2007/07/11

El Imperio y el miedo a innovar

En una de esas conversaciones que tengo a veces, entre cotilleo laboral y critiqueo variado, ha salido a colación el tema de las máquinas de vapor en la época del Imperio Romano. Hará un par de años en Nápoles, vi una exposición sobre los avances tecnológicos que ya existían en la época del Imperio y que, con la llegada del catolicismo y el "todo es pecado" quedaron en el olvido hasta que se volvieron s descubrir siglos más tarde. Ese es el caso de la máquina de vapor, que se utilizaba como entretenimiento pero al que no se le dio utilidad práctica ya que no era necesario como fuente de energía. Por qué o para qué iban a utilizarla si se disponía de esclavos y mano de obra más que barata? Y eso nos ha llevado a hablar de esa tendencia a preferir seguir con sistemas obsoletos antes de realizar algún cambio, la famosa resistencia al cambio, las miradas suspicaces de los que se sienten amenazados por dichos cambios, en vez de ver posibilidades de desarrollo.
Realmente el "Imperio" era mucho Imperio y por desgracia se retrocedió siglos con la llegada de la oscura Edad Media. La conversación ha seguido después por otros derroteros, por la manera como entendían la prostitución, etc, pero eso es harina de otro post.

5 comentarios:

hack de man dijo...

Tu vales un imperio, o sea que eres capaz de vencer "la famosa resistencia al cambio, la suspicacia de los otros" y "ver las posibilidades de desarrollo".

emperatriz dijo...

Chica, realmente teneis conversaciones interesantes en tu trabajo. Desconocía lo que la máquina de vapor estaba inventada en la época de los romanos.
Pero sí, quienes más se oponen a los cambios son los que más miedo tienen...

la gata dijo...

Gracias panterita, tu tb,, vales un mundo. Espero poder con todo, Dios te oiga, aunque ultimamente está sordo.

Bueno no es lo habitual pero alg´´un coleguita rarito como moi tengo. El resto son más del estilo resistentes al cambio, "otro estilo" en definitiva.

xnem dijo...

Si y en América no inventaros la rueda porque tampoco les hacía falta “paque?” si ya me lo traen.

Cachis! Es post se ha terminado cuando se ponía interesante.

Les recomiendo un libro maravilloso y muy divertido que se lee solo.
“La vida cotidiana en Roma en el apogeo del Imperio” de Jérome Carcopino.
Verán como era realmente la ciudad de Roma y sus gentes en esa época, nada que ver con las películas de CineCitta –los famosos peplum con sus hermosas perimétricas y sus Macistes cachas “depilatos”- y ni mucho menos con la Roma de Hollywood.

la gata dijo...

Tomo nota x. Lei uno de Pompeya similar, buenísimo.