2011/06/30

Momentos curiosos alrededor del Congreso

Una de las cosas buenas que tiene vivir en pleno centro es que no me pierdo una, ya sea el paso de la selección en bus descubierto o la manifestación indignada (más que emocionante, por cierto), siempre estoy en primera linea.
Esta mañana, de camino al médico, he pasado por delante del Congreso. Mientras por el Paseo del Prado se oían los ecos de una manifestación, frente al edificio escoltado por los leones se amontonaban furgones policiales y seguratas de traje y auricular en la oreja.
Nunca me había planteado que, cuando sus señorías están trabajando, bueno, o están allí, hagan lo que hagan, hubiera semejante despliegue de seguridad. Impresionante: cochazos oficiales por todos lados, policías con pinta de "Hombre de Harreldson" y un montón de cachas de traje que no pueden disimular la profesión y que me miraban al pasar como si intentaran encontrar en mis andares un indicio de peligro (con la pinta de terrorista que debía tener con mi vestido de flores zum-zum, zum-zum y la cara de "si, tengo fiebre y me encuentro fatal" que lucía esta mañana).
Un poco más alejados otro grupo, esta vez armado con cámaras, parecían listos para retransmitir cualquier noticia.
He estado tentada de quedarme un rato curioseando, a ver si veía asomarse a algún diputado pero me han intimidado un poco los trajeados con auricular. A ver si se iban a pensar al final que, efectivamente, escondía una recortada en mi bolso-cesto.
Cuando he llegado al médico seguía pensando en cuánto debe costar que sus señorías se pongan a trabajar, o lo que sea, cuánto se gasta sólo en seguridad. Seguro que en un día se gasta mucho más que el sueldo de un médico, ésos que han recortado y que suponen que me tenga que esperar un rato hasta que me atiendan en esta sanidad nuestra, tan poco masificada.

1 comentario:

xnem dijo...

Nos cuestan una pasta aunque no trabajen, que el absentismo laboral allí es muy grande. Bueno debe ser porque están trabajando en otro sitio.
Que se mejore.