La vida de los otros

Salía del cine tras ver la película que día título a este post y he visto a la gente que se agolpaba para llegar a la salida. Íbamos todos así, en fila, sin protestar, como toca y he pensado en la película, en ese ir como dice el sistema, en seguir toda norma, en no salir de la fila. Y de golpe he pensado que tal vez ahora no tengamos stasis pero seguimos entre nuestros muros de cristal. No quiero que se me tache de antisistema antiglobalizacion okupa o anti lo que sea, pero en esa fila que conducía a la salida, me he sentido una hormiguita más en la fila, un curri más de la cadena. También me he sentido controlada. Esta semana en una conversación salió a colación el hecho que determinado correo electrónico busque palabras clave en tus mensajes y te de información relacionada a dichas palabras clave. También se nos localiza por satélite vía gps. Tal vez los sistemas de control sean más sutiles, más laxos pero, al final, qué pueden llegar a saber de nosotros?
Quépueden saber los demás de nuestra vida? Qué pueden llegar a controlar???
Y siguiendo con el título y el argumento de la película, ese hombre sin vida que vigila y se mete en la de otros, también eh recordado otra conversación de estos días. Hablábamos de la gente que juzga nuestra forma de vivir, que sentencia lo que hagamos por el mero hecho de hacer algo diferente, algo que ellos no hacen. Dónde está el respeto y la tolerancia, eso que es muy bonito, sobretodo para uno mismo y que queda muy bien si se trata de aplicarlo a colectivos generalistas pero que ya es más complicado de aplicar, paradógicamente, a los que más cerca tenemos.
Por último, respecto a la película, da para reflexionar (no digo más por si alguien aún no la ha visto).