2008/05/29

Tonterías que se hacen duras

Ahora ya sé que me voy a Madrid, ahora el sueño de "la ejecutiva" se hizo realidad, ahora busco un piso para mi sola.
Queda hacer mil trámites, ordenar, empaquetar, darme de baja de esto o de lo otro, preparar la fiesta de despedida...
Uno de esos trámites ha sido darme de baja del gimnasio tras no sé cuantos años seguidos. No pensé que eso se me fuera a hacer tan duro, pero así fue. Mientras el chico de recepción intentaba que sólo me diera de baja temporalmente, recordaba el día en que me matriculé por primera vez, y luego , tras un periodo de esgrima, el día que volví.
Ante tanta insistencia sólo pude hacerle desistir diciéndole la realidad que más me dolió "Me voy a vivir a Madrid indefinidamente". Por suerte lo captó y no hizo falta que se lo tatuara en la frente.
Y cuando me dio el papel a firmar conforme me daba de baja, noté un nudo en el estómago porque eso dejaba más que claro que tardaría muuuuuuucho en volver a Barcelona.
Bufff, qué tontería verdad? Pues se me hizo un mundo.
Quizás esta, por el momento, ha sido la despedida más dura. Quedan de bastante peores: la del trabajo, la de los amigos, la de la familia...
Lo cierto es que ahora me siento de ninguna parte: sin casa, sin saber nada, sin poder ni siquiera comprarme la t50-30 porque no voy a hacer tantos viajes de metro-bus en Barcelona en 30 días.
Es muy surrealista.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno, no es surrealista, simplemente has de ir soltando amarres.