2009/02/08

Los servicios "listillos"

Hace ya bastante escribí una situación bastante penosa intentando ir al servicio en unas oficinas ubicadas en un edificio supuestamente inteligente.
El otro día me acordé de ese post.
La situación fue la siguiente:
Fui a comer a un restaurante. Estaban ocupados el servicio de señoras y el de caballeros pero no el reservado a personas con movilidad reducida. Así que entré en él. Como todos los servicios de este tipo, estaba mil veces más limpio, había papel y era mucho más amplio. No soy una experta pero reconozco haberme colado en alguno (vacío, eh) para evitar la famosa cola del servicio de chicas.
Encendí la luz que estaba junto a la puerta y cerré con pestillo. La luz era una de éstas que se apagan al rato. Me disponía a utilizar el servicio y se apagó la luz. Qué rápido! - pensé.
Volví sobre mis pasos y encendí de nuevo. A medio uso, se apagó la luz de nuevo. Me quedé a oscuras y vi brillar el interruptor de la luz a dos metros de mí. Era imposible alcanzarlo. Así que me vi obligada a tantear la pared en busca del rollo de papel y de mi ropa interior.
Finalmente encendí la luz. Me estaba lavando las manos y se volvió a apagar la luz. Definitivamente aquel temporizador era demasiado veloz para mí. Así que decidí cronometrarlo. Encendí la luz de nuevo y empecé a contar: uno, dos, tres, cuatro,...y al 27, paf! se apagó la luz. Así que debía apagarse más o menos a los 30 segundos.
Siguiendo con mi sed de conocimiento, salí del servicio. Esta vez el de señoras estaba libre. La luz estaba apagada. Entré, cerré la puerta con pestillo y encendí la luz. Empecé contar y al 29, paff! Así que decidí que en ambos casos debían ser 30 segundos. Eso sí, al ser más reducido el espacio, sentado se podía alcanzar el interruptor.
Me gustaría decirles a los interioristas o a los instaladores que:
- 30 segundos para hacer las necesidades y lavarse las manos es un tiempo insuficiente, ya sea una persona con problemas de movilidad o no.
- Tener que encender la luz en según que momentos fastidia mucho.
- En el caso de las personas con movilidad reducida, 30 segundos no dan ni para llegar al retrete, con perdón, con lo que 30 segundos de luz son una solemne putada.
- Si se tienen dificultades para moverse y apagan la luz y no se puede alcanzar el interruptor, es una solemne putada.
- Si se opta por un servicio así, deberían avisar a quien entre en el servicio adaptado que necesitará un "asistente-enciende-luz" y que mejor que no entre solo.
A ver con qué me sorprende el próximo servicio inteligente.

2 comentarios:

si, bwana dijo...

Algo retrasado he leído tus peripecias en el servicio. Conozco el problema por experiencia propia.
Todavía es peor no encontrar el WC,ni el Me´s Room ni nada similar, como me sucedió en un aeropuerto de los EEUU. Para que los lectores no sufran la misma húmeda aventura, aconsejo que busquen el REST ROOM que es el significativo nombre que han puesto al lugar, cosa que yo ignoraba. Que descansen bien.

la gata dijo...

Hola, hombre blanco, o debo decir dubab?
Trabajé en una empresa americana con en la que también resteaban las habitaciones,jejeje.
Se siente uno panoli buscando un servicio.Aunque si he de ser sincera,lo peor de los peores es, en algún país de estos mundos de Dios, cuando te indican donde es y te preguntas, ese "gujero" en el suelo con un cazo?...