2007/01/22

Post tras el fin de semana 3: Lupus, lupi; lupa, lupae

Cuando Hobbes decía aquello de que el hombre es un lobo para el hombre se olvidaba de las lobas. No decía nada de las mujeres embutidas en faldas ajustadas, camisetas de leopardo y pedrerías, que caminan contoneándose y agitando su larga melena teñida, preferiblemente de rubio “ultra”. No hacía mención a ellas, a las cazadoras natas, a las depredadoras de discoteca, de mirada agreste, salvaje que rodean a sus presas y zas! Saltan al cuello.
Porque una loba, nace o se hace? Sinceramente creo que es innato, de lolita a loba adulta.
Mientras las veía llegar como una jauría y desplegar su arte en la pista me planteaba si yo podría ser así. Tras planteármelo desde varios puntos de vista, definitivamente llegué a la conclusión que no podría. No tengo valor para ponerme semejantes modelitos, tan brillantes, tan de leopardo, tan ajustados. Tampoco me veía sobre unos tacones de palmo plateados, ni bajo una capa de pintura similar, ni con semejante melena reteñida. Me siento incapaz de contonearme así (mi cadera no es el colmo de la sensualidad y lo poco que lo es lo frena la timidez) pero, sobretodo, no ve veía entrando en un local y cazando a una presa sin dar opción.
No negaré que les reconozco el mérito y el valor. Si me cuesta sacar a bailar a chicos que conozco, ya no sé lo que me costaría semejante ataque frontal. Eso también se ha de saber hacer. Si ya no me salen las aproximaciones laterales, discretas, simples, ufff, definitivamente incapaz de acosar y derribar a sujetos varios.
Y mientras le daba vueltas a ello, oía comentarios de alguna de las presas potenciales de las lobas. También yo comentaba. Entonces me han dado pena. Porque aquella evidencia tal vez no es tan efectiva, ese esfuerzo en vestuario, peluquería, gimnasio tal vez sea desproporcionado si se compara con el beneficio obtenido.
Aunque eso debería preguntárselo a ellas.
Luego he pensado que quién era yo para juzgarlas y me he regañado a mi misma. Porque nadie cae en garras de loba obligado, porque cada uno puede hacer lo que le venga en gana, vestir como le apetezca.
Supongo que la enemistad entre lobas cazadoras y gatas que ronronean es un reflejo de aquello de “como el perro y el gato”, eso es todo.

8 comentarios:

hack de man dijo...

menos lobos, caperucita.

Anónimo dijo...

Anda que no hay "lobas" que no van de rubio platino. Y ahí la presa lo tiene más jodido...
Y es q aunque la loba se vista de seda, loba se queda

la gata dijo...

Espero que estos comentarios no vayan con mala intención, niños...
Ummmm...
Me he sentido aludida como "no rubia"...

Anónimo dijo...

Bueno...yo no sé que decirte porque loba no me considero simplemente por los comentarios que me han hecho esta semana a saber:

- que tengo gran riqueza interior (para obviar el exterior)
- que soy una mujer intensa (esto no supe como tomármelo)
- Que tenía cara de ser mamá (sonreí pero no me gustó demasiado...¿por qué me lo dijo por las arrugas? ¿o por qué me estoy haciendo mayor?

la gata dijo...

no tienes cara de mami, que lo sepas.
Cuánto cabrón hay en el mundo.

Anónimo dijo...

gata, como has sabido que se lo dijo un hombre??? No podría haber sido una loba cabrona??
pero sí, yo también estoy convencido que ha sido un mamón, por lo de la intensidad, no creo que eso lo dijera una mujer

la gata dijo...

Bueno, una mujer habría sido más sutil a la vez que venenosa.

Anónimo dijo...

Eso sí que no! Igual de sutil y venenosa!! pero al menos original seguro