llamaban Bodhi”, entre olas, y “en Ghost”, con las manos enfangadas abrazando a Demmy Moore, o siendo un heroico médico en la India de "La ciudad de la alegría". Lo vi bailar con su mujer en una de sus últimas películas.
Aunque, sin duda, para mí siempre será ese bailarín vestido de negro que seducía a todas y enseñaba a bailar a Baby, que cuidaba a su amiga y que se acababa enamorando de la niña patosa.

Hoy Patrick dejó de bailar, de actuar, de cantar.
Hoy Johnny dejó Kellerman’s, Bodhi fue a por esa gran ola y Sam se fue finalmente con los espíritus.

Os dejo esta canción, escrita e interpretada por él, que formaba parte de la banda sonora de Dirty Dancing.
Descanse en paz Mr Swayze. Gracias por habernos hecho soñar a tantas con malotes vestidos de negro en vez de con cursis príncipes azules.

2009/09/03

Arrivals

Por más que en mi vida cada vez sea más habitual, no me acostumbro.
¿A qué?
No me acostumbro a llegar a un aeropuerto, a una estación de tren o de autobús y que no haya nadie esperándome. Recoger la maleta y salir por las puertas que separan la zona de seguridad de la zona de llegadas sabiendo que no hay ninguna cara conocida al otro lado, que va a tocar ir a por un transporte, el que sea, sola, cargada, cansada, sabiendo, o no, la dirección exacta a la que toca ir a por el tren, taxi o metro de turno.
Quizás en un aeropuerto, en que hay más gente esperando, sea donde más duro me resulta.
Se abren las puertas y aparecen montones de personas tras una barrera, expectantes. Algunos te miran una centésima de segundo hasta ver que no eres la persona que esperan.
Antes miraba como si fuera a encontrar una cara conocida. Últimamente, ya no.
Sólo salgo, con paso ligero y me alejo del campo de visión de esas personas que siguen a la espera, mientras busco las señales o voy directa hacia donde sea.
Pero aún así, no me acostumbro.
Recuerdo cuando de pequeña íbamos a buscar a mi tía al aeropuerto cuando venía de Alemania. Íbamos toda la familia (ahora me pregunto cómo cabíamos en el coche) y era "el acontecimiento" del año, al menos para mí, que me moría por estar en la terraza exterior viendo despegar y aterrizar aviones bajo un ruido ensordecedor.
Supongo que los tiempos cambian, que los transportes de larga distancia son sólo parte de nuestra cotidianidad y, como tantas cosas, a día de hoy, no se merecen más atención.
Aún así, no me acostumbro, aunque las lleve mejor que las despedidas, eso sí.

Dejo un enlace de una escena de Love Actually que veo a menudo, concretamente cada vez que esa rutina escuece (no cuelgo la escena porque no me lo permite).

2009/08/15

Pinceladas



La luz de la mañana se colaba entre las cortinas, suave, silenciosa, y se posaba sobre su piel blanca, aterciopelada, casi translúcida, mientras sus pendientes desprendían leves destellos que se reflejaban en las sedas malvas del edredón.
Contemplarla era un espectáculo, un placer que él saboreaba como si se tratara de un manjar exquisito.
No podía dejar de mirarla.
-Así estás perfecta, no te muevas – dijo mientras agarraba uno de sus pinceles.
Ella sonrió girando levemente la cabeza para volver a la postura original y quedarse allí, recostada e inmóvil
Cada pincelada era para él como una caricia, como si cada una de las cerdas de su pincel fueran sus dedos. Casi podía sentir el vello de ella erizándose al deslizar el pincel por el lienzo.
Mientras perfilaba aquellas curvas perfectas sentía cómo deseaba a aquella mujer, a su mujer. Aquellas caderas, su minúscula cintura, sus piernas interminables, su nuca.
El sol estaba cada vez más alto y empezó a deslumbrarle.
-Lo dejamos por hoy Clotilde.
Ella se giró y sonrió. Se recostó sobre la cama y le dijo casi en susurros –Anda, ven-.
Quién podría resistirse a aquella piel bajo el sol de la mañana, sobre las sedas malvas.

Hace poco pude contemplar un maravilloso cuadro de Sorolla, un desnudo de su mujer, que era además un homenaje a la Venus del espejo de Velásquez.
El cuadro me impactó por su belleza, delicadeza, por su luz, por supuesto y porque se podía ver el amor que profería Sorolla a su mujer.
Y envidié a Clotilde.Juzguen por sí mismos.



2009/08/09

A mis Bambis



Creo en las sensaciones. Creo en esa primera impresión que te da alguien cuando lo conoces. Creo en esa vocecita interior que da la alarma a veces. Creo en la luz que desprenden algunas personas.
A veces he desoído ese aviso y el tiempo me ha demostrado que debería seguir mi instinto, ese mismo tiempo que ha hecho que vea brillar la luz de esas personas especiales que he conocido en la vida y que me han marcado.
Y es que si bien hay personas de las que uno se ha de alejar, hay otras que tienen ese algo especial que no se sabe qué es pero que simplemente, lo tienen.
Puede ser en cualquier situación, en cualquier momento, en cualquier lugar, porque la luz no entiende de coordenadas.
No hace mucho me preguntaron por qué alguien es especial. Sólo se me ocurrió el poco original “simplemente lo es”. Tal vez la inteligencia, la bondad, la alegría, no lo sé, tal vez sea todo un poco.
Será por mi carácter un tanto extremo, ése que no me deja hacer las cosas a medias, que no me deja querer a medias, ni dar a medias, que cuando conozco a una de esas personas “con luz” me siento en la necesidad de quererla, de cuidarla, de hacerla feliz.
Será por eso que cualquier rato con esas personas maravillosas tiene un valor incalculable.
Será por eso que cuando me he de alejar de esas personas especiales, de uno de mis “tesoros de carne y hueso” , ya sea familia o amigos, se me parte un poquito el alma y me queda un pequeño vacío entre la aurícula y el ventrículo (más si la luna esta “casi” llena y mis hormonas están de fiesta periódica).
Pero sea como sea, me siento especialmente feliz de descubrir a esas personas maravillosas, de dejarlas entrar en mi vida, de compartir con ellas, aunque sea por un tiempo a veces limitado, aunque sea difícil volverse a ver. Sea como sea siempre tendrán ese “reservado” en mi corazón.

Este post se lo dedico a mis Bambis, que han sido todo un hallazgo, especialmente a quien que se coló en este alma de Gata a golpe de sonrisa. Espero conservaros, aún en la distancia.

2009/07/30

Hot

Era un almuerzo de trabajo más, uno de esos días en que una reunión por la tarde fastidia la jornada intensiva. Fue a comer con dos compañeros. La conversación era animada y el menú correcto.
Hubo un momento en que uno de sus compañeros mantuvo más la mirada de lo que debiera.
Se sintió algo intimidada aunque no lo suficiente apara bajar la vista.
Y entonces recordó otro almuerzo similar, con otros compañeros en el que una colega comentó un capítulo de un libro de Tracy Cox en el que hablaba de la relación entre la manera de comer y la manera de ser en la cama.
"Su apetito comiendo puede revelarte la potencia de su libido. Su forma de comer te hablará sobre sus formas en la cama: delicado, brusco, meticuloso, avasallador, dado a los excesos… Obsérvale bien. ¿Saborea o simplemente traga? ¿Mordisquea y juega con la comida? ¿Chupa y se relame? Pues algo parecido hará después contigo.Y recuerda: comiendo se despiertan los instintos más básicos, así que una cena suculenta puede ser el mejor preludio a una noche de amor.
De la forma de comer de tu pareja puedes extraer conclusiones más trascendentales. Según Tracy Cox, el típico hombre que no sale del filete con patatas será también el prototipo de amante de sábado por la noche y postura del misionero. Sin embargo, el comensal que está abierto a probar sabores nuevos y exóticos puede ser la mejor pareja para practicar el Kamasutra o el sexo tántrico.Si buscas un hombre protector, fíjate en si, cuando te da a probar de su plato, te ofrece la mejor parte. “Y si usa su propia cuchara para que pruebes su postre, cásate con él”, sentencia Cox. No sustituyas chocolate por sexo, es mucho mejor si los disfrutas juntos".
Entonces observó a sus dos compañeros.
Uno comía con ansia, ya casi había acabado y no parecía que fuera a dejar nada en el plato, aunque tampoco parecía estar por nada más que por la comida. El otro también estaba casi por acabar pero no parecía ansioso, sino meticuloso, a la vez que intervenía más en la conversación.
Se sirvió agua fría, bien fría y pensó que qué diría Freud de aquella asociación de situaciones.

2009/07/27

Añoranzas de sal

Tras un fin de semana de calor húmedo, de brisa marina, de arena, paseos y fiesta,de risas, de maravillosos momentos con mis "tesoros de carne y hueso" llegan los momentos en los que me añoro más, justo cuando llego a la estación, pasada media noche, sola, voy a casa, sola, llego a casa y estoy sola.
Es sobretodo en momentos así en los que esta canción aparece sin saber cómo, desde un recuerdo de esos "almacenados" y me hace preguntarme lo que no debería cuestionarme.
Qué le voy a hacer...

2009/07/10

En algún lugar

No sé dónde me dejé la inspiración, la creatividad, ¿dónde andarán?
Ultimamente no escribo nada de nada, aun cuando tengo bastante que decir. ¿Me habré quedado sin palabras?
Así que tal vez deba ir a buscarlas, porque ¿qué es una escritora sin palabras?

2009/06/21

El pianista tras el balcón.

Caminaba por una calle estrecha, empedrada, bajo los rayos de un sol que prometía ser abrasador en unas horas, con la sonrisa pintada que se había despertado conmigo, sin demasiada prisa.
Se oía algún pájaro , mis pasos en los adoquines y ul leve rumor. A medida que avanzaba el rumor tomó fuerza hasta componer una melodía a piano. Mi escasa cultura musical no me permitió identificar la pieza pero sí asociarla a ese tipo de melodías, esos solos de piano, que acompañan a una clase de ballet. Imaginé a una clase de niñas moviéndose gráciles sobre sus puntas y a una profesora de negro de porte severo.
Miré a uno y otro lado para identificar el balcón de donde salían aquellas notas. Identifiqué la finca, aunque se me hacía difícil discernir el balcón tras el que alguien tocaba aquellas notas.
Luego pensé que quizás tras aquellos cristales había un joven pianista, dejándose llevar, deslizando sus manos por el teclado y transportando su alma a algún lugar, tal vez lejano, recordando algún lugar o a alguien o tal vez olvidando, a alguien o a algún lugar. Quizás ese pianista simplemente tocaba.
El caso es que aquella música en aquella calle adoquinada me recordó a otra callejuela estrecha, de adoquines y de un piano que se oía al pasar bajo a un balcón, me llevó a esa calle de Barcelona en la que hay una librería en la que hace años que un gato dormita entre los libros del escaparate.
Sonreí porque aquella música me hizo sentir feliz.

2009/06/12

Té negro aromatizado con rosa pouchong

Llevaba días que quería abrir uno de los botes de té que me traje de Fortnum & Mason.
Es un té que se ha de preparar con tiempo, casi con ceremonia, con la paciencia de quien prepara una delicatessen. Ya al abrir la tapa metálica se noté que era de otro mundo, o al menos, de otro nivel El olor amargo, a madera , té y rosas era intenso y áspero, seco, delicioso.
Inspiré para captar aquel aroma, para quedarme impregnada en él.
Me embriagaba.
El agua estaba lista. Metí la bola metálica con la infusión en la taza llena de agua hirviendo. El olor se intensificó. Los vapores me llevaban a otro mundo. Me quedé cinco minutos allí, de pie en la cocina, junto a la taza, dejándome llevar, con los ojos cerrados, perdida entre los olores.
Lo dejé enfriar unos minutos y por fin, di el primer sorbo. Si aquellos olores que me habían transportado a otra dimensión, saborear el té me llevaba al paraíso de los sentidos. Podía notar con mayor fuerza la amargura del té negro de primera calidad y la suavidad que , a su vez, le conferían las rosas.
Aquella taza de té era un placer entre los placeres. Pensé en que, con razón, aquel té era suministrado a la casa real británica.
Mientras seguía apurando mi taza, pensé que el súmum sería poder acompañar a aquella maravilla con unas magdalenas de Fauchon . Pero supongo que eso ya sería demasiado, ya sería pecado y estaría prohibido, demasiado para el cuerpo, supongo, o tal vez no. Habrá que probarlo.

2009/06/09

Hoy hace un año

Ya ha pasado un año. Ha pasado un año de aquella decisión de aquel paso, de aquél llegar a Madrid con un maletón de ilusiones y miedos. Ha pasado un año.
Ahora la ciudad ya es un poquito más mía, algunas zonas, algunas tiendas, algunos restaurantes.
Ahora ya tengo mi cine para ir a ver pelis en versión original, una tienda de chuches y un recorrido para ir a correr, una calle de tiendas preferida y un paseo que me encanta.
Ahora tengo buenos amigos, con los que comparto risas, confidentes.
Ahora ya tengo casa y plantas.
Ahora en vez de sentirme de vacaciones en Madrid me siento de vacaciones en Barcelona.

Pero aún así añoro el mar, el Born, algún cine, alguna tienda, algún paseo, algún restaurante.
Y sobretodo añoro a las personas, a esos amigos, a esa familia que sentí que abandonaba, esas otras risas, esos otros momentos.

Sigo descubriendo cosas, cada vez menos, claro, y me doy cuenta que pasan cosas en Barcelona, o abren o cierran sitios y yo no me entero. Soy de aquí y de allá, aunque mi corazón haya sacado los colores desde que está lejos, después de demasiada COPE, en taxis y en mi sector, el de la energía, tan de ese estilo. Y en un año de esplendor blaugrana, soy más del Barça que nunca.

Ahora a veces llevo tacones, o taconazos, mi pelo es más largo aunque el corte sigue siendo diferente al de las “Torre Picasso girls”.

Ahora miro al lado correcto en el andén, esté en la ciudad que esté.

Ahora me extraño si no me ponen nada cuando pido un refresco, aunque las cañas a las cinco de la tarde me sigan sorprendiendo.

En este año me he sorprendido con tanques desfilando por mi puerta, con la verbena de la Paloma, con las colas para ver al Cristo de Medinaceli. Este año no había Sant Jordi, ni Diada. Era raro.

Este año he recibido visitas. Mi casa, que cada día es más mi casa (aunque me líe entre las llaves de una y de otra), se ha llenado de risas, de bromas, de confesiones, de cenas, trufas y alcohol y, ante todo, de personas estupendas, de aquí y de allí y de todas partes. Se ha llenado de abrazos, de besos, de ternura y momentos especiales. También ha habido discusiones y lágrimas.

En este año he cogido más transportes, especialmente más aviones, que en toda mi vida.

En este año en Madrid, por fin, completé mi proceso de maduración.

2009/06/02

Gràcies

Hauria de revisar tots els posts però crec que mai he escrit cap en català. La raó és molt senzilla: em sento infinitament més àgil quan escric en castellà.
Però aquest post no el podia escriure en castellà. Aquest no. Aquest agraïment no es podia escriure en cap altre idioma que no fos el català.

Ahir van passar per tv3 el vídeo que va posar en Pep Guardiola als jugadors abans de la final de Champions i em vaig emocionar, tant com per que em caigués alguna llagrimeta i tot.
Llavors vaig decidir que havia de fer alguna cosa, encara que només fos escriure un post.

Feia anys que havia deixat enrere la bogeria culé, més o menys després d'aquella primera Champions, després d'aquell "Ciutadans de Catalunya, ja la tenim aquí", tot i que viure a Madrid m'ha despertat els colors una mica. Però sens dubte el que m'ha fet tornar a sentir la sang culé ha estat veure jugar a aquest equip aquesta temporada, jugar de veritat, amb elegància, amb respecte, com un equip, com aquest "un" com se'ls defineix en el nou famós anunci. No és que guanyin sinó que ho fan com s'ha de fer, sense joc brut ni xuleries. Simplement es una manera de fer, un tarannà que tinc la impressió que es més que un estil de joc, i amb el que tinc la sensació que tants, entre els que m'he d'incloure, ens sentim identificats.

Primer va ser la cançó de Coldplay "Viva la vida" la que em va despertar aquest sentiment de "apa, com jo", després la prudència de les declaracions de tots, especialment del Pep, el nostre Pep i dels jugadors. M'agradava que, per una vegada a la vida, l'entrenador del primer equip fos de la casa, com molts dels jugadors. M'agradava pensar que a més de "mercenaris" del esport, que és el que implica ser un professional, a més, fossin culés i sentissin seus els crits dels afeccionats.

La temporada era magnífica i aquí sentia de tot, fruit de molta enveja d'alguns madridistes, que no madrilenys, que amb arrogància deien que acabaria caient el Barça i que "les darian un chorreo". El famós chorreo invers, aix...Com vaig gaudir aquell dia en un bar a Madrid entre amics majoritàriament culés i parroquians d'ambdós equips.

Després va arribar la copa i els criticats xiulets al Rei, que semblaven l'únic important en comptes de la victòria, després la lliga, aquesta que se'ls hi havia d'escapar. I faltava Roma.
Semblava mentida que aquella cançó del Crackòvia fos tan premonitòria.

Mai havia vist els carrers de Barcelona tan plens de banderes del Barça als balcons, ni a tanta gent amb una samarreta, una gorra o qualsevol cosa del Barça.
Em vaig adonar que aquella il·lusió s'havia escampat per tota la ciutat, per tota Catalunya.
Tots volíem somniar que era possible malgrat que fos contra el Manchester, el rei de la Champions.

Roma, imperial, eterna. Roma, elegant, alegre, mediterrània. Havia de ser nostra, d'aquest Barça imparable que marxava pels camps endreçat, coordinat i compacte com una centúria o un esquadró de pretorians.
I així va ser.

Reconec que vaig passar per la Cibeles camí de casa pensant en que no hi hauria ningú però que no em volia anar a dormir sense dir-li a la deessa, amb respecte, això sí, que , aquest any el rei era el Barça.
Quina sorpresa va ser trobar-me a un grup prou nombrós de culés, majoritàriament catalans cantant el himne i deixant-se emportar per l'eufòria. Era curiós veure a seguidors amb la samarreta, la senyera i tot el "quit" com si fossin a Canaletes allà, al lloc sagrat blanc per excel·lència. També era curiós veure a molts amb vestit i corbata, cridant i saltant com el que més. Em va fer gràcia pensar que aquells darrers especialment, segur que s'havien sentit moltes o les mateixes bajanades fruit de l'enveja dels blancs, que no madrilenys, que no saben perdre (que, evidentment no son tots), que havia sentit jo. I ara cridaven, perquè si hi havia un guanyador, molestés o no a alguns, aquell era el Barça.
I va haver cançonetes de tot tipus, des de inofensives a algunes carregades de certa mala llet.

Estava allà, veient tanta alegria, rient i cantant de tant en tant i parlant pel mòbil amb amics que estaven a Canaletes i de sobte vaig sentir un orgull especial, un orgull per aquest Barça de jugadors genials que el Pep Guardiola ha portat a la glòria a cop de treball, esforç i respecte.
Al dia següent vaig veure les celebracions de la gent a Barcelona, a la rua, al Camp Nou. Aquell orgull no era pas meu, ni de bon tros.

Em preguntava què se deu sentir si has crescut a La Masia, si has jugat des de petit al Barça, si ets de la terra, si has guanyat títols, si ara ets l'entrenador amb millor resultat de la història del club. Em preguntava què devien sentir de veritat els jugadors i sobretot en Guardiola.
Què es deu sentir quan s'ha estat un dels que cridava i ara ets un dels deus del Ol.limp blaugrana? què se sent al dir, "Ciutadans de Catalunya, ja la tornem a tenir aquí"?
Després de veure el vídeo, carregat de missatges subliminars personalitzats només puc dir gràcies.
Gràcies per donar il·lusió a tanta gent, per fer feliç a tantes persones, per demostrar que les coses es poden fer bé i per donar-nos motius per anar amb el cap ben alt a la feina a aquells que estem lluny i envoltats de "rivals històrics".
Gràcies Barça i, sobretot, moltes gràcies senyor Guardiola.

Us deixo el vídeo i, si no l'heu vist, disfruteu-lo.

2009/06/01

Con la guardia baja

Lo malo de una época larga de nervios es que cuando te relajas, cuando puedes decir aquello de "prueba superada", las defensas se vengan de los meses sufridos y se van de vacaciones.
Y entonces te da un jamacuco, sea del tipo o intensidad que sea. Esta vez me tocó una faringitis aguda con inflamación de tímpanos bilateral. Suena mal, a que sí, pues imagínense ustedes para un alérgico a los antibióticos.
Lo malo de estar enferma es que una está fatal y no puede salir de casa y por tanto no puede pasear, ni patinar, ni quedar con los amigos , ni inaugurar la temporada de piscina.
Lo malo de que te duela demasiado la garganta es que no puedes ingerir chocolate porque duele.
Así pues, dónde está mi dosis de endorfinas?
Lo malo de no tener la dosis de alegrías diarias y tener demasiado tiempo es que se piensa demasiado.
Y lo peor de pensar demasiado es que se piensa en momentos felices y, a veces, esos momentos recuerdan a alguien.
Así que aunque tengo a medias ese post del imperio de los sentidos, hoy toca de nuevo un recuerdo, un recuerdo de alguien, para alguien.

2009/05/27

De nuevo

Hoy tenía que postear sobre el imperio de los sentidos, sobre el espectáculo de un menú degustación que me transportó a un paraíso de sabores y texturas insospechados pero lo dejaré para otro día.
Hoy posteo de nuevo por una decepción, por un "casi tocar el cielo" o lo más cercano al óptimo.
Esta vez no fue un "él", no fue una relación que no funciona, al menos no tan personal. De nuevo era perfecta, estupenda pero "no podía ser", de nuevo tras estar pendiente del teléfono, el mail y la paloma mensajera, la respuesta no era la deseada,de nuevo...aunque fuera laboralmente hablando.

2009/05/19

Id con Dios, don Mario


Se hace difícil decirle adiós, maestro. Me apena, me tensa, me desequilibra. Me siento indigna de ello, me siento una intrusa, una profana de esa palabra que vos dominabais. Me siento una troglodita que aporrea letras sin gracia intentando mostrar la pena de este corazón de lectora profana, de escritora de escaso talento y de corazón sentido, que ha vibrado, llorado y amado con vuestros poemas.
Me siento triste.
Sé que es un adiós y un para siempre, porque cada verso os ha llevado a la inmortalidad aunque vuestro existir corpóreo se extinguiera.
Pero, aún así, siento pena.
Adiós maestro, adiós don Mario. Que usted descanse en paz entre los buenos, porque alguien capaz de escribir lo que vos, de sentir y de hacer sentir así y de mirar con esa bondad que traspasaba el objetivo no puede estar más que entre querubines.
Adiós don Benedetti. Gracias por haberme regalado los poemas que pusieron letra a un sentimiento, los versos que han ahondado en este corazón de gata, hasta clavarse en lo mas hondo.
Descanse en paz

2009/05/10

6 km , 40 minutos y la satisfacción de superarse

Un domingo de primavera cualquiera por la mañana, en un momento en que el tiempo dio una tregua y dejó de llover. Más de doce mil mujeres se preparan para empezar una carrera y yo allí en medio, nerviosa (qué raro) sin saber si conseguiría acabar el recorrido. No nos jugábamos nada, sólo se corría por una buena causa y para la mayoría era poco más que una excusa para ponerse un dorsal y pasar un buen rato. En mi caso, también era una forma de ponerme a prueba, una de tantas.
El pistoletazo de salida dado por la princesa hacía iniciar la marcha más o menos atropellada del pelotón de mujeres de todas las edades.
Costaba correr. Era complicado sortear a las que iban más lentas y encontrar un hueco que permitiera ir a una marcha discreta pero constante.
Abuelas, madres, hijas, nietas y hasta algún infiltrado transvestido recorrían el circuito improvisado bordeado por los "hombres" que animaban a sus chicas. La imagen era curiosa, alegre y festiva. Mí trote era relajado pero constante. Sabía que tenía que reservar fuerzas para la cuesta y para los últimos kilómetros.
Era agradable correr entre los árboles, por las calles, entre todas, como una más por el mero hecho de participar. Era extraño estar allí, con una misma como única adversaria, luchando contra el reloj y la fatiga.
Llegó el quinto kilómetro. Las piernas empezaban a notar la más de media hora corriendo pero los ánimos de los espectadores y el hecho de estar tan cerca de la meta me animaban.
Finalmente, allí estaba la recta previa a la llegada. Empecé a notar la fatiga pero los ánimos de los que estaban al otro lado de las barreras y el hecho de que estaba tan cerca del objetivo me daban fuerzas.
Así que crucé la meta. Fueron seis kilómetros, casi cuarenta minutos de esfuerzo y una enorme satisfacción por haber conseguido probarme y pasar la prueba, por haber vencido al tiempo, al cansancio y a la pereza.
Quedó una foto de recuerdo y una lista con la clasificación y los tiempos (que no han salido aún pero que, en realidad, poco importa).

2009/05/05

Con olor a sal

Una tarde luminosa, tiempo libre y la bahía de Santander.
Una Gata de "excursión" por trabajo y un barquito entre vaporetto y golondrina turística.
Hoy he disfrutado de una tarde libre, de una conversación con amigos de ésos que están muy cerca en el corazón y lejos en distancia y de una "aventura marinera".
Iba paseando por el Paseo Pereda de Santander, bajo un cielo de tarde luminosa y sol radiante. Pasé por un puesto en qu se anunciaba la salida del próximo barco que recorría la bahia, y ahí que fui.
El sol me cegaba aun con gafas y el viento revolvía mi pelo y me traía alguna gota de agua, minúscula. Las montañas rodeaban la bahía, el paisaje era hermoso y el rumor del mar me adormecía. He entrado en un letargo, en una duermevela que se mecía entre las olas, que olían a sal.
El mar...
Los que nacimos cerca del mar no podemos estar lejos sin añorarlo, sin pensar de vez en cuando en él, en su rumor, sus olas y olor a mar que se pega a la ropa y que deja con sabor a sal.

2009/04/28

La llama que no se deja

Pasó el día D, la hora H. Poco a poco se consumía la llama, que temblaba cada vez más, a punto de apagarse. De pronto, el día D, a la hora H dejó de apagó, dejó de dar luz. Se había extinguido.
Pero pasó un tiempo, no demasiado, y sopló una ligera brisa, casi imperceptible, y de la aparentemente extinguida mecha salió una llama, que florecía como si de una margarita se tratara. Tras esta llama llegarán los tiempos en que poco a poco deje de brillar , de dar luz.
Qué razón tenía el que dijo aquello de "la esperanza es lo último que se pierde", que fácil es volver a darle vuelo, aunque sea sin fundamento a aquello que nos conviene.
Con la de cursos que dan por estos mundos de Dios, entre tanto coaching y pilates, no habría alguno de "como neutralizar la esperanza"?
Hoy se saltó un punto en mi cicatriz, que volvió a sangrar. Es lo que tienen los puntos de sutura cuando están "tiernos".

2009/04/21

A dos días de un recuerdo

Se acerca el día, ese día del año, uno de esos días a los que cada año le dedico un post. Cada año espero que el tono del mismo mejore, pero no es así. El recuerdo que más ha marcado sigue siendo aquél, justo ése que lo ensombrece. Aunque este año no será ése el recuerdo más marcado, sino otro, el de otros momentos, de otras circunstancias, de otra persona. Y el tono, similarmente gris, tal vez más oscuro, más intenso, supongo que por la cercanía temporal de este nuevo recuerdo, que aún escuece, frente al otro ya muy lejano.
Quizás porque, además, ese día morirá una esperanza, ésa que es la última que se pierde, según dicen, por eso, será un día gris, de un gris metálico y brillante. Tal vez este año no le dedique un post, en su día, así que quedará este como recuerdo.
Feliz día de la rosa y el libro, del caballero y la princesa.

2009/04/17

Enajenación mental transitoria o cuando Gata se cree que tiene doce años

A veces, de vez en cuando, Gata se olvida que ya tiene una edad. A veces, sólo a veces, se olvida o se quiere olvidar de que este año le caen 33 y, a veces también, se olvida que eso implica que el cuerpo nota cada una de esas 33 primaveras. Y pasa lo que pasa.
Estaba Gata en casa, tras un fin de semana en el que corroboró que su forma física dejaba mucho que desear y se le ocurrió. Vio una de las pocas paredes no acristaladas de casa y pensó:
- Ummmm, esta pared es perfecta para hacer la vertical.
En su mente recordó sus años mozos, cuando con las otras niñas -en esa época, en su mundo, no había niños- jugaban a hacer la vertical y apoyar los pies en una pared y cómo, en algunas ocasiones, hasta hacían figuras haciendo, una al lado otra, la vertical ý cruzando las piernas. Debía tener entonces unos doce años.
Así que apartó un poco la mesa de centro para no romperla de una patada voladora y se dispuso a hacer la vertical/pino.
La primera sensación distinta fue que al agacharse para poner las manos en el suelo la velocidad/agilidad era menor. Bueno, esto se podía aguantar.
La segunda fue notar que al poner los brazos en el suelo, éstos notaron que el peso que sobre ellos recaía era muuuucho mayor (qué debía pesar con 12 años? 15-20 kilos menos?).
La tercera fue que su memoria hizo que se diera el impulso para levantar a una niña de tierna edad y no a una treintona, así que consiguió levantar una pierna del suelo y la otra sólo ligeramente.
Qué frustración. De golpe los 33 pesaban como losas.
Como Gata es de su pueblo, lo volvió a intentar, una y otra vez, quizás unas diez veces , hasta que lo consiguió y su cuerpo se quedó totalmente en vertical, sobre sus brazos y con los pies apoyados en la pared.
Pobres brazos, cómo pesaba Gata, aunque sólo fueran unos segundos.
Al bajar, se notaba cansada y con el pulso algo acelerado.
Se preguntó cómo, en otro tiempo podía estar en esa posición tanto rato como para aprenderse los huesos del cuerpo humano, cómo podía sacar una mano para coger una pelota en esa posición y cómo , aún peor, era capaz de caer hacia el otro lado y hacer la famosa vertical-puente sin romperse en pedazos (hace un tiempo intentó hacer el puente y casi se deja la columna).
Así que su momento de enajenación mental transitoria, de vuelta a la infancia, acabó con la certeza de la realidad dura, cruda, de que Gata ya no tiene doce años sino veinte más.
Eso sí, aún recuerda aquella lección que hace veinte años aprendió:
Un frontal, dos parietales, un occipital, dos temporales , un esfenoides y un etmoides que forman la base del cráneo.

2009/04/10

Sin título y no sé por qué...

Lo malo de ver tantas películas románticas es que la mente traicionera genera escenas espectaculares totalmente imposibles. Ella lo sabía.
Aún así, esperaba esa escena de película. Esperaba entrar en el edificio de apartamentos en el que vivía y encontrárselo a él, sentado junto a su puerta. Entonces se fundirían en un abrazo y todo sería maravilloso.
Pero entró en la portería, subió en el ascensor y junto a su puerta no había nadie, evidentemente.
Bajó la mirada y movió la cabeza de un lado a otro, como si así se dijera cómo podía ser tan tonta.
Mientras abría la puerta en su cabeza se repetía no suelen haber declaraciones increíbles, ni viajes exóticos, ni escenas de esas en que el chico recorre medio mundo para decir un "te quiero".
Quizás sí había flechazos de ensueño o momentos espectaculares pero, sin duda, en cuestión de finales, la realidad er a bastante más cruda y triste.
Cerró la puerta tras de sí y pensó en que gracias a esas películas vivía esas escenas que, en la vida real, estaban reservadas a unos pocos, muy pocos, y ella no era uno de esos elegidos.
Entonces recordó que una vez fue así y que, como en el cine, detrás de tantos "efectos especiales", sólo habían mentiras.
Tal vez la clave era encontrar a un guionista de películas románticas enloquecido, que viviera como en un film su vida.
Se sentó en el suelo y fue repasando su vidioteca romántica, a ver qué escena imposible tocaba aquella noche.

2009/04/08

Siempre nos quedará...

Hay historias de principio mágico, de desenlace complejo y final tormentoso.
Hay historias que se ligan a un lugar, que se fusionan en él.
Hay historias que aparecen sin buscarse y que se encienden sin que nadie lo pidiera.
Hay historias que...siempre estarán ahí.
Y es que siempre nos quedará...París, Casablanca, Mbour o cualquier lugar en el que se haya producido la magia.
Siempre habrá un piano, un pianista, una mujer que lo escucha embobada, una copa, un local, un lugar exótico y un recuerdo, o una cicatriz de ese amor que no fue, o que no era, que era y que ya no, que dolerá con el "mal tiempo" pero, el tiempo pasará...

2009/04/06

Endorfinas

El otro día leía por estos mundos de Google un poco sobre las alteraciones hormonales y la producción de algunas de ellas así como sus sustitutivos (nadie dijo que no se me fuera la pinza y me diera por leer según qué).
Me interesé especialmente por las endorfinas y las feromonas.
La llamada hormona de la felicidad, de producción natural, que es un potente analgésico y antidepresivo, parece ser que no produce adicción, a diferencia de sus sustitutos sintéticos, los opiáceos. La razón es que las cantidades producidas por el cuerpo no son nunca tan altas y que, además, las endorfinas son "aniquiladas" por encimas del cuerpo, es decir, que no es posible tener una "sobredosis" de felicidad hormonal y, por tanto siempre están bajo control.
No muy de acuerdo con eso de que no se puede ser adicto a las endorfinas, me dediqué a buscar alguna cosa más.
En otro artículo se decía qué actividades eran las que hacían que el cuerpo produjera endorfinas: el ejercicio físico, el sexo, reirse, comer algo apetitoso, destacando el chocolate puesto que admás contiene dosis altas de azúcar, escuchar música relajada.
Así pues el chocolate no era sustitutivo del sexo como se decía sino proveedor sustituto de endorfinas ante la falta de él.
Seguí navegando y, por fin, encontré otro artículo en que se indicaba que, si bien las endorfinas no eran adictivas hasta causar síndromes de abstinencia, la falta de ellas o la reducción de la cantidad producida podían llevar al sujeto a ciertos estados de decaimiento y depresión.
Es decir ,que pasárselo demasiado bien, que reirse demasiado, que ser feliz, que practicar más sexo , etc, etc, cuando se reducía la "dosis", además de la tristeza o menor alegría que producía realizar estas actividades, el sujeto se sentía menos feliz por tener menos endorfinas por ahí que normalmente. Recordaba que las endorfinas sólo están en el organismo un día, momento en que las enzimas se las cargan.
Conclusión: No soy una adicta a las endorfinas aunque consuma las grandes cantidades de M&Ms habituales sinó que es fruto de la necesidad de compensar por ejemplo el hecho que no bailo tanta salsa, que añoro la pista. Tendré que cambiarlo por ir a correr por el parque o, un día de estos no me podré permitir los paquetes de medio kilo de cacahuetes bañados en chocolate que se derriten en tu boca y no en tu mano.
PD: dije salsa, la de bailar, absténganse "jueguecitos" con otros sustitutivos.
PD": De las feromonas hablaré otro día, ya está bien de hormonas por hoy.

2009/04/01

Cuando da igual el color

El día que vi este anuncio sonreí como el papá coprotagonista. Pensé en lo feliz que me sentiría si el niño fuera mío y le diera igual el color de piel de su amiga. Pero entonces pensé que algún otro niño, seguramente repelente, le había dicho que su amiga era distinta y por la preocupación del pequeño, que eso era malo. Entonces me he entristecido porque eso significa que el mundo sigue igual y el padre en cuestión es feliz sin motivo. Ojalá algún día en el mundo no importen los colores y ningún niño cabrón le haga notar la diferencia de tonalidad de piel de su amiguita.

2009/03/28

I am an starlet tonight

Y allí estaba yo, Gata, pisando la alfombra roja, pasando ante los periodistas y los focos. Por azares de la vida el otro día me encontré en la fiesta de presentación de una película. Sin comerlo ni beberlo me veía entrando a un local cargado de puro glamour, mientras se oía gritas a las jovencitas tras el cordón de "seguratas" vestidos de traje, con micro y "pinganillo".
Me sentí una starlet, mientras llegaba frente a un camarero que me ofrecía una copa.
Qué decir que me dediqué a cotillear quién iba entrando, y a suspirar cuando vi a según quién, especialmente al oscarizado Amenábar.
Y entraron famosillos y famosetes, modelos, actores, directores y gentes de la noche , "del mundillo".
Qué distinto se ve desde el otro lado de los "seguratas": en vez de empujones de quinceañeras, abalanzamientos de neumáticas ante el paso del camarero con los canapés de diseño; en vez de la humedad de la noche y los gritos, el glamour de un local espectacular y buena música; en vez de luchas por la foto de la coronilla de X, las peleas de las neumáticas anteriores por salir en una foto natural con X.
Sin duda, toda una experiencia que espero repetir, ya no sólo como experimento antropológico en una tribu, la del celuloide nacional, sino por la fantástica juerga y los espectaculares canapés. Eso sí, tendré que revisar mi maquillaje y mis tacones para la próxima vez.
Respecto a la película por la que se montaba semejante sarao, por deuda moral la fui a ver ayer y francamente, prefiero no nombrarla ya que me pareció terroríficamente mala, carente de argumento, cargada de drogas y sexo sin ningún tipo de motivo ni asomo de gusto, aunque, lo más fuerte es que probablemente su recaudación no será baja por estar protagonizada por los cachorros del cine español, o mejor dicho, de la televisión, así que,al fin y al cabo, todo aquello que se dijo en un breve agradecimiento de los directores, de lo buena que era la película, del mensaje y todo eso, eran mentiras y gordas.

2009/03/22

Ya está aquí

Ayer me desperté, descorrí las cortinas y allí estaba. Ya había llegado y no me había dado cuenta. Es cierto que el tiempo hace días que ha cambiado, que la famosa astenia me obliga a dormir como una marmota pero, hasta ayer por la mañana, cuando vi que las hojas de los árboles volvían a ocultar el museo de delante de casa, no fui consciente de que estaba aquí: Ya llegó la primavera.
Casi de un día para otro las ramas pasaron de estar vacías, raquíticas y tristes a con el tono verde intenso de las hojas que nacen.
Hoy al despertar y descorrer las cortinas he visto que el verde aún era más vivo y que las copas están más tupidas que ayer. Cómo se nota que este año fue lluvioso porque los árboles apuntan a que van a estar esplendorosos en pocos días.
Así que ahí os dejo la mejor expresión de primavera de la historia, la de Vivaldi, cómo no.

2009/03/16

Viva la vida



Esta canción es extraña, porque transmite energía positiva cuando suena pero la letra ...

Sea como sea, me encanta, me hace sentir bien y me encantó saber que le gusta a "mi" Guardiola, oh capitán, mi capitán.

Ante todo "Viva la vida!"

2009/03/09

It's sad

Y tras la casa llena de vida llegan las horas, demasiadas horas, para pensar y el silencio, el que querría que se rompiera.



Sorry seems to be the hardest word

What have I got to do to make you love me
What have I got to do to make you car
What do I do when lightning strikes me
And I wake to find that youre not there

What do I do to make you want me
What have I got to do to be heard
What do I say when its all over
And sorry seems to be the hardest word

Its sad, so sad
Its a sad, sad situation
And its getting more and more absurd
Its sad, so sad
Why cant we talk it over
Oh it seems to me
That sorry seems to be the hardest word

What do I do to make you love me
What have I got to do to be heard
What do I do when lightning strikes me
What have I got to do
What have I got to do
When sorry seems to be the hardest word

Con la casa llena de vida

Mi casa es luminosa, tranquila, cálida, pequeña. Mi casa es lila, naranja, verde, plateada y blanca. Mi casa es mullida, acristalada, ordenada y está llena de recuerdos. Es donde escribo, donde descanso, donde hago trufas, donde río y donde lloro.
Es donde está mi yo, donde me encuentro, me cuido,me ordeno, me escucho, me compadezco.
A veces mi casa se llena de vida, de actividad: una cena, un almuerzo, unas copas o una visita.
Este fin de semana se llenó de risas, conversaciones, de carreras, de copas, de bromas y trufas gracias a personas excepcionales.
Me gusta disfrutar del desorden vital, del movimiento, de la actividad.
Pero hoy es lunes y llegó la calma de mi casa lila, naranja, verde, plateada y blanca y volveré a (des)ordenarme, (des)cuidarme,descansar, reír y llorar.

2009/03/05

Quiero, quiero, quiero

Quiero ser tu princesa, la dama a la que protejas, tu musa, tu inspiración, tu sueño, tu anhelo.
Quiero que no puedas apartar la vista de mí, que te impacientes por verme, que no puedas contenerte y me beses en la calle.
Quiero que tus ojos me miren con orgullo, que tu mano me agarre fuerte para que no me escape.
Quiero que me añores, que cuentes los minutos que faltan para volverme a ver.
Quiero que cada rincón de la ciudad, cada tontería, te recuerde a mí.
Quiero que pienses en cómo sorprenderme.
Quiero compartir contigo.
Quiero que nos hablemos con una mirada y una sonrisa.
Quiero compartir nuestros mundos.
Quiero que nuestras conversaciones se alarguen durante horas sin que nos demos cuenta.
Quiero confiar ciegamente en ti y ser tu confidente.
Quiero que tu corazón se acelere al pensar en mí.
Quiero que me regales piropos sin venir a cuento.
Quiero que te arregles para mi.
Quiero cuidarte.
Quiero, quiero, quiero...Lo quiero todo, todo, todo.
Lo sé, soy una víctima de Disney y de las películas romanticonas. Lo sé, y qué? Un día de éstos crearé un grupo en facebook al respecto.

2009/03/04

Alfabeta

Iba yo ayer en el autobús, sentadita y cargada de bolsas del súper cuando llamaron por teléfono a la chica de delante. Era una chica guapa, con pinta de azafata de congresos, no de modelo, porque no estaba anoréxica. Descolgó el teléfono y, en un pis pas, me recordó aquel chiste del "pa qué pa cagal-la". Resultó ser azafata de congresos, por lo que le decía a su amiga a berrido pelado por teléfono.
Alucinante, un caso alucinante. Los demás pasajeros nos mirábamos atónitos porque la conversación, de la que los elevados decibelios nos hacían partícipes, no tenía desperdicio: los gritos, las frases, le asunto de la conversación...todo un cuadro. Al parecer habían despedido a la amiga y ella, que se sacaba, entre trabajillos de azafata y camarera, 1500 "pavos" se quejaba porque sólo encontraba trabajos de todo el día, con jefe, que le pedían inglés y algunos hasta carrera universitaria, como en una farmacia, "pa ganar una mierda".
Qué pena, una chica tan mona...
El súmum fue una frase, pero, que me llegó al corazón.
Al parecer la chica había estado en un "pograma" y la habían filmado diciendo una burrada. se lo contaba a la amiga y, entonces suelta:
"Me graban diciendo esa chorrada joer que parecía alfabeta".
La señora que tengo sentada en frente en diagonal se ha de contener la risa y yo la miro y también tengo dificultades para no estallar en una carcajada.
De pronto pienso en las hermandades de las universidades americanas por eso del alfa, beta, gamma, sigma.
Sé que este post parecerá cruel y en cierta manera lo es pero me indignó que alguien se regodeara de su ineptitud y pretendiera que se regalaran las cosas, yendo a un "pograma de la tele".

2009/02/23

And the Oscar goes to...

Me reconozco una Oscar-fanática desde mi mas tierna infancia. Desde pequeña me fascinó el momento glamouroso de la alfombra roja, el show impresionante, los ganadores y las ganadoras llorando. No es la primera vez que trasnocho por ver la ceremonia o parte de ella. Qué le voy a hacer, este es mi pecadillo.
Este año, además de los alicientes de otros años, había un motivo por el que no me quería perder la ceremonia: Hugh Jackman iba a ser el maestro de ceremonias.
Desde que tuve la oportunidad de verlo actuando en "The boy from Oz" en Nueva York mi vida no ha sido la misma. Desde entonces he sido consciente que muchos de los actores que vemos en pantalla están desaprovechados, encasillados en un papel, cuando pueden dar muchísimo más.
Así que he navegado por internet hasta encontrar una web en la que se ofreciera la retransmisión en abierto.
Por fin llegó el momento: allí estaba, imponente (si, suspiré, qué pasa). Entonces empezó a hablar, a bailar y a cantar. Magnífico.
He de reconocer que se me puso la piel de gallina y los ojos se me pusieron vidriosos.
Recordé la emoción de aquella noche en un teatro de Broadway, en que miraba embobada, sin creerme lo que veía.
No me había recuperado del impactante número inicial y me he encontrado con las nominaciones a mejor actriz y de pronto, Penélope!
Me ha pillado sensible y por sorpresa así que he pegado un grito y me han saltado las lágrimas.
No tengo claro el por qué me emocioné, si porque era Pe, porque era Vicky, Christina, Barcelona, por las palabras en español, pero lo cierto es que se me han escapado más de una y de dos lágrimas.
Ahora, tras recuperar la compostura que se puede tener casi a las cuatro de la mañana, me dispongo aseguir mirando la gala, al menos un rato más.
A ver qué más nos depara esta 81 edición.

2009/02/19

La planta empática

He ido a regar las plantas hoy, que ya tocaba. Cuál ha sido mi sorpresa al ver que mi pequeño rosal, al que he conseguido salvar de los fríos del invierno, estaba mustio. Hasta ahora seguía verde, con las hojas fuertes, verdes, orgullosas, pero hoy estaba sin fuerza,sin vida, con las hojas caídas. No le faltaba agua ni parecía sobrarle, simplemente estaba "chof".
Entonces he recordado que, cuando mis padres estaban de vacaciones, por mucho que cuidara las plantas, estaban más tristes. Recuerdo una especialmente, de hojas grandes que cuando no estaba mi madre estaba como alicaída y que, a su vuelta, se ponía toda tiesa y orgullosa.
Así que he decidido que tengo un rosal empático que al verme triste ha decidido que me iba a hacer compañía. ¿Debería regarlo con tila o con tequila como hago conmigo misma cuando, como últimamente, me siento algo triste? ¿O tal vez debería trocear chocolate y mezclarlo con la tierra?
Lo he puesto en un lugar más soleado, con el potus que está estupendamente (es un insensible) a ver si lo anima un poco.

2009/02/16

Show must go on

Pues como no hay nada más que decir...El espectáculo debe continuar...

2009/02/08

Los servicios "listillos"

Hace ya bastante escribí una situación bastante penosa intentando ir al servicio en unas oficinas ubicadas en un edificio supuestamente inteligente.
El otro día me acordé de ese post.
La situación fue la siguiente:
Fui a comer a un restaurante. Estaban ocupados el servicio de señoras y el de caballeros pero no el reservado a personas con movilidad reducida. Así que entré en él. Como todos los servicios de este tipo, estaba mil veces más limpio, había papel y era mucho más amplio. No soy una experta pero reconozco haberme colado en alguno (vacío, eh) para evitar la famosa cola del servicio de chicas.
Encendí la luz que estaba junto a la puerta y cerré con pestillo. La luz era una de éstas que se apagan al rato. Me disponía a utilizar el servicio y se apagó la luz. Qué rápido! - pensé.
Volví sobre mis pasos y encendí de nuevo. A medio uso, se apagó la luz de nuevo. Me quedé a oscuras y vi brillar el interruptor de la luz a dos metros de mí. Era imposible alcanzarlo. Así que me vi obligada a tantear la pared en busca del rollo de papel y de mi ropa interior.
Finalmente encendí la luz. Me estaba lavando las manos y se volvió a apagar la luz. Definitivamente aquel temporizador era demasiado veloz para mí. Así que decidí cronometrarlo. Encendí la luz de nuevo y empecé a contar: uno, dos, tres, cuatro,...y al 27, paf! se apagó la luz. Así que debía apagarse más o menos a los 30 segundos.
Siguiendo con mi sed de conocimiento, salí del servicio. Esta vez el de señoras estaba libre. La luz estaba apagada. Entré, cerré la puerta con pestillo y encendí la luz. Empecé contar y al 29, paff! Así que decidí que en ambos casos debían ser 30 segundos. Eso sí, al ser más reducido el espacio, sentado se podía alcanzar el interruptor.
Me gustaría decirles a los interioristas o a los instaladores que:
- 30 segundos para hacer las necesidades y lavarse las manos es un tiempo insuficiente, ya sea una persona con problemas de movilidad o no.
- Tener que encender la luz en según que momentos fastidia mucho.
- En el caso de las personas con movilidad reducida, 30 segundos no dan ni para llegar al retrete, con perdón, con lo que 30 segundos de luz son una solemne putada.
- Si se tienen dificultades para moverse y apagan la luz y no se puede alcanzar el interruptor, es una solemne putada.
- Si se opta por un servicio así, deberían avisar a quien entre en el servicio adaptado que necesitará un "asistente-enciende-luz" y que mejor que no entre solo.
A ver con qué me sorprende el próximo servicio inteligente.

2009/02/04

Inestabilidades hormonales

Hace unos días escribí un post que, por azar o porque no debía publicarlo, se borró.
No voy a volverlo a escribir, ni siquiera voy a intentarlo. Lo cierto es que sólo podía escribirlo entonces, bajo los efectos de la inestabilidad hormonal.
Lo que sí voy a dejar son los links que queria haber dejado entonces, no sé si interesarán o no, pero, al menos, consuelan y dan algún buen consejo.
http://www.enbuenasmanos.com/articulos/muestra.asp?art=1619
http://www.cun.es/areadesalud/tu-salud/cuidados-en-casa/sindrome-premenstrual/
http://mujer.terra.es/common/imprimir/portada.cfm?id=MU29513
Me alegra soberanamente comprobar que mis lágrimas por Nadal y Federer llorosos o por ningún motivo son fruto de una alteración hormonal y no de un golpe en mis platillos de libra.

2009/02/02

El fantasma del Titanic

Hay películas, historias, libros que marcaron mi infancia: Cuando ruge la marabunta, Los Hermanos Karamazov, La historia de las pirámides, Drácula, El coloso en llamas, etc, etc. Entre ellas también está la historia del Titanic. Recuerdo haber visto la película, la antigua, cuando era bastante pequeña y haber llorado porque me dio una pena horrible que, con ojos de niña, se hizo insufrible. Desde entonces, la historia me fascinó. Recuerdo que, por esas épocas hubo varias expediciones y se habían recuperado algunos objetos del barco.
Ya más crecidita, quizás con doce o trece años vi otra película en la que reflotaban el Titanic. Me encantó. La posibilidad de recuperar el barco me parecía un sueño. De hecho es imposible, pero es lo que tiene el cine, que todo puede ser.
En cambio la mítica protagonizada por Leo y Kate no la fui a ver al cine, cosa rara quizás, pero el aire pastelón desvirtuaba la tragedia que recordaba haber visto en la infancia. Eso sí, un tiempo después la vi y lloré como una magdalena.
Aún así, el fantasma del Titanic se quedó en algún rincón de mi memoria.
Este fin de semana fui a ver la exposición de objetos del Titanic. Quizás porque me había creado unas expectativas muy altas, me decepcionó un poco, o un mucho.
Me sorprendió encontrarme con la lista de pasajeros indicando la clase y si sobrevivieron o no. De pronto me pareció macabro, igual que la exposición en si: me sentí rodeada de objetos de personas que murieron, de restos de un barco hundido, como si fueran trozos de un cadáver.
Navegando un poco, eso sí, por internet, me he encontrado con la lista de pasajeros, con fotos, una web completa del buque, otra de enigmas ya que parece que el accidente lo predijo un escritor (vaya, la típica conspiración que siempre hay detrás de lo que sea), la única superviviente que aún sigue con vida, Millvina Dean y, por supuesto, todos los youtubes habidos y por haber de la versión de James Cameron, incluída la canción de Celinne.
De las curiosidades que más me han sorprendido de la red: La señal de socorro S.O.S la estrenó el Titanic, por primera y última vez. Desconocía su significado, ahora ya lo sé: Save Our Souls.
Dejo algunos links:
http://www.tudiscovery.com/titanic/index.shtml
http://www.titanic.com/
Va, y también pongo la cancioncilla:

2009/01/29

Con la sonrisa pintá


Me dirigía hacia la máquina de café, algo distraída, pensando en no sé qué, o tal vez en nada, sin ver a nadie, ý mientras oía como se cerraba la puerta tras de mi, la secretaria, de Sevilla, para más señas, de la planta me ha dicho:
"Shica lleva la sonrisa pintá en la cara!"
Me he detenido un minuto y he sonreído, esta vez conscientemente. Luego, he seguido mi camino hacia el "extra-dulce-café-exprés" que me tenía que salvar de la somnolencia.
Me ha hecho gracia la manera en cómo me lo ha dicho, con ese salero que solamente nace en el sur.
Al pasar por una de las paredes de cristal, he mirado mi reflejo. Tenía razón, una sonrisa se dibujaba en boca, en mis ojos, en todo el rostro.

2009/01/28

Cuando 1+i se elevó a la cuarta

¿Cuántas veces me han dicho que soy complicada? ¿Cuántos "eres compleja" me he tenido que aguantar?
Quizás por eso he escrito al respecto. Así que buscando he encontrado unos de esos posts 1+i
Me ha gustado la última frase, ésa en la que me elevaba al cuadrado. Es curioso porque elevar al cuadrado a+bi no implica necesariamente que el resultado sea positivo. De hecho podría ser negativísimo si la parte imaginaria fuera muy grande.
Así que durante bastante tiempo he estado elevandome al cuadrado sin caer que eso no era bueno porque, con lo en las nubes que estoy, esa parte imaginaria es enooooorme. Supongo que así me iba y todo el mundo me decía que eso, que era compleja, qué le iba a hacer...
Y un día llegó 1+j* y me hizo caer en el error: para que 1+i sea positivo esa parte de i ha de ser menor o, "para asegurarnos", elevarse a la cuarta.
Así de simple, fíjate tú, de golpe me sentía más positiva que un número natural egocéntrico, zum-zum, zum-zum.
Pues eso aquí me teneis (a+bi)^4, incluso, algunos días como hoy, (a+bi)^8, ala, de sobrada, aunque algunos dás se me escape un "al cuadrado" y me de por seguir la dieta de los 500gr de M&Ms.

2009/01/21

Sueño

A veces me levanto y me siento extraña. No recuerdo qué he soñado pero me ha dejado un mensaje en el subconsciente, algo que, sin saber qué, ha dejado huella y condiciona mi humor ese día.
Otras pero, un sueño es especialmente vivo, especialmente real, generalmente relacionado con alguna situación impactante o con algún cambio vital en la vida. Ésos sí se los recuerdo, ésos, a veces, incluso los apunto y ésos, muchas veces, se acaban cumpliendo o relacionando con una realidad futura. La carilla que se me queda cuando alguna de esas situaciones sucede, cuando digo un ep! esto ya lo he vivido. Un déjà vu? Es posible. Ahora que vuelve a estar de moda el tema y que se le está dando otro enfoque a este supuesto error de la secuencia percepción-memoria podría ser la explicación aunque...¿cómo explicar que se ha apuntado algo y al cabo del tiempo, suceda? ¿Condicionantes tal vez que llevan a que se produzca el hecho?
¿Y qué decir de los sueños surrealistas, de aquellos en que las situaciones son absurdas, en las que mezclamos a personas conocidas con desconocidos o famosos, aquéllas en que parece todo normal hasta que todo es imposiblemente absurdo? Esos son los mejores, los que a veces generan angustia o que luego, al recordarlos hacen reír.
Estos días he experimentado sueños de los tres tipos así que os dejo algunos enlaces del déjà vu, porque la interpretación de los sueños se la dejo a mi adorado Freud.
Que sueñen ustedes bien.

Déjà vu en laboratorio
Déjà vu,¿lo he vivido?, ¿lo he soñado?...

2009/01/19

Al compás

Le cogió la mano fuerte y la miró un momento, antes de desviar la vista hacia la ventana. Tras el cristal, la ciudad se escapaba, se diluía, mientras dentro del taxi sólo se oía el rumor de la radio.
Empezó a apretarle la mano de forma intermitente, acompasada, como el latido del corazón. Se miraron y no hicieron falta más palabras. Su corazón iba al ritmo de aquel compás, latiendo con fuerza, como hacía mucho tiempo que no hacía, como pensaba que nunca más iba a volver a latir.
Mientras, el locutor comentaba la victoria del FC Barcelona y el taxi se paraba frente a la terminal del aeropuerto.

2009/01/13

La niña del vestido amarillo

Aquel día decidió que iba a acompañarme, iba a ser su dubab por un día.
Se acercó a mí, con sigilo y algo de recelo. Primero me tocó el brazo y se alejó. Me giré y no vi a nadie. Al poco noté una leve presión en el brazo. Esta vez, al girarme me encontré con los enormes ojos negros de una niña que me miraban con algo de temor y mucha curiosidad. Debía tener cuatro años o tal vez menos. Le sonreí y le dije hola. No me contestó, ni me sonrió. Sólo seguía mirándome con su carilla asustada mientras se metía una mano en la boca.
Al poco se acercó más a mi. Volví a sonreirle pero siguió sin responder ni con un leve gesto. Me levanté y me siguió. Se paró junto a mi y me agarró de la pierna. No me decía nada, sólo estaba allí, mirándome, escuchando cómo hablaba en una lengua que ella no comprendía.
Intenté averiguar su nombre pero a cualquier pregunta, en cualquier idioma, incluso el suyo, simplemente no respondía. Tampoco conseguí que nadie me dijera su nombre. Así que la niña sin nombre que había decidido acompañarme y yo nos pasamos el día juntas, sin cruzar palabra, al menos por su parte, sólo algún juego de manos y algún dibujo en la arena del suelo.
Pasaron las horas y mi silenciosa amiga seguía conmigo. Estábamos sentadas en un banco junto a otros niños. Entonces, se recostó sobre mi. Le pasé un brazo sobre los hombros y se acurrucó sobre mi pecho. Era la mayor comunicación que había conseguido mantener con ella. Me emocionó sentirla tan cerca y a la vez tan lejos. Simplemente, quería protegerla. No sé cuánto rato pasamos así, sólo sé que en un momento se levantó y se fue. No volví a verla. Se fue como había llegado, sin presentarse, sin despedirse. Sólo sé que se llevó un pedacito de mi corazón en uno de los bolsillos de su vestido amarillo.

2009/01/12

Hasta donde te dejes llevar

Hay notas que transportan, que llevan a donde quieren, sin dejar elegir. Hay notas que se sienten, que se respiran. Esta es una de esas melodías: Nature boy.
La versión de David Bowie para Moulin Rouge es genial pero, si me he de quedar con una, me quedo con esta de Jim Caviezel, aix. Cuando lo veo en esta película con J. Lo me preguntó por qué ha de ser tan ultracatólico...aix.
Os dejo estas notas para que os transporten, como a mi, hasta donde os dejéis llevar.

2009/01/10

El miedo es para los valientes

"Aquel que no es capaz de sentir miedo es el temerario, el que, aún siendo consciente del peligro y sintiendo miedo, se enfrenta, es el valiente".
"Vivir con miedo es como vivir a medias"


¿Qué pasa cuando acaba el sueño, cuando se vuelve a la realidad, cuando se deja el País de Nunca Jamás?
¿Qué pasa cuando se vuelve a la rutina, cuando se dejan los momentos extraordinarios atrás?
¿Qué pasa cuando no se sabe que pasará, cuando todo se vuelve una incógnita?
¿Qué pasa cuando no sabes si el camino tras la curva es llano o n precipicio?
¿Qué pasa cuando nos invade la incertidumbre, cuando atacan los "y si"?

Miedo, simplemente eso, miedo.

2009/01/09

Otra de esas escenas



No recuerdo en qué ciudad del norte de África ocurría esta escena pero los colores cálidos, la mosquitera y la música húngara (y Ralph) de fondo la transforman en la escena perfecta para protagonista. Casi se puede oler el aroma a especies y se intuye la llamada a oración, no creeis?

2009/01/07

Yo tenía una boda en África

Yo tenía una boda en Africa...Así empezaría la crónica de mi viaje a Senegal, plagiando vilmente ese principio de Memorias de Africa que tanto me gustó, con aquella magnífica banda sonora y a Robert y Meryl increíbles.
Yo tenía una boda en Africa y descubrí un continente, descubrí paisajes que sólo había visto en una pantalla, descubrí una cultura nueva, gentes distintas, niños que me robaron el corazón, actividades que me hicieron derrochar adrenalina y personas que siempre llevaré conmigo, bien pegaditos al corazón.
Volví a ser yo, lejos de la oficina, del traje de "gata trabajadora", del qué dirán, de todos, de todo. Gata en estado natural. De nuevo he vuelto a ser feliz contemplando la sonrisa de un niño o una puesta de sol. Por qué será que me tengo que ir bien lejos de vez en cuando para recordarme lo que es verdaderamente importante?
Yo tenía una boda en Africa, yo tenía una boda en Africa, en una aldea cerca de Mbour...