2006/03/27

193 segundos reparadores

bamos de nuevo en el coche, después de una cena y muchas risas como hace más de un año. De nuevo con los cristales de las ventanas bajados y el volumen a tope a la espera que sonaran los primeros compases. Y volvió a sonar el picar de baquetas y el un, dos, tres, catorce! En ese momento Emilio pisó el acelerador y cruzamos el puente a toda velocidad. De nuevo se mezclaron las risas con el guitarreo de U2 y volví a disfrutar, como la primera vez, de un momento en el que nada importaba, sólo disfrutar esos 193 segundos vertiginosos. En esos poco más de tres minutos olvidé todas las preocupaciones, todos los nervios y decepciones acumulados y mi cerebro sólo estuvo ocupado en procesar las sensaciones a cada instante: la música, las risas, el aire que entraba por las ventanas alborotándome el pelo y la velocidad que me empotraba contra el asiento. Al llegar a casa, caí rendida en un profundo sueño, como si aquella vuelta a casa hubiera purificado mis sueños.

1 comentario:

Armas dijo...

Te lo dije que dormirías mejor!!!!.
Jajajajaja

La experiencia Patxi hay que repetirla!!!!

Muaksss