2010/12/26

Breve navideño

Las fiestas navideñas recuperan el valor de antaño cuando se está lejos de casa. La vuelta en el tren, rodeada de personas, que como una servidora, llevan escrito en la cara que vuelven a casa por Navidad, los villancicos cantados por los niños de la familia, els canalons, los turrones, hasta las luces de la ciudad, todo emociona más que antes.
Será por eso que una eterna partida de parchís una tarde de Navidad puede valer su peso en oro y sólo su recuerdo puede emocionarme hoy que vuelvo a estar lejos, lejos de casa.
Feliz Navidad a todos.

2010/12/16

Juguetes educativos de nueva generación

Después de tantos meses sin actualizar este blog, más por falta de tiempo que de material, después de martirizarme inutilmente diciendo “tienes que escribir, tienes que escribir” hoy, por fin, encuentro tiempo (bueno tiempo poco, pero si la suficiente inspiración que con poco me ponga a darle a la tecla).
Total que aquí estoy después de hace demasiado. No voy a repetir post “pre-cena-navideña” que es lo que tocaría estas fechas, aunque es tentador debatir sobre el tema de moda entre algunas de mis compañeras de trabajo antes de la cena de “media-etiqueta-contenida”: los tocados. En fin, sin comentarios.
Esta vez quería admitir públicamente que hoy me sentí “out” comprando regalos de Navidad para mis sobrinos.
Se me ocurrió ir a una tienda de juguetes educativos. Había los típicos de sumar y restar, de formar palabras, de hacer todo tipo de manualidades (aunque ahora son mucho más sofisticados que los míticos Mineranova, Ceranova, etc) pero también otros que hicieron que se cortocircuitara el cerebro.
Si antes había los de Mi primer laboratorio, Mi primera tricotosa o las prensas para hacer modelitos combinando distintas planchas, en esa sección había prensas para diseñar coches deportivos, hasta ahí, vale, pero, además, me he encontrado con una Mi primera central eólica y con Mi primera estación termosolar. Casi me sincopo vasobagalmente de la impresión. Lo mejor es que era un juguete para niños de 9 a 14 años.
Lo he tenido que mirar varias veces. He mirado la caja con detenimiento. Impresionante.
Lo primero que me ha venido a la cabeza es una imagen de mi misma con un niño de 9 años preguntándome por la inclinación de las aspas y yo poniendo la misma cara que si me hablaran en swajili.
Un dependiente hiperactivo, que me ha visto interesada, me ha preguntado si me podía ayudar. Yo sólo he podido decir un "sólo estoy mirando". Lo mejor ha sido cuando me ha contestado, antes de irse “este está teniendo mucho éxito”.
Me ha dejado ojiplática. He pensado que quizás más de uno de mi compañeros ingenieros, “energéticos” ellos se han dedicado a comprarlo a sus hijos (quizás yo también lo haría previo estudio de las instrucciones, claro, en un brote de freakismo). Eso he querido pensar. No puede ser que los críos de ahora pidan una Mi primera estación termosolar o Mi primera eólica. No puedo estar tan mayor, no puede haber tanta diferencia generacional.
Entonces he dado un vistazo rápido a la estantería que tenía frente a mi:
- Aprende a dibujar como los cubistas (9 a 14 años)
- Las máquinas de Leonardo da Vinci (8 a 12 años)
- Cómo ganar a tu padre al ajedrez (+ de 6 años)
- Mosaicos Art Noveau (+ de 6 años)
Sólo faltaba un libro de Mis primeras nociones de coaching para niños de 4 a 8 años.
Quizás si hay diferencia generacional.

2010/10/22

Aprendiendo idiomas

Cuando aprendes un nuevo idioma cuesta no dejarse influir por el que ya se habla.
Lo mismo pasa con el baile, con la música, que no dejan de ser, otras formas de expresión, de lenguaje, en definitiva.
Cierto es, como con los idiomas, que cuantos más se dominen, más fácil es adaptarse a la nueva “gramática corporal” pero, aún así, se requiere adaptación.
Si el baile es en pareja, que no deja de ser una conversación, las diferencias de “lenguaje” aún son más evidentes ya que puede pasar, básicamente, que no te entiendas.
El aprendizaje es apasionante en ambos casos, las primeras palabras, los primeros pasos, las primeras frases, las primeras marcas, aprender a escuchar, aprender a sentir.
Lo que antes significaba girar ahora sólo es mover el torso, lo que antes requería mantener el área de baile ahora ha de ser un abrazo cerrado, lo que era un un-dos-tres-cinco-seis-siete puede ser ahora un del uno al ocho.
Reconozco que me apasiona más el baile que las lenguas, qué le vamos a hacer
El otro día pensaba en cuánto pueden decir unas manos, cómo solamente con una ligera presión, con un pequeño movimiento pueden expresar tanto, ya no solamente un paso o una dirección sino también una emoción, una sensación, un sentimiento.
Entonces recordé que alguien una vez me dijo lo más bonito que me expresó nunca apretando mis manos acompasadamente.
Quizás porque aquello que pueden expresar las manos sea más básico, lo que dicen me parece más intenso, frente a un montón de palabras vacías.
Quizás porque es más fácil decir así las cosas que verbalizarlas me da la impresión que lo que dicen es más sincero.
Sea como fuera, es un placer aprender esas nuevas variantes del lenguaje.

2010/09/28

29-S de chirigota, digo de huelga general

Si digo que no creo en los sindicatos quizás habrá quien se ponga las manos en la cabeza. Pero es lo que hay, o lo que pasa cuando en toda la vida laboral de una servidora (más de diez años ya en el mundo laboral) las acciones sindicaleras sólo han servido para el beneficio de algunos y nunca para el de una. Y es que ser joven y titulado y encima sin hijos es ser "compañero" de segunda para los sindicatos o, incluso, enemigo potencial.
Sea como sea, no creo que la medida para salir de la crisis sea una huelga general, al menos, no ahora.
No creo a aquellos que sueltan parrafadas socialistas o recitan medidas keynesianas imposibles en estos tiempos que corren o medidas "plumazo" sobre las rentas y se olvidan que esas cosas son pan para hoy y hambre para mañana.
No creo en las subvenciones que mantienen sectores que jamás volverán a ser rentables en vez de dedicar ese mismo capital a crear algo nuevo. No creo en obligar a las empresas a que compren productos más caros por ser del país, ni en las compensaciones que se da a esas mismas empresas por obligarlas a comprar más caro, etc,etc...
No creo en las huelgas que han de ser de todos cuando lo que se pide es sólo para algunos.
En definitiva, no me creo nada.
Y es que las medidas "anticrisis" han sido tarde y malas, se ha ayudado a los que fomentaron el endeudamiento con hipotecas blandas y se ha estrangulado a las pequeñas empresas que intentan salir de esta como sea pero la solución no es que un gobierno paternalista nos de nada. Tiritas para una economía que necesita puntos de sutura.
Lo que se ha de hacer es que se fomente que se haga, que se dote de recursos a lo que genera producto, a aquellos trabajos que generan trabajo: la investigación, las ayudas a emprendedores en vez de la cultura del paro , el subsidio y el trabajo precario.
Como dice Sala i Martin, de la crisis, de lo que muere, siempre sale algo bueno.
Pero al margen de eso, lo que me niego es a secundar una chirigota disfrazada de causa.
No conozco a nadie que vaya a hacer huelga, es más, hoy la conversación estrella era el cómo llegar mañana al trabajo para evitar los piquetes y evitar problemas. Se ha decidido que mañana iremos a trabajar más "casual" porque, es divertido, se tiene derecho a la huelga pero no a ir a trabajar, curioso verdad?
Esta tarde volvía del trabajo y he pasado como cada día por la sede central de un sindicato. Eran casi las ocho de la tarde y aquello parecía una gran fiesta: bubucelas y camisetas rojas, risas, gritos...Me he preguntado si es que había vuelto a ganar la roja y no me había enterado.
Han ido pasando las horas y, desde casa, cada vez se oía más ruido, más voces, más bubucelas.
Se oía también el famoso "a por eeeellos, ooooeeeee, a por eeelloooooos, oooooeeeee...".
Aquello no era una protesta, era una chirigota, con sus silvatos, un tambor, vaya, que menos maracas había de todo. Pasaban ya de las once de la noche y los chirigotistas , digo huelguistas, cortaban una calle. Luego han bajado por el paseo dejando una estela de papeles y de ruido.
Me he preguntado quién esperaban que oyera sus protestas por allí, en el supuesto de que lo fueran claro, a las once de la noche: el vigilante del Ministerio de Sanidad vacío, los vigilantes del Museo del Prado? Las Meninas? Los cuatro vecinos de la zona (porque no es una calle precisamente muy habitada)?
En definitiva aquello no era más que una chirigota que sigue a la juerga que se traían desde las ocho de la tarde cuando los vi.
Eso es lo que se supone que debo apoyar mañana, la chirigota cuando tendríamos que estar todos trabajando, arrimando el hombro para levantar el país?
Pues va a ser que no.
Señores, las cosas, o se hacen antes, aunque les fastidie las vacaciones de verano, o después, para que, una vez superada la crisis, no se vuelva a producir pero, ante todo, las cosas se hacen bien.
Y para no ir al curro y correrse una juerga un martes sin tener que madrugar el miércoles, no esperen mi bendición.
En este país cualquier excusa parece buena para la fiesta. Quizás, sólo quizás, ésa sea una de las mayores lacras de este país, que aquí se es de la cultura de primero unas cañas y luego me preocupo de la crisis y las cañas las pago con la visa mientras veo como gana la seleccion de fútbol olvidándo los beneficios fiscales de los jugadores y la poca dignidad laboral de los que se parten los cuernos investigando o currando cada mañana.
Las chirigotas, aunque sean de rojo, me las dejen para carnaval.

2010/09/12

Procastinando de lo lindo

No sé cómo, un día, en una de esas conversaciones que se empiezan con los compañeros de trabajo, salió la palabra procastinar.
Tras aquella conversación se me ocurrió buscar el San Google sobre ella, no sólo su definición sino un poquito más. Resultó que la procrastinación el postergar las cosas, el "fer el ronso",es una actitud que puede ser temporal o de forma de vida. ¿Quién no se ha puesto a ordenar el armario, una estantería o clasificar por colores los bolígrafos con tal de no estudiar para ese examen que se tiene al día siguiente?
Seguí leyendo y también se considera que quien procrastina una tarea concreta de forma sistemática es que no se quiere enfrentar a ella, o a las consecuencias de la misma, vaya que se tiene miedo. El sujeto en sí suele sentirse culpable al aplazar lo que quiere hacer pero el miedo es más fuerte y prefiere perder el tiempo a enfrentarse a la cruda realidad.
Así que estaba yo por aquí procrastinando de lo lindo esto de ponerme a escribir mi novela y, tras fregar los platos, cortar a trocitos un melón entero, comérmelo (entero!), mirar facebook, jugar a este juego y a este otro, finalmente me he decidido a escribir. Pero ah! sorpresa! he recordado que hacía mucho que no escribía aquí y claro, era necesario e imprescindible hacerlo.
¿Por qué será que cuando me da por posponer una tarea sólo me apetece hacer cosas absurdas? Si al menos hiciera algo útil...Pero no, es como si quisiera perder el tiempo pero bien.
Según lo que leí esta actitud el sujeto la asocia a perder más el tiempo incluso y aún se siente más culpable.
Debo ser masoquista.
Otro tipo de procrastinación muy frecuente en nuestro tiempo, decían por ahí, es la que supone que el individuo pospone fases de su vida, especialmente en lo que se refiere a formar una familia. Se considera que en esta época, esta actitud de no compromiso se encuentra muy extendida especialmente entre los hombres. Las maniobras "procrastinadoras", bueno, desde evitar cualquier relación estable y sólo mantener relaciones de poca duración o simplemente mantener relaciones sexuales esporádicas (que fea es esta expresión eh...bueno, sea como sea así lo explicaban) hasta realizar actividades o deportes con un alto contenido de "juego".
El artículo, que seguía y decía que estos "síntomas" podían implicar que el sujeto sufra la procrastinación como patología, se extendía y analizaba más signos que puedan acompañar a esta actitud así como otras posibles causas que lleven al sujeto a posponer sus fases de la vida.
He estado buscando el artículo pero no lo he encontrado (los caminos de Google son infinitos e inescrutables).
Eso sí, buscarlo y escribir este post me ha servido para procrastinar un poquito más aún esta tarde de escritura novelesca. Así podré flagelarme un poquito más y decirme que me he de disciplinar.
Voy a ver qué se me ocurre ahora que pueda hacer.

2010/08/11

De visita a los vecinos


Es de buena educación saludar a los vecinos, pasarlos a ver de vez en cuando, si la relación es suficientemente estrecha.
Esta tarde pasé a ver a los míos, a los de aquí delante. Hacía varios meses que no los saludaba. Qué poca consideración la mía. Tenían muchas visitas, cosa del turismo.
Aún así, después de ver la exposición de Turner, les dediqué unos minutos a mis vecinos. Saludé al “macho alfa” de Olivares, a las hilanderas que no paran, a los que se rinden en Breda y a las majas, muy majas ellas.
De paso me colé por los pasillos por donde están los cuadros de El Greco y a San Sebastián riberamente martirizado.
Me costó un poco ubicarlos, porque, aunque no los cambian de zona, sí de lugar y, cuando hace meses que no te paseas por el edificio vecino pues una va algo perdida.
De casualidad, cuando salía, me topé con un cuadrito que nunca encuentro. Esta vez no lo buscaba, había demasiada gente, y, aunque pensé que, de nuevo me iba sin verlo, me dirigí a la salida. Pero allí estaba, Juana, con la cara desencajada, bajo la lluvia, frente al féretro de su adorado Felipe.
No me lo imaginaba tan grande. La mirada de Juana me partía el alma.
Siempre me ha caído bien Juana. Cuando en el colegio las monjas nos explicaban aquello que enloqueció cuando murió su marido, se les olvidaba comentar que lo que la volvió loca también fue lo cabrón que era el principe en cuestión, con perdón. Siempre que lo explicaban me parecía lo más normal, lo de perder la razón al perder a su príncipe (lo sé soy una víctima más de Disney). Con los años, cuando me enteré que la pobre sufrió por alguien que no la amaba, que la engañaba, que amó sin condiciones a quien no se lo mereció siguió sin parecerme raro su comportamiento y llamarla loca lo veía exagerado (he sido voluntariamente víctima de las películas romanticonas, también).
Pobre Juana. Quizás porque he compartido en algunos momentos parte de su locura, por querer demasiado, sin condiciones, o porque quizás oí demasiadas historias, reales y de ficción, de chicas enamoradas del típico macizo cabrón que las utiliza, no lo sé, sea por lo que sea, cuando veo ese cuadro de Pradilla sigo teniendo ganas de abrazarla y decirle que no vale la pena que esté así, aunque sepa que ella iba a seguir con el corazón destrozado, por mucho que le dijera.Ay, vecinos...Cuántas historias concentradas, cuántas emociones con solo cruzar la calle. Tengo que saludarlos más a menudo.

2010/07/27

Fotografías que parten el alma

Los domingos de verano son perfectos para ir a ver una exposición. Pocos son los valientes que se atreven a bajar al centro a sufrir las altas temperaturas que caen sobre el asfalto. Pretendía entretenerme con una exposición de Fellini, con sus excentricidades, sus personajes...y me encontré con algo inesperado. Entré en la sala en que se exponían los primeros premios de Fotopres'09.
Lejos estaban aquellas fotos de la Dolce Vita de “FeFe”. Aquello era realidad salvaje. Me dejaron sin palabras, quizá por eso del tópico de que una imagen vale más que...
Lo que sí consiguieron fue que mis ojos se llenaran de lágrimas, especialmente las fotografías del reportaje ganador del primer premio.
Salí al paseo con las gafas de sol puestas para evitar miradas indiscretas de domingo.
Ahí dejo el enlace, sin comentarios, sin reseñas, sin palabras, que solamente sobrarían.
Para los sensibles, os recomiendo tener las gafas de sol y los pañuelos de papel a mano.

2010/07/05

Tras días sin publicar, un guiño al colonialismo

Tanto Mundial, tanto despistar al pueblo con el circo de la roja mientras sale la reforma laboral y la sentencia de l'Estatut me tienen algo indignada.
Aunque reconozco que me estoy tragando los partidos de esa roja que es el Barça pero sin el “blau”, especialmente para poder seguir las conversaciones de mis compañeros (reconozco haber visto partidos como Uruguay-Ghana), no puedo evitar cabrearme cuando veo como se intenta distraer a la gente para que se les pase por alto que están pasando cosas realmente importantes, además de los puñeteros partidos.
Estaba yo en un bar, con un grupillo de cañas cuando dijeron que había ganado Holanda a Brasil. Había quien se sorprendía, quien se alegraba y a mi me dio por pensar en que, si Holanda ganaba el Mundial, en Sudáfrica, sería un curioso guiño a esa época colonial y a los bóers.
Cuántos afrikáner darían lo que fuera por ver esa victoria de Países Bajos. Cuántos harían lo que fuera por no verlo.
Me pareció paradójica la situación, más aún tras oír la canción del mundial en la que se dice de un partido que es la “única justa de las batallas”. Quizás vuelvan los bóers a dominar en esas latitudes, esta vez en el deporte rey.
Me pareció un guiño cruel del destino a esa Sudáfrica que desde los años noventa intenta luchar por esa igualdad, por salir definitivamente de esa situación fruto heredado del colonialismo y los yacimientos de oro y diamantes.

2010/06/14

En el país de pandereta el futbolista es el rey

Mientras especialistas alemanes advierten de la delicadísima situación del estado español, cercana a la quiebra técnica, mientras la gente sigue perdiendo su empleo, su casa y no parece llegar el fin de la crisis, “la roja” y sus expectativas de conseguir un buen resultado en el Mundial de Sudáfrica parece ser el antídoto a todos los males. ¿Qué importa si cae otra empresa si caen un par de goles frente a Suiza?
Me indigno. Me indigno porque en una empresa supuestamente seria, supuestamente multinacional, como en la que trabajo, desde el viernes cuelgan banderas de las paredes, concretamente de los países de donde son la mayoría de los empleados. Viva la garrulización del mundo! La propia empresa a nivel corporativo ha organizado una compleja “porra” que combina victorias, goles y campeón absoluto, así como estadísticas de participación y ranking de participantes por jornadas, etc.
Alucinante. Se rumorean cambios organizativos y todo el mundo está pendiente de si sacó más puntos que el vecino.
El fútbol es el opio del pueblo. Me sorprende que sea yo quien dice esto, porque estoy más futbolera que nunca, pero me parece excesivo hacer de cómo se queda en el mundial un asunto de estado, que se recorten sueldos, se suban impuestos y, mientras, se paguen primas millonarias a los futbolistas.
Así, mientras en Holanda un porcentaje elevado de ciudadanos se tomará algún día de vacaciones para ver los partidos, aquí simplemente se piensa en el escaqueo o pedirle permiso al jefe para irse antes. Viva la responsabilidad, ole! Viva el país del escaqueo, ole.
Que si no se siguen los partidos casi te miran como a un terrorista, a un boicoteado del espíritu “nasioná”. Que hay que estar con la roja, joé.
No recuerdo haber vivido un ambiente tan obsesionado con un mundial en Barcelona, aunque sí para la final de la Eurocopa se lió allí una buena.
Sea como sea, mientras el país va de pena, en vez de subvencionar la investigación, dar algo de liquidez a las empresas ahogadas por los bancos, en vez de ampliar las jornadas laborales, en estas Españas sólo se piensa que se va a ganar un mundial en el que, todos se olvidan, jamás se hizo nada bueno y sí, en más de una ocasión, el ridículo.Que siga el juego, que se paralice el país, mientras la economía se desploma y “la roja” defiende los colores y el orgullo de todo el país.

2010/06/08

Dos años entre dos ciudades, entre dos tierras

Pasaron dos años y me cuesta de creer. Dos años del salto más importante de mi vida, del más temerario, el que le desafiaba a un vértigo peor al físico, el que sucede a veces en la vida, el que suponen determinados cambios radicales.
Han pasado dos años de la llegada con el maletón cargado de ilusiones y miedos, con esperanza y el corazón encogido. Recuerdo perfectamente el aeropuerto aquella mañana, los nervios, no por volar si no porque era un billete de ida sin vuelta, la llegada lluviosa, al taxista. la llegada al hotel, a la oficina.
Sin duda lo que más me dolía dejar atrás eran mis “tesoros de carne y hueso”: la familia, los amigos. Me aterraba alejarme de ellos y que el tiempo y la distancia nos alejara para siempre. Por otro lado, quería abrirme al mundo y conocer a personas estupendas que sabía que estaban por llegar.
Todo era nuevo. Todo empezaba de cero. Todo estaba por conseguir, por conocer, por hacer. Nuevo hogar, nuevo trabajo, nuevos amigos, nuevas aficiones...Una prueba de valor, un reto.
Recuerdo aquellos primeros días de turista en mi nueva ciudad y los primeros amigos, nada más llegar.
Me sentía extraña, una guiri que va de museos y visita monumentos y que se sorprende a cada esquina. Me sentía un extraterrestre entre las taconeadas chicas de Torre Picasso y me mareaba al ir de cañas al salir de trabajar en vez de a tomar un café.
Era el verano de la Eurocopa de fútbol, esa que le dio fama a “la roja”, la que llenaba los bares sin que yo entendiera nada.
No quiero ni imaginar lo que hubiera supuesto un cambio de una ciudad a un lugar más chico, o un cambio de idioma, de continente o un lugar cuyas diferencias culturales fueran muy grandes.
Dos años...Han sido los más intensos de mi vida: personas increíbles, viajes, experiencias, sentimientos.
Dos años en que reí y lloré, en que amé y desamé, en que ilusioné y me decepcioné, en que me sorprendí, en los que quise, aprendí, disfruté...
Han sido dos años en los que aprendí a valorar los espacios vitales y el tiempo para uno mismo frente a aquellos tiempos en que vivía para trabajar, en los que cada día me defino menos por lo que hago profesionalmente frente a lo que soy realmente.
Dos años en los que por fin me decidí a perseguir el sueño de escribir.
En este tiempo he conocido a personas increíbles, que me han marcado, a algunas las conservo bien cerquita, compartiendo momentos especiales, otras, aunque lejos, las llevo pegaditas al corazón y otras, las que menos, salieron de mi vida para mayor o menor tristeza.
Ahora llevo el pelo largo, el disfraz de trabajadora, voy taconeada de vez en cuando y no sólo sé cuando empieza el Mundial sino que soy una forofa futbolera, bueno, culé, muy muy culé, eso sí.
Ahora tengo bares de “referencia”, tiendas de chuches, librerías, restaurantes, paseos, zonas de shopping y lugares preferidos en ambas ciudades.
Ahora añoro a “mis tesoros” en Barcelona a los de Madrid y en Madrid a los de Barcelona.
Ahora pulso el 5º en Barcelona y el 2º en Madrid.
Añoro mi casa y mi casa.
Ahora añoro el mar y el Retiro, el Born y el barrio de Las Letras, la salsa y los patines, La Escalera de Jacob y El Toscano Antico, el Picasso y El Prado, el Teatro Español y El Palau de la Música, las noches del Moon y las del Museo del Vino, La Negra y Criminal y Oomuombo, la plaza de Matute y Rambla Catalunya.
Me siento de todas partes y de ninguna. Es duro ver que TU ciudad crece, cambia y ya no te enteras, que vas a un local y ya casi no conoces a nadie y es raro que el la otra ciudad estés al corriente de todas las exposiciones. La cotidianidad acerca y aleja tanto...
Dos años de experiencias intensas, de adiós a muchos miedos, de crecimiento personal y de sentirme más viva que nunca.
Gracias a todos los que formáis parte de mis dos mundos, los que dividís mi corazón entre dos ciudades, o entre dos tierras como diría...

2010/05/27

Cosas que no debería escuchar trabajando

Hay canciones que no se pueden escuchar con volumen moderado. Es más, hay canciones que se han de gritar, que cuesta no cantarlas cada vez que suenan, o que los pies se van y arrancan a bailar sin permiso cuando se oyen según que notas.
Esto no sería un problema si no fuera porque, a veces me pasa en el trabajo.
A veces estoy frente al excel de turno, haciendo una tarea aburrida, me pongo los cascos y esa maravilla de Spotify (grandísima aplicación que me ha cambiado la vida) y en una de estas listas variadas, oigo un New York, New York en la voz de Sinatra y me apetece pegar cuatro gritos, agarrar un bastón y un sombrero y marcarme unos pasitos.
Aunque las hay de peores, I Gotta a Feeling, que tiene hasta su bailecito (es una larga historia)…Se me escapa un repicar en el teclado, un piececito que se mueve sin permiso o un ladeo de cabeza delator y me muero de vergüenza cuando me doy cuenta.
El top de las canciones que no se deben escuchar en el trabajo son las sensuales: Lenny, Lisa, Joe…voces que sugieren y que, en plena primavera desperezan a las neuronas, de por sí revolucionadas en estas fechas y, entonces, sí que es complicado trabajar. El excel deja de existir y sólo se me pasan por la cabeza otras activiades, otros contoneos y, sobretodo, otras personas.
Qué mala y qué buena puede ser la música a veces.
Voy a ponerme alguna pieza recatada, un poco de Chopin para recuperar la postura y seguir con las celdas del excel o, para, simplemente, seguir en mi “celda”.

La resistencia a irse a dormir

A veces me pasa que tengo la sensación que el hecho de irse a dormir supone que ese día se acaba, que se me escapa el tiempo y he dejado mil cosas por hacer. Es por eso que , entonces, me resisto a irme a dormir. Me pongo a leer, escribir, chatear, mirar una película,en general a hacer cualquier actividad “no útil” (porque en raras ocasiones me da por planchar, ni lavar ropa a mano, por ejemplo).
Pero las horas se van escapando y, finalmente el sueño gana la partida. Y a veces es tan contundente que me quedo dormida en el sofá, en una postura extraña, con la cara sobre la manta arrugada, el pelo enmarañado y el portátil sobre las piernas o a un lado.
Son de esas noches en que me despierto a las cinco de la mañana con una oreja dolorida porque me dormí sobre ella doblada, el cuello hecho polvo y una marca enorme en la cara de la arruga de la manta y pienso, Gata, te has de ir a dormir como las personas porque, al final, el tiempo, las horas, pasan igual y es lo mismo perderlas durmiendo mal en el sofá que en la cama como una persona.

2010/05/12

Pequeñeces

Hay algunos de esos anuncios que quedan en la memoria y que pasan a formar parte del repertorio de frases utilizadas de forma popular.
Reconozco que algunas de ellas las adapto con cierta facilidad, qué le voy a hacer, me dejo influenciar por la publicidad.
Hacemos un kit-kat? Del caserío me fío… El frotar se va a acabar…Para todo lo demás…
Esta última tiene especial significado para mi. De hecho cada vez le encuentro más sentido.
Hay pequeñas cosas que no tienen precio: el amanecer en la playa de Gran Roque junto a un pelícano, una conversación entre amigas, la cara de mi padre con el diploma de “croquetero mayor”, la llamada de ayer de mis sobrinos, un ratito frente a La Rendición de Breda, las notas de un nocturno de Chopin, la cara de felicidad de alguien querido al darle una sorpresa, unos besos inesperados, las risas de los niños, la satisfacción por haber acabado una carrera, un té de Fortnum and Mason’s en una tarde lluviosa, una obra de teatro, un abrazo, un musical en buena compañía, gritar un gol del Barça, levantarse por la mañana y sentirse llena de energía…
Esas pequeñeces son las que más feliz me hacen, las que me hacen sonreír cuando las recuerdo.
Para todo lo demás…

2010/04/29

Escaque


A veces hace falta abrir los ojos y ver. A veces por mucho que alguien te diga desde fuera que hay algo que no cuadra, a veces, no lo quieres ver. A veces hasta que una pitonisa que conoces en un avión te diga que están jugando contigo tampoco es suficiente para ver lo que no se quiere ver.
A veces se sufre de ceguera voluntaria.
Y entonces el destino, la fuerza, la energía o el nombre que se le quiera dar, se cansa de la propia estupidez y decide ponerlo tan claro que sea imposible negarlo.
Entonces, a veces, el corazón se hace chiquito, los ojos se entristecen y el peso de la decepción vuelve a aparecer. De nuevo. De nuevo una ilusión, de nuevo sis pero nos, de nuevo la sensación de haber puesto esperanzas en quien no se lo merecía, de nuevo esa sensación de haber sido pieza en un tablero de un juego del que se desconocía que se era ficha.
Por suerte, a veces, el destino se apiada de una y da luz cuando la partida acaba de comenzar, sin que los daños hayan sido graves.
Es entonces cuando se le ha de dar gracias a esa energía que parece estar en todas partes por haber evitado daños mayores, por haber mostrado que se era un alfil, una torre o, un simple peón, con el tiempo justo de decidir retirarse de esa partida e irse, como ficha libre, a otros tableros o, mejor aún, a ser jugador y no pieza en cualquier otra parte.
Tocará recuperar la postura de reina, reconstruir la almena de la torre maltrecha, devolverle la coraza al alfil, calmar al caballo que da coces y consolar al pobre peón asustado. Y el rey, ese rey que ha de ser uno mismo volverá a estar seguro, protegido frente a jaques de posibles jugadores, de esos que hacen un rastrero “mate del pastor” y dan mate sin que una se percate.

2010/04/23

Sin espinas

Ya está de nuevo aquí Sant Jordi.
Este año, después de mucho tiempo, me apetece. Tengo ganas de ver las rosas, los libros y la gente. Este año sí, aunque leyendo posts de años anteriores en los que no me apeteció tanto, se me puso un nudo en el estómago.
Sea como sea, parece que este año la rosa viene sin espinas.
Bon Sant Jordi a tots i a totes.

2010/04/08

De vuelta del Caribe

¿Qué se cumplió en este viaje?

1. Desconectar del trabajo y de la rutina en general;
Conseguido. Llegué a casa y no me acordaba del piso en el que vivo, tampoco recordaba mi contraseña del ordenador ni del apellido de un compañero de trabajo…
2. Ordenar mis emociones y dejar de pensar en quienes sólo consiguen liar mi pobre cabecita;
Bastante conseguido, ole ole.
3. Recuperar la perspectiva de humanidad que me da siempre alejarme tantos kilómetros y, sobretodo tanto “en general” de la sociedad en la que vivo.
Siempre me sorprede la calidad humana perdida, aún en un país tan peligroso la gente ha sido encantadora con nosotros.
4. No mirar facebook, ni gmail, ni hotmail, ni ná de ná en tres semanas;
Esto no…Al ser mi único medio de comunicación con el mundo, sí me he conectado alguna vez.
5. Estar sin móvil, sin cobertura, sin msn y chin ná, sin que me importe;
Siiiiii!!!!! Es lo que tiene no llevarse móvil.
6. No comer M and Ms, ni guminolas, ni guarreridas, al menos una vez haya salido del avión;
Esto no. Me compré la bolsita de medio kilo de M&Ms en el aeropuerto y me he matado a tostones (plátano frito) y pirulines (unos barquillos rellenos de chocolate, que, por cierto, también me he traido). No tengo remedio.
7. Aprender de otras culturas;
Mucho, especialmente de los camarocotos (indios de la zona de Canaima) y de la cultura caribeña. También me sorprendió la cultura de los centros comerciales y del carro en Caracas.
8. Disfrutar de los paisajes, especialmente de la selva y de las playas paradisiacas y hacer unas fotos increíbles;
Siiiiiiii!!!!! La selva me maravilló, los tepuy consiguieron que me saltaran las lágrimas y las playas de Los Roques me hicieron sentir en el paraíso.
9. Probar comidas exóticas;
Sip, aunque menos que otras veces. A destacar las barracudas y la parchita.
10. Padecer el síndrome de Stendhal y llorar ante la contemplación de la belleza;
Me pasó al ver Los Roques desde el aire y también el tepuy Roraima al atardecer.
11. Sentirme viva y feliz;
Mucho. Hubo un amanecer junto a un pelícano que nunca olvidaré.
12. Conocer gente interesante;
Sip! Mobma y Tony, los indios camarocotos; Ricado y Maxi, nuestros guías en La Gran Sabana; La señora Calíope; la señora Rosita; el señor Gollo; Mossen-Jones “Xavi”, un cura que trabaja en plena selva; Manolo el taxista gallego…
13. Escribir algo, aunque sea poco, sin que sea fruto de la rutina, la tristeza, la decepción y los malos rollos;
Me llevé mi diario de viaje de nuevo y algo escribí.
14. Estar en una isla desierta;
Siiiii, en los callos de Los Roques.
15. Tocar, o al menos, ver; delfines y perezosos.
Vi delfines de río, los de mar no hubo suerte.
16. Librarme de las picaduras de bichos varios especialmente los mosquitos que transmiten la malaria y de los puri-puri, que en la guía no paran de advertirme.
Me maté a vitamina B12 y la verdad es que me picaron muy pocos, a diferencia de a los demás.
17. Ponerme morena, muy, muy, muy morena;
Pues bastante. Allí pensaba que sólo tenía colorcillo pero hoy al verme al lado del resto de humanidad me veo negra.
18. No machacarme el tobillo;
Conseguido, aunque me pegué un guarrazo y tengo las rodillas destrozadas.
19. Hacer realidad el sueño de ver el Salto del Angel;
Siiiiiii!!!!!! No pudimos remontarlo por falta de agua pero sí había la suficiente para que me impresionara al sobrevolarlo.
20. Bailar en el Caribe;
También! En la playa, en Caracas, en la Gran Sabana, en Río Caribe…Los lugareños bailan muy diferente a lo que se aprende en las academias.
21. Mantener mi peso y ponerme algo más fuerte.
Lo primero sí, lo segundo…va a ser que no…

Se cumplieron bastantes esta vez. ¿Cuál será el próximo viaje?

2010/03/17

Post superficial: Mi primera mochila

Pues sí, Gata necesitaba una mochila para ir por la selva (ir arrastrando la maleta de cabina no era plan, ahí tropezando con las hormigas gigantes).
Nunca tuve una mochila “de las grandes”. Era, sin duda un terreno desconocido para mi.
Me fui decidida a por ello.
Entré en unos grandes almacenes, sección “maletas”, primer error.

Dependienta de simpatía transitoria: ¿Puedo ayudarle?
Gata (mientras miraba una bolsa de mano que no era “colgable”): Ah, sí, hola, estoy buscando una mochila y…
Dependienta de simpatía transitoria: Sígame por favor.

Me pareció sorprendentemente sencillo. Pero a medida que iba caminando tras ella me empezó a dar la sensación que no nos habíamos entendido.

Llegamos a la zona de las supuestas mochilas. Definitivamente, no nos habíamos entendido.

Dependienta de simpatía transitoria: Las tiene así más divertidas o almo más serio.

Allí estaba yo, entre mochilas para niños de Hanna Montana, Spiderman y Hello Kitty.
O me veia hecha una criatura o pensó directamente que era para mis churrumbeles.
La saco de su error y soluciona el mío con unas indicaciones para ir a la sección montaña.
Allí estaba, en deportes, entre caza y running. Todo un mundo por descubrir.

Había montones de cosas que jamás había visto. Las raquetas ya no son raquetas como las de los dibujos, ni se anudan con cuerdas, hay toallas que ocupan poco y nada (aunque no peguen demasiado con el bikini) y el “mochila-mundo” resultó ser muuuy complicado para una no iniciada.

Para empezar, la capacidad de las mochilas va por litros, como si fuera a licuar mi ropa para saber lo que ocupa. ¿Cuántos litros ocupan diez camisetas por ejemplos?
Me acordé de las motos y su cubicaje. Las mochilas tenían cubicaje.

Mochilas de 32 litros, de 40 litros, de 50…Pensé en los garrafones de agua del trabajo.

No había nadie para atenderme y aquello era demasiado para mi. Necesitaba ayuda de un especialista.

Fui a una tienda de montaña (con una simple “sección” no tenía suficiente, necesitaba todo un establecimiento)., con la seguridad que allí me podrían asesorar.
Me atendió un señor de piel curtida , pinta agreste y con barba de varios días, vaya un montañero.

Estaba en el lugar adecuado.
Me enseñó muchísimas, me explicó para qué era cada uno de los bolsillos, los materiales, pesos, etc. No entendí ni la mitad, pero me quedo claro el precio de las mismas: 200 eurazos. Mis ojos se abrieron como platos. 200 euros y encima es roja o azul eléctrico. Si al menos fueran monas.

Decidí volver al centro comercial. Recordaba haber visto alguna bastante más barata, que, evidentemente no tenía tantas cosas pero, era como los móviles, para qué quiero montones de aplicaciones que no sé ni qué son y que nunca utilizaré.

Mi criterio de selección: la capacidad y el color.

Ya tengo mochila, de 50 litros (porque la de 40 era roja) , verde, transpirable (no fuera a ser que sudara la ropa, jaja) y de precio razonable.

Pobres pemones, no saben lo que se les avecina.

2010/03/12

Hacia el sueño caribeño

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Como alguna otra vez que me fui de viaje a algún lugar suficientemente lejano - Perú, Birmania,...- (esta vez, alrededor de 7000 km, Venezuela) , hice una lista de deseos, propósitos, de intenciones, siempre 21, que espero que se cumplan
Nos leemos a la vuelta.

1. Desconectar del trabajo y de la rutina en general;
2. Ordenar mis emociones y dejar de pensar en quienes sólo consiguen liar mi pobre cabecita;
3. Recuperar la perspectiva de humanidad que me da siempre alejarme tantos kilómetros y, sobretodo tanto “en general” de la sociedad en la que vivo.
4. No mirar facebook, ni gmail, no hotmail, ni de en tres semanas;
5. Estar sin móvil, sin cobertura, sin msn y chin , sin que me importe;
6. No comer M and Ms, ni guminolas, ni guarreridas, al menos una vez haya salido del avión;
7. Aprender de otras culturas;
8. Disfrutar de los paisajes, especialmente de la selva y de las playas paradisiacas y hacer unas fotos increíbles;
9. Probar comidas exóticas;
10. Padecer el síndrome de Stendhal y llorar ante la contemplación de la belleza;
11. Sentirme viva y feliz;
12. Conocer gente interesante;
13. Escribir algo, aunque sea poco, sin que sea fruto de la rutina, la tristeza, la decepción y los malos rollos;
14. Estar en una isla desierta;
15. Tocar, o al menos, ver; delfines y perezosos.
16. Librarme de las picaduras de bichos varios especialmente los mosquitos que transmiten la malaria y de los puri-puri, que en la guía no paran de advertirme.
17. Ponerme morena, muy, muy, muy morena;
18. No machacarme el tobillo;
19. Hacer realidad el sueño de ver el Salto del Angel;
20. Bailar en el Caribe;
21. Mantener mi peso y ponerme algo más fuerte.

2010/03/08

En fa menor

Últimamente estoy más musical que nunca y cuando me da por una canción o una pieza puedo rozar a la obsesión. Estos día me dio por Chopin, especialmente por un recopilatorio de nocturnos tocados por Elizabeth Leonskaja.
Ha sido todo un descubrimiento gracias a Spotify. Mi vida ha cambiado desde que descubrí esta aplicación.
Desde que puedo acceder a todo tipo de música a golpe de “búsqueda” he descubierto a compositores que sólo conocía de oídas o de los que sólo era capaz de reconocer la típica pieza que me enseñaron en la clase de música de la escuela (la enseñanza musical debería ampliarse, por cierto, en los planes de estudios, así como del resto de artes, que un poquito de culturilla no le hace daño a nadie), u otros totalmente desconocidos para mí (esos descubrimientos también se los debo a una buenísima amiga que de vez en cuando se pasa por aquí que más de una vez me hizo de pigmalión musical).
Pero Chopin tiene ese toque especial que hace que, si cierro los ojos mientras escucho sus piezas delicadas, suaves, me sienta una bailarina sobre sus puntas, como si fuera una muñeca en una cajita de música.
Me di cuenta que cuando escucho según que, mi postura cambia: espalda recta, abdomen metido, vaya, casi en “primera”.
A veces, en casa, no puedo contener un pasito, un pas de bourrée rudimentario y un par de vueltas como la bailarina que no soy.
No puedo evitarlo, esa música me hace sentir ligera y ágil, libre y relajada, como si pudiera flotar entre las teclas del piano. Simplemente vuelo, o mejor dicho, floto.
Os dejo “mi prefe”, espero que os guste.

2010/03/07

22:22

Inquietante. Me pasa muy a menudo que cuando miro la hora son las 22:22h.
Las primeras veces que me pasó esto, o fui consciente de ello fue cuando mi ex, hace muchos años ya, me dejaba en casa. Cuando miraba el reloj de su coche casi siempre eran las 22:22h (el había nacido, por cierto, el 11 del 11)
Con los años esto se ha ido repitiendo y hoy, de nuevo, volvió a pasar.
Así que me ha dado por buscar en google dicha hora y me ha inquietado ver que no soy, ni de lejos la única a la que le pasa.
De hecho somos muchos y, francamente me ha entrado un escalofrío.
Explicaciones a ello, muchas, aunque ninguna me acaba de convencer o gustar:
- Que el 22 es un número maestro y quienes lo ven a menudo están destinados al éxito y al liderazgo (de ilusión también se vive)
- Que es una señal que indica que se va por el buen camino y que se está creando algo (la que todos debemos querer)
- Que quien la ve fallecerá el 2 de febrero del 2022 (mal rollito)
- Que es señal del fin del calendario maya (mal rollito también)

Y así seguiría...

Lo cierto es que me he quedado algo intranquila, especialmente porque somos tantos los que "por casualidad" vemos esa hora siempre.

Avances de primavera

Tras una tregua de unas horas que me ha dejado suficiente tiempo para correr por un embarrado Retiro y poco más, la lluvia ha vuelto a aparecer.
Otro domingo de lluvia más. Decidí ponerle buena cara al mal tiempo y dedicarme el día a mí, enterito.
Una ducha relajante con aromas de limón, un martini y unas aceitunas mientras cocinaba algún invento y un recopilatorio de nocturnos de Chopin como banda sonora.
Mientras saboreaba el invento culinario, que salió sorprendentemente bien, miraba a través de la ventana.
Entre las desnudas ramas de los árboles había varios pájaros que parecían jugar entre ellos. No tengo ni idea de qué especie eran pero no se trataba de palomas comunes sino de aves más grandes, blancos y negro azabache, con toques tornasolados verdosos.
Me acerqué a la ventana para observarlos mejor. Me pareció que, más que jugar lo que hacían era construir sus nidos.
¿Se estará acercando la primavera?¿Se acabará el frío y la lluvia en breve?Si hago caso de mis vecinos del árbol de enfrente, parece que sí, oquizás es que son muy previsores.

2010/03/03

Los hombres que no llevan paraguas

En los dos meses anteriores ha llovido -o nevado- treinta días en Madrid. Cuando llegué aquí, me dijeron que no llovía demasiado y que en raras ocasiones nevaba.
Pero este año se ha saltado todo pronóstico y el tiempo se ha comportado como si de Centroeuropa se tratara.
Casi cada mañana llego a la oficina con mi paraguas, saludo a mis compañeros y me siento en mi sitio. Es curioso que, la mayoría de ellos van sin paraguas, aunque salgan de casa y ya esté lloviendo. Saqué un día el tema en una conversación y los “hombres sin paraguas” arguyeron que no lo llevaban porque, al ir con chaqueta o abrigo sólo se les mojaba la cabeza y que, además, llevar paraguas era incómodo y carretear con el todo el día, era un palazo.
Me hizo gracia, incluso, que alguno consideraba el hecho de no llevar paraguas como de “machote” y lo de sí llevarlo de “nenaza”.
El fenómeno de “los hombres que no llevan paraguas” no me es extraño. Ya en Barcelona, algunos de mis amigos no suelen llevar paraguas. Alguno se ha “amenizado” cuando, al ver que yo saco el mío, han decidido protegerse debajo.
Esta mañana, mientras iba hacia la oficina, bajo mi paraguas, me fijé en que la mayoría de individuos masculinos no llevaban paraguas.
Me he preguntado si tan generalizado era que no lo llevaban o si solamente era una casualidad por la que, los hombres que me rodean sean de la “liga-anti-paraguas”.¿En qué momento se consideró el paraguas un objeto de uso mayoritariamente femenino?
Mientras busco respuestas a estas preguntas, veo por la ventana que vuelve a llover. Doy un vistazo a mi alrededor y, en el mundo de la testosterona, sólo está mi pobre paraguas, allí la mar de tristón.

2010/02/24

Alarma inesperada

Volvía del café al osea-edificio riendo con una amiga y me sonó la alarma del teléfono. Me he quedado extrañada, pensando en qué tenía que hacer hoy porque no recordaba el motivo por el que me la había puesto. Pensé, "suerte que la puse, sea por lo que sea, porque no lo recordaba".
He abierto el bolso, mirado el móvil y ponía cumple de i* (evidentemente esto es un pseudónimo).
Mi sonrisa se entristeció levemente. No lo recordaba. Pensé "olvidé quitar la alarma".
Lo cierto es que me vinieron a la cabeza muy buenos momentos y grandes experiencias vividas con i*, con cierta melancolía.
Pensé en enviar un SMS pero decidí que no tenía sentido.
Aún así, en mi cabecita felicité a i*.
Saqué la tarjeta de acceso y entré en el edificio mientras volvía a la conversación animada.
Moltes Felicitats i*, encara que no tingui sentit.

2010/02/21

Una mañana de espia

Sonó la alarma del móvil solamente una vez. Se despertó sudando, como casi siempre, sobresaltado. Se estiró. Abrió cerró las manos varias veces para recuperar la circulación después de toda una noche con los puños apretados. Se sacó la férula de descarga de la boca. Ya se había acostumbrado a despertarse entumecido por la tensión y el sueño inquieto, regalo de su pasado militar. Se levantó y fue directo al baño. Limpió la férula y la dejó en su funda, fue al retrete y se metió en la ducha.
Al salir se miró en el espejo. Retocó su barba rala y su pelo muy corto con la máquina y se vistió, informal, discreto. Se tomó un vaso de zumo de piña y un par de tostadas con mantequilla. Se lavó los dientes, se puso el abrigo, la corra, bufanda y guantes y salió del apartamento. Aquel día era como otro cualquiera en Londres, levemente lluvioso, frío, desapacible.
Metió las manos en los bolsillos y sacó el paquete de cigarrillos y el encendedor. Fumó mientras caminaba hacia la estación de metro de Bayswater. Le esperaba otro día observando extraños, analizando reacciones y estar alerta por si tuviera que actuar. Al salir del metro, en plena City no llovía y parecía que quería asomar el sol entre el manto de nubes. Se fumó un último cigarrillo antes de entrar en el edificio. Vació los bolsillos en una bandeja que paso por el escáner y pasó el arco detector de metales.
Saludó a los dos compañeros, recogió sus cosas y subió en el ascensor a la octava planta.
Al llegar a su puesto tenía un post-it sobre la mesa que le indicaba que el jefe quería verlo.
Se sacó el abrigo, bufanda, guantes y gorra y se dirigió al despacho que estaba a unos metros. Llamó a la puerta y esperó a que le dieran permiso de entrar.
Abrió la puerta. Se encontró al jefe sentado tras su mesa. Entró y cerró la puerta.
- Buenos días David, te he hecho llamar porque quiero comunicarte que tienes una nueva misión.
Asintió y esperó a que el jefe continuara.
- Esta vez tendrás que viajar, bajo pseudónimo y coartada.
Escuchó la explicación de su nuevo trabajo, primero algo preocupado por si suponía ponerse actuar en algún momento y después más tranquilo al ver que era un trabajo más de investigación que de campo. Aún así tendría que pasarse a lo largo del día por High Street Kensigton para que le dieran toda la información.Empezó a pensar cómo explicaría su repentina ausencia sin levantar sospechas. Eran gajes del oficio.
Pensó que después de esta nueva tarea tenía que cambiar de trabajo.

2010/02/15

Suave y delicado

Hacía frío, mucho frío, de ése que sólo se nota por las mañanas cuando toca ir a trabajar.
Le dieron ganas de volver sobre sus pasos, entrar en casa y acurrucarse bajo el edredón y seguir durmiendo. Aún así, tuvo suficiente voluntad para hundir la nariz en la bufanda y seguir caminando.
Mientras esperaba en el semáforo vio cómo empezaban a caer los primeros copos, suaves, delicados como plumas escapadas de algún almohadón.
Se subió al autobús y miró por la ventana. Pasaba justo por una esquina, esa esquina.
Recordó otra mañana fría en la que empezaba a nevar tímidamente, esa misma esquina y un beso bajo la nieve, suave y delicado, mientras los copos se posaban sobre los labios. Aquella mañana también le apeteció volver a acurrucarse bajo el edredón, aunque tal vez no para dormir.
En el asiento de delante se sentó un chico trajeado. Olía a 212 de Carolina Herrera.
Se apoyó en el cristal de la ventana del autobús, aspiró para embriagarse con el perfume del otro pasajero y sonrió. Las mañanas frías en las que empezaba a nevar se habían quedado marcadas para siempre por aquel beso matutino, en aquella esquina, por aquel perfume.
Empezaba bien el día.

2010/02/14

Saludando a los vecinos y arte salvado

Hay días que apetece ir a dar un paseo aunque el frío persuada de ello hasta a los más valientes.
Hay días que apetece contemplar hermosas obras de arte aunque haya demasiada cola para ver a los impresionistas del Orsay que estos días se dejan ver en Madrid.
Entonces paso por frente a las puertas del Prado.
Me apetece saludar a alguna de esas pinturas, como si fueran unos amigos, en realidad vecinos. Hay que ser educada con el vecindario.
Así que entro por la puerta principal. La exposición temporal de pintura holandesa es pequeña aunque vale la pena no perdérsela.
Pero voy a lo que venía, a saludar a mis vecinos.
Me dirijo a las grandes salas del primer piso. Me paseo entre las obras de Ribera, Rubens, Greco, Goya, Tiziano, Velázquez... Me paso a saludar especialmente a mis preferidos, aquéllos que nunca me pierdo cuando paso por allí simplemente porque no puedo perder una oportunidad de contemplarlos. La lista la encabezan las damas de “Las hilanderas” y los caballeros de “La rendición de Breda”. Están de reformas así que mis vecinas meninas no están en su sala habitual. Entonces me fijo en que su nueva situación debe estar casi delante de casa. Parecerá una tontería pero entonces me doy cuenta que si aquellas meninas saltaran del lienzo y miraran por la ventana me verían al otro lado del paseo cada noche. Decido que tendré que ser más educada, mirar por la ventana y darles las buenas noches a partir de ahora.
Me siento afortunada mientras continuo mi paseo por las salas.
Al salir del museo veo una exposición en el paseo. La forman unas cajas de madera, como las que se utilizan para transportar cuadros.
Al acercarme veo que, efectivamente, son cajas de transporte. Se trata de una exposición que recuerda la evacuación del Prado frente a la amenaza de las bombas nacionales de la Guerra Civil y homenajea a los que consiguieron poner a buen recaudo en Suiza gran parte del patrimonio artístico.
Desconocía esa odisea, esa aventura, los bombardeos sobre el Museo del Prado.
Se me pusieron los pelos de punta al pensar que podrían haber desaparecido entre llamas y escombros las obras que acababa de admirar.
Así que decidí que sin duda tenía que pasarlas a visitar más a menudo.
Mientras iba hacia a casa agradecí en silencio a todos aquellos que tanto hicieron para que no “murieran” mis vecinos en el conflicto, que como todos los conflictos, es estúpido y cruel.Dejo un link para quien quiera saber algunos de los nombres de los “héroes del arte”.
Arte salvado

2010/02/11

Pros y contras del sueño cambiado

Lo bueno de tener el sueño cambiado y dormir cinco horas es que se tiene mucho más tiempo para hacer otras cosas. Lo malo, además de ir "falta de sueño", es que te acostumbras a tener esas horitas extra, hasta el punto que, el día que intentas romper ese ritmo de no dormir no tienes tiempo para nada.
Llevo un par de días intentando que mi límite horario para meterme en la cama no supere las 00:30.
Ayer me discipliné e hice la cena y la comida antes de las 22h. Me prohibí chatear, hablar por teléfono pasadas las 23h, me marqué no planchar más tarde de las 00:30, ni escribir, ni actualizar facebook. El resultado fue que a las 02:00h estaba buscando una canción para un jeguecito que me pasaron por mail. Vaya fracaso.
Hoy fue similar. Me hice la comida y la cena, me duché, me prohibí chatear (aunque actualicé facebook), planché lo que me quedaba, fregué los platos, todo, on-time. Un par de conversaciones estupendas y una de cotilleos enviaron al traste mis intenciones, rematadas por lo que retrase mi hora de ir a dormir por escribir este post.
Pero, ¿cuándo me pondría al día con los amigos, cuándo me enteraría de cotilleos, cuando planchariá,, cuándo escribiría si me fuera a dormir a las 00:00h cual Cenicienta?
Ahora mismo me se me plantean serias dudas si sería mejor o peor, no para mi salud, que tengo claro que agradecería que durmiera más, sino para mi YO, ése que necesita información, contacto, reflexión y planchar ;-)
Conclusión: Son casi las dos de la mañana y no duermo.

2010/02/04

Uno de economía

Tendría que revisar este blog pero creo que nunca escribí nada en él sobre economía: ni macros, ni micros, ni inversión, nada de nada.
Creo que eso dice bastante de lo poco o nada que me defino como economista.
Pero hoy tengo ganas de ello. Que nadie se asuste, no estoy en pleno ataque de enajenación mental transitoria, que me lleve a hablar de modelos IS-LM, OA-DA, ni de relaciones espurias, dudo que me acordara de nada, por suerte o por desgracia.
Pero hoy la bolsa española se desploma, mientras las demás europeas simplemente caen.
Como decía un profesor de la facultad (de cuyo nombre querría acordarme pero soy incapaz): “la inversión es la loca de la casa, la más temperamental, es una histérica”.
Se refería a la sensibilidad de la inversión frente a desconfianzas que pueda generar una empresa o una economía en general.
Eso pasó hoy en los parquets españoles.
El BCE anuncia que España, Portugal y Grecia son economías con una desproporción de endeudamiento, que son mucho más arriesgadas que, por ejemplo Alemania y el bono teutón y los inversores “cogen el dinero y corren”, que no está la cosa como para írsela jugando.
Se oye por ahí que las economías periféricas europeas (sí, sí, periféricas, por no decir “bananeras”) están en una situación peor que los vecinos europeos, que se sigue cayendo mientras algunos en cambio empiezan a crecer ya.
¿Pero qué está pasando? ¿Tan “de pandereta” somos?
Pues sí, es triste pero es así, el país que “crecía” o mejor dicho se enriquecía con la cultura del ladrillo y los empleos en sector servicios se está tragando su burbuja de pisos impagables, de sueldos precarios y de cero inversión en I+D.
Y los inversores no se creen los planes de recuperación porque, ¿alguien oyó algo sobre algún plan? El gobierno se sacó una medida al puro estilo keynesiano, de contratar para hacer zanjas y luego rellenarlas de la que Keynes estaría orgulloso y esa medida de salvación a unos bancos que se han arriesgado pasado los límites permisibles, dando crédito e hipotecas hasta con los vales de descuento del supermercado. Esa no creo que la aplaudiera Keynes. Quizás hubiera estado bien pararles los pies antes, antes de que la liaran de semejante manera. Por supuesto, no se puede dejar caer a los bancos pero, tampoco éstos deben dejar ahogarse a las empresas que necesitan liquidez para el día a día. ¿Aquí quién ahoga a quién?
¿Y dónde está el gasto público que tocaba hacer antes que esto pasara en aquello que, en un futuro, da frutos? Eso nadie lo hace, claro, que incrementa el déficit. Porque los gobiernos, sobretodo en el estado español, sólo miran a cuatro años vista. Así que una medida que vaya a dar frutos pasados esos cuatro años no interesa, no fuera a ser que los aplausos se los llevara el nuevo gobierno. Ni se les pasa por la cabeza que esas medidas a quien favorecerían sería al pueblo. ¿El pueblo, y ese quién es?
Es una buena pregunta, de difícil respuesta: es el pueblo del “vuelva usted mañana”, del tapeo, del pincho de media mañana, de las reuniones inútiles, de la tarjeta de El Corte Inglés, de la VISA fraccionada para pagar un viaje, unos zapatos, una Wii, del ostentar aunque llegar a fin de mes sea casi un malabarismo. ¿Y dónde se dejó el pueblo ese ahorro? Ah, que es que no se ahorra, ¡para qué! ¡Ah que de hoy para mañana cierran la empresa y que con los mil euros de paro no se liquida ni la VISA! ¡Ah, que con la indemnización se puede uno comprar un coche!
Pues esa combinación, justo esa, de bancos y grandes empresas en plena burbuja que se va rompiendo poco a poco, un Gobierno que quiere hacer , tarde y bastante mal, sobre todo, en menos de cuatro años, y el pueblo del tapeo y la tarjeta de crédito a tope y de Belén Esteban, pues justo eso, es lo que el BCE no se cree que funcione y aún menos se lo creen los inversores.
Y es que la inversión será la loca de la casa pero lo que no es, sin duda, es tonta.
Ya podemos ir poniéndonos las pilas todos porque esto no se aguanta.
Dejo un artículo linkado, bastante más digno que esta mera opinión:
El economista: la bolsa española se desploma
Por cierto, a alguno oí diciendo que la culpa es de los catalanes. Creo que un día de estos dirán que era un catalán.

2010/02/03

Youtubeando siguiendo las emociones, aunque no sepa cuáles son

Será porque en breve me iré para tierras venezolanas, que esta canción se me repite una y otra vez. O proque, por azares de ésos que pasan en contadas ocasiones coincidí con Baute en un restaurante cercano a un hotel en Barcelona. No lo había seguido hasta entonces pero me pareció francamente guapo y más "persona" de lo esperado. Desde entonces le he tenido cierta simpatía.
Será por eso , porque la canción me gusta, porque hoy sin ser un día especial me siento bien, por todo eso, hoy cuelgo este video.

2010/01/31

Maridaje de canciones y recuerdos

Me he dado cuenta que algunas canciones tienen el poder de llevarme, desde la primera nota, al recuerdo de algo o alguien que haya sido o sea importante en mi vida, a rememorar escenas intensas, viajes o simplemente momentos que, por sí, jamás se borrarán de mi memoria.
Repasaba esas canciones y, sin querer, sonreía o mi rostro se ensombrecía, según a dónde me llevaba cada compás. Supongo que precisamente por eso, algunas de esas canciones las evito en esos días en que mis hormonas están guerreras.
A veces esas canciones se han visto almacenadas junto a un episodio concreto de mi vida simplemente porque sonaban en ese momento, en un coche, en un restaurante, en una discoteca.
Otras, porque en su día dieron en el clavo y se quedaron eternamente atadas a una persona, a un lugar, a un acontecimiento.
¿Podría considerar esas canciones como la banda sonora de mi vida?
Ahí van algunas, aunque no diré ni a quién ni a qué van ligadas, algunos lo sabéis.
Somebody (Depeche Mode)
Lady in red (Chris Deburg)
Don’t Cha (Pusycat doys)
Vertigo (U2)
Out of Africa (Original Soundtrack of Out of Africa)
I am yours (Jason Mraz)
Eye in the sky (Noa)
Snow on the Sahara (Anggun)
Angels (Robbie Willliams)
Hope there’s someone (Anthony and the Johnson’s)

2010/01/29

Primeras citas con "él"

La vida del escritor amateur es dura. Entre que no sabes cómo, entre que te da miedo que no te guste, que no te salga, etc, etc…
Ponerse a escribir es como empezarse a conocer con alguien, como empezar una relación: los nervios, la falta de palabras adecuadas, los “y si”,hasta la búsqueda de la música adecuada.
Será porque soy una principiante pero con según qué literalmente no puedo escribir, con otras sólo puedo escribir partes relajadas, con otras, algo más movido, desconcertante. Hay música más “escribible”, que permite ponerse a ello sea el tipo de redactado que sea. Me encanta Debussy, Noa, Toshi y las lentas de Lenny, aunque prefiero ir cambiando según la “emoción” a transmitir. Quizás no sea muy profesional, quizás sea de principiante eso de necesitar todos los sentidos puestos en el mismo tipo de emoción para escribir algo.
Con eso ha habido algún momento curioso.
Quizás sea porque son mis primeras citas con el papel en blanco. Quizás un día la rutina haga que con cualquier música me sienta confortable con la hoja en blanco y las palabras salgan con fluidez. Supongo que nuestra relación no está consolida ;-)
Seguiré informando a ver si el papel y yo pasamos a ser relación estable en breve.
Eso sí, estoy descubriendo muchísima música gracias a esa necesidad de emoción global que necesito para estar con “él”.
Me parece curioso que veo al papel como un ente masculino no como femenino. Será porque me parece que tiene esa simplicidad que tanto me cuesta descifrar? Ummm..., curioso.

2010/01/26

Y sis que no riman

Quisiera quererte,
Pero, y si te quisiera?
Me gustaría añorarte
Pero, y si me doliera?

Querría que me quisieras
Pero, y si no pudieras?
Me gustaría que me añoraras
Pero, y si te fueras?

Y si te quisiera
Y si te añorara
Y si no me quisieras
Y si te largaras

Cuatro “y si”
Pero en el fondo
Sólo dan uno
Y si llorara...

2010/01/20

Gestación de un sueño

Siempre tuve la idea de escribir ese libro que lleva Dios sabe cuántos años rondándome en la cabeza. Pero siempre se quedaba en eso, en una idea, en un esquema en un papel, en una pequeña descripción del personaje, en algún episodio concreto, pero nada más.
Un día, incluso, conseguí escribir las dos primeras páginas. Pero entonces decidí cambiar el tiempo verbal, luego la voz del narrador y allí se quedó.
A veces crecía ese esquema que quería ser una estructura pero por uno u otro motivo (llámense motivos o excusas) se quedaba ahí.
Y este año me planté. Empecé a llenar mi hoja de cálculo con la estructura, con las fichas de personajes, las ideas y así, empezó a gestarse ese sueño ese "podría" pasó a ser un "puedo".
Entonces empezó a hacerse evidente que lo que realmente tenía que hacer era tomar aire y empezar a escribir.
Fue duro reescribir esas dos páginas, pero aún más seguir con las siguientes, con el esquema en excel como "madre".
Luego veía la tercera parte de la trilogía Millenium en mi mesilla y sus más de 850 páginas y me preguntaba cómo podría Larson haber escrito no solo un tocho similar sino tres!
Ahora veo los libros de otra forma. En esto caí en aquello tan habitual de ver las cosas más fáciles cuando no las ha de hacer una misma.
Me di cuenta que tenía miedo. Porque un sueño, mientras está en tareas pendientes está ahí pendiente y si no se hace, tampoco se puede fracasar en ello. Pero cuando se empieza a redactar, a dar cuerpo a ese sueño, cuando se está haciendo realidad, se nota un vértigo especial, muy fuerte. Y si tras dedicarle cuerpo y alma, tras hacerlo lo mejor posible, no funciona o, peor aún, y si no consigo plasmar en palabras las ideas? Y si no me gusta ni a mi?
Miedo, pavor, terror.
Pero poco a poco se escriben los párrafos, se visualizan las situaciones, los personajes empiezan a tener cara y entonces parece que fluye con más facilidad.
Creo que es lo más parecido a estar en estado de buena esperanza.
Sigo con miedos, muchos, de que el resultado no me guste pero hoy pasé las hojas a un formato similar a las páginas de un libro y resultó que ya llevo doce escritas.
Me he sentido tan feliz que quería gritárselo al mundo. Me dieron ganas de enviar mails, de llamar a alguien, de...
Parece que empiezo bien el año; pedía recuperar la creatividad y estoy escribiendo.
Ya iré informando de los avances y, quizás copie algún fragmentillo por aquí a modo de test de opinión. A ver qué les parece.

2010/01/04

Repasando el año que acabó y empezando uno nuevo

Normalmente mi repaso del año es en setiembre, cuando empieza el "curso escolar", cuando es mi cumpleaños, y no al acabar el año (aunque, recientemente, me enteré que el año judío coincide con ese mediados-finales de setiembre que son mi inicio).
Este año, en cambio, hice repaso de este 2009. Si hay una palabra que lo puede definir es INTENSO.
Ha sido un año de independencia y crecimiento personal, de consolidación, de madurez; un año de viajes y de personas increíbles; un año de emociones muy intensas.
Me hice una breve lista de objetivos del año, que no publicaré porque me salió demasiado íntima.
Sólo espero que este año 2010 siga siendo intenso, tan intenso, preferiblemente en lo bueno, claro, como su predecesor.
Eso sí, quiero para este 2010 recuperar la creatividad. Ese será el objetivo de esta gata en este blog.