2008/01/30

Vértigo

Te pones en el borde de un precipicio. notas como bajo tus pies se acaba el suelo y cómo el aire juega con tus cabellos y te empuja hacia atrás. Entonces empieza el sudor frío. El miedo irracional, se apodera de tus sentidos, te tiemblan las piernas. Quieres estar allí, quieres dejarte llevar, quieres contemplar el paisaje, disfrutarlo, fotografiarlo, pero te aterra resbalar y caerte. En esos segundos te vienen a la cabeza las caídas sufridas en propia carne y las padecidas por otros. Sólo ves el abismo. Quieres dar un paso más hacia delante, quedarte en la misma punta y disfrutar de la mejor vista, pero el vértigo es demasiado fuerte. Retrocedes un paso, luego otro, hasta que el terreno es más seguro. La vista no es tan buena desde la retaguardia pero sabes que no vas a caer. Te preguntas qué se siente en el límite. Avanzas de nuevo, con paso dudoso. La vista te hipnotiza. notas una ráfaga de aire y te entra de nuevo el pánico. Retrocedes. Decides que es demasiado peligroso. Retrocedes aún más y, finalmente te vas. Tal vez haya otra vista en algún lugar, más accesible, más segura, que poder retratar.

3 comentarios:

xnem dijo...

La edad influye en eso, un amigo empezó a tener vertigo a partir de los 45, a mi me está empezando a dar respeto las alturas. Como que ya lo sabes pero es superior a ti. ¿Algo pasa en los huesecillos del oido cuando nos hacemos mayores?

marga dijo...

Prueba a hacer puenting alguna vez... tiene su puntito emocionante, a pesar del vértigo!!
Y recuerda que no todo el mundo que se asoma al precipicio se cae...
Besos!!!

la gata dijo...

X:
Bueno, personalmente me ha dado pánico cualquier altura desde que vi caer rodando a una amiga cuando era pequeña. Con la edad ha ido a más. Del otro tipo de vértigos, sí, con la edad tambien se acentúa, creo.

Perl: bueno...no te enfadas si no te hago caso, verdad?