2008/05/08

Lágrimas en vez de sonrisas

Mientras mi vida se zarandea por LA OPORTUNIDAD profesional, que se acerca cada día más a golpe de puente aéreo, mientras a ratos me siento una estrella de fútbol a la que pretenden y otras una emigrante que está apunto de dejarlo todo atrás, el mundo ruge. Y es que cuando la naturaleza decide cabrearse, simplemente arrasa. Si este verano viví un terremoto y sus consecuencias, esta vez un tifón ha arrasado ese país que dejó huella en mi corazón, Birmania. Mientras veía por televisión las imágenes a orillas del río, ésas mismas tierras arcillosas en las que había aquel poblado repleto de niños y aquel hombre desdentado que me sonreía, que ahora estaban arrasadas, me estremecía. Qué habrá sido de los habitantes de aquel poblado, del guía y del hombre sin dientes? Luego recuerdo a aquellos militares tenebrosos que atemorizaban a la población, que parecía que fueran de otro lugar, el de la oscuridad, y aquellas carreteras deliberadamente precarias y los poblados de paja. Nunca he visto a personas con una sonrisa más increíble que aquéllas que vi en Birmania, ni personas que se merecieran más que les fuera todo bien. Pero si la revuelta de los monjes supuso una represión brutal, el desastre del tifón junto a las restricciones de la junta militar, no quiero ni imaginar lo que supondrán para el país y sus gentes.
De nuevo me viene a la memoria aquello que decía Séneca, algo más o menos como que dios solo ponía las pruebas más duras a aquellos que pueden soportarlas porque de ellos será la gloria. Igual ya vale de putear a los birmanos, no? Por muy virtuosos que sean.
Gritos en el país de las sonrisas
Mingalabar
Añoro la sonrisa real
Sonrisas al ponerse el sol
Imágenes que hacen sentir
Me acuerdo de ellos

1 comentario:

Anónimo dijo...

�nimo!