2009/02/02

El fantasma del Titanic

Hay películas, historias, libros que marcaron mi infancia: Cuando ruge la marabunta, Los Hermanos Karamazov, La historia de las pirámides, Drácula, El coloso en llamas, etc, etc. Entre ellas también está la historia del Titanic. Recuerdo haber visto la película, la antigua, cuando era bastante pequeña y haber llorado porque me dio una pena horrible que, con ojos de niña, se hizo insufrible. Desde entonces, la historia me fascinó. Recuerdo que, por esas épocas hubo varias expediciones y se habían recuperado algunos objetos del barco.
Ya más crecidita, quizás con doce o trece años vi otra película en la que reflotaban el Titanic. Me encantó. La posibilidad de recuperar el barco me parecía un sueño. De hecho es imposible, pero es lo que tiene el cine, que todo puede ser.
En cambio la mítica protagonizada por Leo y Kate no la fui a ver al cine, cosa rara quizás, pero el aire pastelón desvirtuaba la tragedia que recordaba haber visto en la infancia. Eso sí, un tiempo después la vi y lloré como una magdalena.
Aún así, el fantasma del Titanic se quedó en algún rincón de mi memoria.
Este fin de semana fui a ver la exposición de objetos del Titanic. Quizás porque me había creado unas expectativas muy altas, me decepcionó un poco, o un mucho.
Me sorprendió encontrarme con la lista de pasajeros indicando la clase y si sobrevivieron o no. De pronto me pareció macabro, igual que la exposición en si: me sentí rodeada de objetos de personas que murieron, de restos de un barco hundido, como si fueran trozos de un cadáver.
Navegando un poco, eso sí, por internet, me he encontrado con la lista de pasajeros, con fotos, una web completa del buque, otra de enigmas ya que parece que el accidente lo predijo un escritor (vaya, la típica conspiración que siempre hay detrás de lo que sea), la única superviviente que aún sigue con vida, Millvina Dean y, por supuesto, todos los youtubes habidos y por haber de la versión de James Cameron, incluída la canción de Celinne.
De las curiosidades que más me han sorprendido de la red: La señal de socorro S.O.S la estrenó el Titanic, por primera y última vez. Desconocía su significado, ahora ya lo sé: Save Our Souls.
Dejo algunos links:
http://www.tudiscovery.com/titanic/index.shtml
http://www.titanic.com/
Va, y también pongo la cancioncilla:

4 comentarios:

xnem dijo...

La primera vez que fui a Irlanda -del norte- me empecé a interesar por él.
Lo construyeron en Belfast la ciudad de mi querido Van Morrison. Creo que lo mejor de ese buque es –no digamos moraleja que no me gusta- sino toda una metáfora de la vida. El barco se creía indestructible, y las fuerzas de la naturaleza acabaron con él a la primera salida. Estos días leí la noticia de que muchos pasajeros murieron por las típicas buenas costumbres británicas, haciendo cola galante ante los botes salvavidas.
Le recomiendo un disco extraordinario, es de Gavin Bryars se llama El hundimiento del Titánic, y como seguro habrá leído, los músicos de la orquesta ante la imposibilidad de salvarse, estuvieron tocando durante mucho rato, el señor Bryars hizo muchas pruebas con instrumentos sonando bajo el agua y si lo escucha apreciará los sonidos de metales bajo el agua como parte de la orquestación.

Bona nit

xnem dijo...

Si perdón esta música no se parece en nada afortunadamente, a la Celine Tostón.

la gata dijo...

Lo de los músicos lo sabía y lo de los "educados" ingleses lo leí también hace poco, sí.
Interesante la música que me propone, me lo apunto.
Cuidese mucho X.

Anónimo dijo...

¿Todo este rollo para ponernos este vídeo? ;-)